El reciente domingo 12 de septiembre: el pueblo de Santiago coreaba

¡"Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que todos los gusanos no pueden con él"!

Comité de Solidaridad con Cuba Gladys Marín - Cubainformación.- El último fracaso protagonizado por los mercenarios residentes en Santiago había sido aquel 22 de mayo, cuando internacionalmente la USAID impartió instrucciones de "marchar contra las sedes castristas", lo que en nuestra capital se plasmó en la aparición de 26 personas acompañadas de un llamativo y numeroso contingente policial.

Aquella vez el Movimiento Chileno de Solidaridad con Cuba llamó a sus simpatizantes a manifestarse en defensa de la Revolución Cubana, y se hicieron presentes casi trecientos ciudadanos con muchas banderas, lienzos, litografías y pancartas ante la Embajada, lo cual conmocionó el estado anímico de la actividad mercenaria en Santiago.

Esta vez, el reciente domingo 12 de septiembre, los defensores de la Revolución nos hicimos presentes a las 10.30 hrs. en el mismo lugar, para expresar nuestro apoyo a los cinco héroes cubanos secuestrados ilegalmente en cárceles de EEUU, por denunciar la actividad terrorista que administrada desde Miami se practica contra Cuba. Doce años se han cumplido de este turbio proceso.

Allí departimos cordialmente con el personal diplomático que salió a recibirnos; después hicieron uso de la palabra algunos dirigentes del Movimiento Chileno de Solidaridad con Cuba, poniendo énfasis en la responsabilidad que tiene el Presidente Obama al eludir su deber de aplicar indulto. Después de ellos, a nombre de la legación habló la Consejera Académica de la Embajada, Licenciada Olga Fernández. El acto de apoyo a los cinco héroes duró unos cincuenta minutos.

Además veníamos alertados por un nuevo llamado de la gusanera internacional en su actividad permanente de calumnias contra Cuba, pero esta vez los mercenarios no aparecieron, lo cual en parte se atribuyó al descontento porque los dólares de la vez anterior no alcanzaron para todos.

Sin embargo, el Movimiento Chileno de Solidaridad con Cuba había sido informado que un grupo de gusanos había recibido seguridades de la Intendencia de recibir protección en el Busto a José Martí, en la Plaza Baquedano a las 12.00 hrs. Nos fuimos a ese punto a las 11.30 horas con nuestros lienzos de apoyo a los cinco, nuestras banderas y nuestras pancartas.

Alrededor de las 12.30 horas aparecieron cautelosamente dos personas con flores, que al escuchar nuestras consignas se retiraron a una cuadra de distancia, junto a un furgón de carabineros.

Un momento más tarde aparecieron otras dos personas con vestuario blanco y con el alma negra, que también tomaron prudente distancia al escuchar nuestras consignas, reuniéndose con las anteriores. Luego apareció el flamante regalón de la USAID residente en Chile José Ubaldo Izquierdo, que está recibiendo unos 800 dólares por sus servicios y al cual el Estado además, le paga el arriendo de su casa. También llegó otro elemento residente más antiguo, Mijail Bonito Lovio, protagonista de fracasos anteriores en eventos contrarrevolucionarios. El activista que esta vez no se hizo presente es Luis Mariano Rendón Escobar, abogado chileno que parece haber quedado desplazado con la aparición de José Ubaldo Izquierdo.

A todo esto la indignación popular continuaba subiendo, y la policía tuvo que reforzar su dotación en el escenario para evitar el acercamiento de unos ochenta defensores de la Revolución que allí se habían congregado. En cuanto a los activistas tarifados de la calumnia contra Cuba, llegaron a ser nueve personas en su mejor momento, se acercaron protegidos por la policía, depositaron sus flores, respondieron algunas preguntas a los periodistas, todo esto bajo una lluvia de consignas que desde unos 20 metros les hacían llegar los leales a la Revolución. Después se retiraron con caras de bajón anímico, bajo una lluvia de monedas y de bien ganados calificativos.

Continuamos junto al Busto del gran José Martí durante otros quince minutos, reímos mucho, nos abrazamos y nos fuimos cada uno a su casa con la satisfacción del deber cumplido.