Ernesto Estévez Rams - Granma.- ¿Quién es el hombre nuevo? Cuando el estado de ánimo del pintor Salvador Dalí, emergiendo desde Estados Unidos del horror fascista de la ii Guerra Mundial, se lo planteó en 1943, lo vio como un ser naciendo angustioso de un huevo planetario que se quiebra.


En la pintura Niño geopolítico observando el nacimiento del nuevo hombre, el parto doloroso, saliendo de Norteamérica, se refleja por la gota de sangre que descansa, pero no mancha el paño blanco, sobre el que se deforma por su peso el globo terráqueo tomando una forma oval. Sangre que se escapa de la rajadura que sirve para ilustrar, más arriba, que al huevo no lo circunscribe una cáscara, sino al menos una capa de consistencia sólida.

Todo en el hombre que pugna por salir es esfuerzo, contracción muscular, y la mano se apoya sobre el espacio encima de Europa, comprimiéndola hacia abajo, a la vez que evidencia la elasticidad de la corteza terrestre, ya puesta de manifiesto sobre la pierna que en el Pacífico se estira, y la rodilla que empuja al Atlántico entre una magnificada América Latina y África.

Los personajes que al fondo pueblan un poco más el cuadro, tampoco ayudan a fijar mensajes. A la izquierda son dos, tomados del cuadro La boda de la Virgen, de Rafael; y a la derecha, quizá Adán al margen de todo acontecer, con forma que se ha asociado a los estudios de Juan Bautista, que hiciera Dalí.

Y ese hombre nuevo, sin un rostro que esclarezca qué signo traerá a un mundo llevado al extremo de su rompimiento, retrata la ambigüedad de aquel momento de parto. Ante la incógnita de lo que nace, ¿qué le señala Eva al niño musculoso que usa sus piernas como pilares? ¿Qué le advierte la madre no-blanca al hijo no-blanco?, ¿la cansada obsolescencia de un viejo racismo en recipiente nuevo?  Y, en consecuencia, ¿el peligro en ciernes del monstruo que nace?

El niño geopolítico es, en el cuadro, sin duda, un niño tercermundista. La mirada de la madre no es de alegría, la gestualidad del niño es de temor. América Latina y África gotean, tristes, las tonalidades marronas del cuadro.

No es lo mismo el nuevo hombre que el hombre nuevo, quizá la lengua anglosajona no logra tal sutileza en el orden de las palabras, pero el español sí. Ni el mismo Salvador Dalí puede escapar de la dualidad entre él y su arte: el primero, definitivamente viejo por diseño, podía justificar el franquismo; lo último, de vanguardia, se rebela al primero.

Pero Salvador Dalí no fue el primero en ver en Norteamérica la posibilidad de un mundo nuevo. Cincuenta años antes, Dvorak compuso, mientras dirigía la orquesta del Conservatorio Nacional de Música de América, su Sinfonía número 9 Desde el nuevo mundo. Pero ni tanto. Como Dalí supo esconder lo viejo portado por ese hombre nuevo, Dvorak, anunciaba que su sinfonía bebía no del anglosajón imponente, sino del indio y el negro impuesto. Ese mismo año, 1893, de estreno de la sinfonía, le confesaba al Heraldo de Nueva York: «En las melodías del negro de América descubro yo todo lo que se necesita para una gran y noble escuela de música (…) He escrito simplemente los temas originales que encarnan las peculiaridades de la música india».

Ahí, escondido tras un título en apariencia triunfal, y así asumido por quienes asistieron a su estreno, el 16 de diciembre de 1893, en el Carnegie Hall, se escondía emergente lo que, a la postre, de nuevo portaba en rebeldía el mundo que allí nacía. Rebeldía resumida no en el estruendo de los aplausos, sino en el silencio de aquellos subyugados que se reconocían tras la melodía, y como el niño aún indeciso, pero ya mostrando músculo, miraban al mundo hegemónico que emergía y que le tocaría en algún futuro desafiar.

¿Quién será el hombre nuevo? ¿Acaso el ser humano colectivo, quien quiera que sea, que es parto a cualquier época histórica sin importar su signo? ¿Acaso el que se anuncia como transformador de los tiempos? ¿El quiebramundos? ¿Desafiado o desafiante? ¿El heredero de egoísmos o el dechado de virtudes? ¿Perfecto o heroico? ¿Homúnculo o Prometeo? ¿El que sale del huevo o el niño que mira?

En todo caso, valdrá la pena volver sobre el concepto.

Cuba
Luigino Bracci Roa desde Venezuela.- La agrupación cubana Buena Fe presente en el concierto en el Palacio de Miraflores, este 10 de enero de 2025....
Sánchez comenzaba en este enero a filmar la que sería su última película, Performance. Foto: Cubadebate....
En sus palabras de agradecimiento, el autor de Ojalá, Rabo de nube y Segunda Cita, entre otras populares canciones, subrayó que la economía es un factor actuante desde que el mundo es mundo....
Lo último
La Columna
La Revista