Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Hace un semestre, el XI Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC —Partido dirigente) acordó convocar para su VII Congreso que tendrá lugar el 16 de Abril del corriente, Aniversario 55 de la Declaración del Carácter Socialista de la Revolución y fecha seleccionada para homenajear su fundación. Según trascendido, el evento evaluará el cumplimiento de los acuerdos del Congreso anterior y la Primera Conferencia Nacional del Partido; precisará el camino para continuar perfeccionando nuestro modelo económico y social; y elegirá a los integrantes de su Dirección. Por ello, sucintamente, comparto un ángulo de vista sobre el minuto actual de la Vanguardia político-revolucionaria en la Mayor de las Antillas.
Para esta ocasión, mi referente gira alrededor de los Objetivos de trabajo del PCC aprobados en su Conferencia Nacional efectuada a principios del 2012. Particularmente, me detengo en presupuestos que constan en la “Introducción” del documento, a saber: con un ojear ubicado en “que las discrepancias se asuman como algo natural”, urge “divulgar más la información actualizada sobre las decisiones que se adopten en el país y en los territorios”; y “reforzar y exigir el oportuno enfrentamiento a las causas y condiciones que propician manifestaciones de indisciplinas sociales, burocratismo, paternalismo, negligencia, nepotismo y doble moral, así como mentira y acomodamiento”. Todo, sin despreciar “la lucha contra las ilegalidades, la corrupción y otros delitos, que socavan las bases de nuestra sociedad”.
Con estos elementos de juicio, si me afinco en el “Objetivo No. 16. Exigir y comprobar que en las instituciones y en el propio Partido, se preste oportuna y debida atención a las quejas, denuncias y otros asuntos planteados por la población y que las respuestas se brinden con el rigor y la celeridad requeridos”, debo confesar mi insatisfacción por desconocer a esta altura qué ha sucedido sobre una serie de ideas que expuse en trabajos que devinieron Cuba: la Contraloría y el INDER, seis meses atrás. A la sazón, redacté: “[…] tengo que escribir con mi Corazón —salvo que se demuestre lo contrario: Es inadmisible, la posibilidad de que manejos sucios en la Pelota hayan sido opacados, y que ahora ocurra lo mismo con el Fútbol” —el subrayado es de ahora.
Lo anteriormente expresado, excluye la menor duda acerca de cómo nuestro PCC de modo progresivo ha venido concretando el “Objetivo No. 53. Prevenir, combatir y sancionar con rigor toda manifestación de corrupción, indisciplina, hecho inmoral o ilegal. Fortalecer el control popular, el papel de los órganos competentes y el enfrentamiento de todos ante cualquier manifestación de impunidad”. Sí incluye el sentir reflejado en el “Objetivo No. 70. [Suprimir] los vacíos informativos y las manifestaciones del secretismo, y tengan en cuenta las necesidades e intereses de la población”.
Considero, pues, que si el venidero VII Congreso del PCC constituye una oportunidad para evaluar cuánto se ha prosperado y cómo perfeccionar su Liderazgo ante cubanas y cubanos, entonces quienes integramos la militancia revolucionaria en Cuba debemos darle una mirada al cumplimiento de los Objetivos de nuestro Partido dirigente desde una perspectiva crítico/constructiva. ¡Amén!
