Gabriela Milena Padrón Morejón - Revista Mujeres / Fotos: Tomadas de Internet.- El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reportó, durante el 2022, un descenso de la tasa global de fecundidad en Cuba; sin embargo el análisis de este indicador develó otro dato de urgente solución: el aumento de la fecundidad en edades adolescentes.
Para ilustrar mejor la problemática del embarazo precoz, podemos comparar la incidencia de estos casos durante los tres últimos lustros. En 2020, 369 menores de 15 años se convirtieron en madres, durante el 2021 el número ascendió a 381, mientras que en 2022 fueron contabilizadas 14 mil 994 muchachas con edades comprendidas entre 15 y 18 años.
Las cifras expuestas por el MINSAP no son más que el resultado de una serie de condicionantes socioeconómicas y territoriales, entre las que destacan las desigualdades de género y la práctica de relaciones sexuales prematuras y desprotegidas.
La actual limitación del acceso a métodos anticonceptivos y sus altos precios en el mercado informal también obstaculizan una mejor planificación familiar. A este panorama podemos añadir la ausencia de negociaciones entre las parejas, la coacción y fragilidad de criterios de algunas mujeres para ejercer el derecho a decidir sobre sus cuerpos.
Tania Cruz Hernández, Viceministra de Salud, en la reunión del grupo temporal de trabajo para la implementación del Programa de Adelanto para las Mujeres (PAM), efectuada a finales de enero, refirió que las gestaciones tempranas constituyen una de las principales preocupaciones del organismo, debido a los riesgos, tanto físicos como emocionales, que conlleva para la futura madre y su bebé.
La doctora indicó que el impacto del embarazo en este sector poblacional afecta el desarrollo psicosocial de las jóvenes, traduciéndose, en la generalidad de los casos, como deserción escolar, mayor número de descendencia, desempleo, fracaso en la relaciones de pareja y carencia de madurez para atender adecuadamente a los infantes.
El escenario antes explicitado, también preocupa y ocupa a la a Federación de Mujeres Cubanas (FMC), ratificó Teresa Amarelle Boué, Secretaria General de esta organización, durante el Pleno del Comité Nacional, que sesionó el pasado 11 de febrero, en el Centro de Convecciones de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en La Habana.
Amarelle Boué comentó que entender la maternidad en estos grupos etarios como un fenómeno concreto y real, ayuda a replantear las medidas ejecutadas hasta el momento, así como trazar mecanismos más eficientes en pos de erradicar, o al menos, disminuir los números actuales.
En este sentido, expuso que el informe de acciones educativas de la FMC, dirigidas a contribuir a la preparación de adolescentes, jóvenes y familias para que asuman con responsabilidad su sexualidad, encontró en la articulación multisectorial alianzas efectivas.
Acompañaron estas labores preventivas el Ministerio de Educación (MINED), el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), el MINSAP, el Fondo para la Población de las Naciones Unidas (UNF AP) y El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Desde los espacios ganados por estas organizaciones fue posible posicionar temas como la necesidad de fortalecer la educación sexual desde el seno familiar, logrando concretar mil 927 encuentros que llegaron a 72 mil 764 personas.
Utilizando la misma dinámica, más de 68 mil profesionales de la educación formaron parte de debates sobre temas como la promiscuidad, relaciones sexuales sin protección, embarazos no deseados, infertilidad e inestabilidad de las relaciones de pareja.
En el sector educativo se trabaja trabajaron en la incorporación al plan curricular vigente del enfoque de género y los derechos sexuales y reproductivos, informó la viceministra de Educación, Dania López Gulbone.
La titular comunicó que para la puesta en práctica del programa de estudios fueron elaborados materiales como los libros Glosario de 1000 términos, conceptos y definiciones relacionados con la educación integral de la sexualidad y Educación para la salud y la sexualidad en el ámbito educativo, e implementaron la Estrategia Integral para la prevención del embarazo en la adolescencia.
De igual forma, la FMC participó en las actividades comunitarias correspondientes a las jornadas Maternidad y paternidades responsables, Hablemos de sexualidad y Aprender para la vida, coordinadas por el Cenesex y dirigidas a la educación de la sexualidad y el respeto a los derechos humanos.
Además de potenciar el tratamiento del tema desde los medios de comunicación, utilizando plataforma como los programas televisivos Ruta 10, Una calle mil caminos y la revista Muchacha.
La intensificación del trabajo para prevenir el embarazo en edades tempranas debe continuar como una prioridad en las agendas sociales del país, y poner un foco de análisis en las estructuras de la fecundidad cubana, según los diferentes grupos de edades, zonas de residencias y color de la piel.
En cualquier caso, la mejor prevención es que las juventudes tengan una buena educación sexual desde el mismo seno de la familia.
FMC: Adolescencias y educación sexual en la mira (I):
