Por: Osmany Sánchez (jimmy@umcc.cu / @JimmydeCuba).- A punto de publicar un artículo sobre el salario en Cuba –relacionado con otro publicado antes– nos escribe un amigo preocupado porque La Joven Cuba no ha escrito algo sobre los cubanos embarcados en una crisis migratoria en Centroamérica. Otro hace un comentario irónico en su muro de Facebook preguntándose si LJC estaba de vacaciones por estos días.
Aprendí del Che a sentir en carne propia el sufrimiento ajeno y si es cubano, mucho más. Lamento que los jóvenes –sobre todo los jóvenes- no vean su futuro en Cuba y salgan a buscarlo en otro país, y también que esa migración haya sido utilizada como arma política. Nadie en su sano juicio se opondría a que sus compatriotas puedan obtener el permiso de trabajo en cuanto ponga un pie en los Estados Unidos, la residencia al año, además de otras ayudas, pero esos privilegios falsean la realidad de la migración cubana.
Cuba es el único caso en la historia de la humanidad donde los exiliados políticos regresan luego de vacaciones con su familia, juegan dominó en el barrio, y caminan por sus calles sin el más mínimo peligro. Por obra y gracia de la política migratoria de los Estados Unidos y de su Ley de Ajuste Cubano, los inmigrantes económicos se convierten en exiliados políticos. Los mismos que han hecho carrera política con este tema, ahora piden revisarlo.
Resultado: La Ley de Ajuste tiene sus días contados.
El incremento de emigrantes cubanos en los últimos tiempos tiene una relación directa con la extinción de la Ley de Ajuste. Ser residente en los Estados Unidos y tener la posibilidad de viajar, tener negocios e incluso vivir en Cuba tiene enormes ventajas.
Todos los días se generan en el mundo crisis migratorias, sin embargo el único caso donde se vincula la migración con el sistema político vigente en el país es con Cuba. Los migrantes cubanos “votan con los pies” dicen. Siempre he pensado que si los demás tuvieran las ventajas que tienen los cubanos, regiones enteras se quedarían despobladas.
El gobierno cubano no debe estar ajeno a la situación de nuestros compatriotas en Centroamérica, pues si bien ellos eligieron su camino, eso no significa que rompieran con su país, además, al hacerlo arrastraron con ellos a menores que no tienen la culpa de la irresponsabilidad de sus padres. Los medios se encargan de darle un matiz político al asunto, si los abandonamos les estaríamos dando la razón.
Son muchos los que hoy se solidarizan con la situación de esos cubanos y me uno a ellos. Pero me aparto de los oportunistas que se preocupan de las vicisitudes de los cubanos solo cuando estas les permitan atacar a su gobierno.