Por: Osmany Sánchez (jimmy@umcc.cu / @JimmydeCuba).- Hace pocos días, durante los debates de la Asamblea escuché, creí escuchar que apenas un 5 por ciento de la población cubana trabaja y produce en el campo. En el 2014 había más de un millón de hectáreas ociosas. A pesar de todos incentivos y de los reportajes televisivos demostrando la cantidad de dinero que se gana trabajando la tierra…los cubanos no la quieren trabajar.
No puede haber desarrollo si seguimos dedicando cientos de millones de dólares a importar productos que se pueden producir aquí. Por eso hago la propuesta de promover la emigración hacia Cuba de personas que estén dispuestas a trabajar en el campo.
No sería nada nuevo. Países como Canadá promueven la emigración de graduados universitarios, de hecho Cuba ha “exportado” miles de ellos hacia ese país. Lo que necesitamos son personas que amen la tierra y la pongan a producir.
¿Sería una locura pensar que alguien querrá venir para Cuba? Veamos, un campesino latinoamericano tiene la oportunidad de venir a Cuba y recibir un pedazo de tierra para cultivarla, sus hijos no se verán afectados por el flagelo de las drogas o la prostitución, podrán recibir atención médica gratuita y acceso a la educación, incluyendo la universitaria, con la de que de seguro no soñó jamás.
Los que antes de 1959 emigraban hacia Cuba no eran los que vivían bien en sus países sino los que huían de él para mejorar económicamente. Esa oportunidad la tendrán en Cuba.
Mientras otras economías se nutren de la mano de obra proveniente de la emigración, Cuba se desangra con la misma por lo tanto considero mi propuesta legítima.
¿Qué les parece?