Raúl Antonio Capote - Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

¿Estamos viviendo el prólogo de un intento de golpe blando?

   Cuba está sometida externamente a una intensa terapia de shock. La campaña sistemática en los medios de comunicación, el trabajo de influencia permanente, la compulsión a cometer actos violentos contra personas e instituciones gubernamentales, son parte de un plan bien elaborado.

   Los influencers cibermercenarios, auténticos francotiradores, son los encargados de hacer el trabajo sucio, vinculados a la red de medios contrarrevolucionarios creados, organizados y pagados por Washington, y cumplen la tarea de apelar al odio y fabricar percepciones negativas sobre temas críticos de la sociedad cubana. sociedad. sus deficiencias y conflictos.

   Al construir rumores basados ​​en mentiras o verdades a medias, amparados en el relato de la indignación popular, pretenden condenar a las víctimas de sus ataques a una muerte cívica.

   No es casualidad que en los manuales de entrenamiento de los servicios especiales yanquis la guerra psicológica se defina en los siguientes términos: “Coordinación y utilización de todos los medios, incluidos los físicos y psicológicos, que sirvan para destruir la voluntad de vencer del enemigo, socavar su capacidad política y económica…».

    Cuba vive un escenario complejo, la guerra económica provoca desabastecimiento, los hábitos de consumo se ven afectados más allá de todo límite. Por otro lado, el constante ataque mediático genera sentimientos de inseguridad, miedo y ansiedad.

   Los mercenarios del caos utilizan el humor popular, que convierten en una mala pantomima, una burla de la burla cubana, que afecta efectivamente a algunos sectores como instrumento de ataque a la reputación, no sólo de militantes y dirigentes, sino de todos los que defienden la Revolución. .

   Miles de noticias falsas son lanzadas por robots, con el objetivo de provocar un efecto avalancha, una cascada de repeticiones que “legitima” la fuente original, blindada por la eficacia práctica del rumor.

   Si analizamos el comportamiento de los sitios web digitales, especialmente las redes sociales, veremos que en los últimos días se han multiplicado las “noticias” relacionadas con hechos violentos, supuestos “actos masivos de corrupción”, “protestas populares”, etc.

   La circulación y prevalencia, en el ecosistema digital en el que trabajamos, estudiamos, nos informamos y nos divertimos, de informaciones falsas fabricadas en los laboratorios de los servicios especiales estadounidenses, de historias construidas para generar confusión y malestar, no es casualidad.

   Se trata de rumores sobre provisiones obtenidas de “fuentes fiables”, “filtradas” desde el nivel central; todo preparado para generar el demonio de la desconfianza, el descontento, el inconformismo.

   Existe un mayor interés en distorsionar la percepción de los diferentes acontecimientos cotidianos para que el público no pueda juzgar o evaluar objetivamente los acontecimientos cotidianos. Las etiquetas que circulan en las redes dejan muy claro su propósito:

             ¿Estamos viviendo el prólogo de un intento de golpe suave?

   Es posible. Sin embargo, las probadas armas de subversión y guerra psicológica del enemigo chocan y chocarán con la sabiduría y la confianza de los cubanos en la Revolución.     

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

La Columna es un espacio libre de opinión personal de autoras y autores amigos de Cuba, que no representa necesariamente la línea editorial de Cubainformación.