Sin embargo, lo que más atrajo la atención fue, precisamente, lo que ocurrió en la sede del Taller. Allí se reunieron integrantes de la Federación de Mujeres Cubanas, y representantes del Centro Martin Luther King Jr. y del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero para dar por terminado el trabajo que reunió, por espacio de tres meses y de manera voluntaria, a un grupo de artesanas de los municipios capitalinos de Marianao, Cerro y Habana del Este.
De las manos de esas incansables mujeres salió una manta que mide 4.60 metros de largo y 1.40 de ancho y que ellas pretenden acompañe, el próximo año, la Marcha Mundial de Mujeres por la Paz.
La manta es una bandera cubana, en cuya confección se utilizaron diferentes técnicas: pintura, parche, bordado y, la más sobresaliente, las múltiples aplicaciones a crochet que cubren las franjas azules y blancas, el triángulo y la estrella. En el centro de la insignia patria, un círculo dorado semeja el sol y en su interior, dos figuras humanas, una masculina y otra femenina, tomadas de las manos, significan igualdad y acompañamiento por la vida. El fondo del estandarte es un jardín florido.
Allí se encontraban, alegres y satisfechas, las 27 artesanas que intervinieron en la confección, así como el diseñador de la obra, y el artista de la plástica que colaboró con el grupo.
Daisy Rojas, del Centro Martin Luther King Jr. al concluir el emotivo encuentro, anunció que la manta acompañará a la delegación cubana en la Marcha Mundial, en el Congo.
De las manos de esas incansables mujeres salió una manta que mide 4.60 metros de largo y 1.40 de ancho y que ellas pretenden acompañe, el próximo año, la Marcha Mundial de Mujeres por la Paz.
La manta es una bandera cubana, en cuya confección se utilizaron diferentes técnicas: pintura, parche, bordado y, la más sobresaliente, las múltiples aplicaciones a crochet que cubren las franjas azules y blancas, el triángulo y la estrella. En el centro de la insignia patria, un círculo dorado semeja el sol y en su interior, dos figuras humanas, una masculina y otra femenina, tomadas de las manos, significan igualdad y acompañamiento por la vida. El fondo del estandarte es un jardín florido.
Allí se encontraban, alegres y satisfechas, las 27 artesanas que intervinieron en la confección, así como el diseñador de la obra, y el artista de la plástica que colaboró con el grupo.
Daisy Rojas, del Centro Martin Luther King Jr. al concluir el emotivo encuentro, anunció que la manta acompañará a la delegación cubana en la Marcha Mundial, en el Congo.