Sara Más - Revista Mujeres.- Un amplio y diverso abanico de criterios en torno a los derechos sexuales y reproductivos emergió durante un foro digital promovido el 14 de mayo en la plataforma Cubadebate, bajo el título “Constitución y derechos sexuales en Cuba: avances y principales desafíos”.

El intercambio fue promovido como parte de las XIII Jornadas Cubanas contra la homofobia y la transfobia, que organiza del 5 al 31 de mayo el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), esta vez con un programa de acciones desde las redes sociales y plataformas digitales, debido a las medidas de aislamiento físico vigentes por la pandemia de la Covid-19.

El foro develó que aún perviven muchos prejuicios homofóbicos y visiones tradicionalistas, que fueron rebatidos durante la discusión por usuarios y especialistas que abogaron por una sociedad inclusiva, que abra paso a la aceptación, el respeto y el ejercicio de los derechos para todas las personas, acordes a los valores y principios de igualdad, vida digna, no discriminación y de justicia contenidos en la Constitución de la República.

Desde expresarse rotundamente contra la homosexualidad, sin más argumentos, hasta esgrimir nociones como un supuesto daño en la crianza de hijos e hijas, llegar a trasmitir esa condición por la vía de la educación o el temor ante la posibilidad de ser “diferentes” fueron algunas de las ideas manejadas desde las posturas más conservadoras.

“Hay que pensar en las consecuencias futuras”, expresó alguien bajo la identificación AFC, basado en la posibilidad de que “en los programas de estudio en las escuelas un maestro le podrá decir a mi hijo de cinco años que es bueno y que es legal que se enamore y se case con su amiguito o compañero de aula”.

“¿De dónde sale la idea de que en la escuela tienen que decirle a alguien con quién casarse o no?”, le respondió Mileyda Menéndez. “¿También le preocupa que le digan a su hijo que se puede casar con una negra, o una muchacha del campo, o una extranjera, o una discapacitada? Todo eso está explícito en la Constitución y no veo a nadie protestar, porque de todas formas las familias saben que tienen tiempo y recursos de sobra para inculcar prejuicios y desgraciarle la vida a su prole con limitaciones que otros consideramos absurdas, así que ¿cuál es el problema con la homosexualidad?”, prosiguió.

La jurista Yamila González, vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC), intervino igualmente para aclarar que “la educación en esta materia de ningún modo apunta a inducir a que tengan una orientación sexual u otra” y precisó que “eso, de hecho, se va de nuestras manos porque ellos y ellas serán lo que deseen ser”.

“La educación de la sexualidad en cualquier ámbito tiene que apuntar al respeto a los derechos que, como seres humanos, tenemos y a los que debemos de acceder en igualdad de condiciones”; comentó la experta.

Otros puntos del debate giraron en torno a la pertinencia o n de someter a referendo estos derechos que incluyen a la población LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queers y más), un tema que genera también sentimientos y criterios encontrados.

“Lo más interesante en estos nuevos artículos constitucionales es que muchas personas no estarán de acuerdo y eso solo refuerza la necesidad de su existencia, a partir del momento que una parte de la sociedad está al margen o no se le respetan sus derechos, eso debe ser analizado y cuando no se llega a un consenso debe ser institucionalizado, como es el caso”, consideró Fredy.

Un Padre cubano dijo estar en desacuerdo, partiendo de que “imponer no es nada bueno, si la mayoría no está de acuerdo no se podrá institucionalizar”, apuntó y agregó: “Es mejor educar y hacer entender que imponer”.

En este punto, Aníbal quiso hacer una salvedad: “los derechos no se analizan, ni se debaten, ni nadie puede aprobarlos o concederlos. Los derechos humanos se garantizan sin más. Y para mí esto de debatir lo del matrimonio LGBTIQ+ me parece muy mal. Un Estado debe garantizar y velar por el cumplimiento irrestricto de todos los derechos humanos”.

Con más de 500 comentarios colgados ya en la tarde, las personas seguían alimentado un debate que, a todas luces, hace falta continuar.