Cuba por Siempre


Como parte de destacamento naval ruso perteneciente a la Flota del Norte que visita Cuba, llega una de las embarcaciones más modernas de la nación eslava a La Habana, el submarino de propulsión nuclear K-561 Kazán y surge para muchos la pregunta ¿es una amenaza nuclear?

El comunicado oficial de la cancillería cubana señala que estas embarcaciones llegan al país como parte de “las históricas relaciones de amistad entre Cuba y la Federación de Rusia y se acoge estrictamente a las regulaciones internacionales de las cuales Cuba es Estado Parte. Ninguno de los navíos es portador de armas nucleares, por lo que su escala en nuestro país no representa amenaza para la región”.

Se destaca, además, que “la visita de unidades navales de otros países es una práctica histórica del Gobierno revolucionario con naciones que mantenemos relaciones de amistad y colaboración”.

Aunque el Ministerio de Defensa de Rusia informó que el destacamento naval desarrollará ejercicios militares que incluyen el lanzamiento virtual de misiles «de alta precisión” y otras maniobras, ninguna incluyen las aguas territoriales cubanas.

Respecto al tema, fuentes oficiales del gobierno estadounidense, referidas por EFE, afirmaron que “los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan, ya que no representan una amenaza directa para Estados Unidos”.

Por otra parte, El Nuevo Herald compartió declaraciones a la prensa del asesor de Seguridad Nacional de la administración Biden, Jake Sullivan, quien manifestó que el gobierno norteamericano “no ha visto evidencia de que Rusia esté colocando o entregando misiles en Cuba”.

En cuanto a la propulsión nuclear empleada por el Kazán, mencionada en muchos medios y las redes sociales, no es considerada una violación de ninguno de los tratados internacionales relativos al empleo de la tecnología nuclear, ni a la proliferación de las Armas Nucleares.

Cuba es firmante del Tratado de Tlatelolco para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe, o sea, es defensora de poner fin a la carrera de armamentos, especialmente los nucleares, así como de la necesidad de la consolidación de un mundo en paz, basado en la igualdad soberana de los Estados, el respeto mutuo y la buena vecindad y por tanto, está comprometida con el sostenimiento de Nuestra América como una región libre de armas nucleares.

Igualmente, y siendo consecuente con el Tratado de La Habana del 2014 para la Proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, la República de Cuba defiende la declaración No 8 que significa: “El compromiso de los Estados de la región de continuar promoviendo el desarme nuclear como objetivo prioritario y contribuir con el desarme general y completo, para propiciar el fortalecimiento de la confianza entre las naciones”

No existe una reedición de la “Crisis de los Misiles” de 1962 como algunos alarmistas pretenden, Cuba no está formando parte de ninguna escalada militar global, ni está militarizando el país.

La presencia del Kazán, no incumple tratado alguno del derecho internacional, no representa una amenaza nuclear para los estados de la región y tiene únicamente como objetivos, el estrechar los lazos de amistad y diplomáticos entre los pueblos ruso y cubano.

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