Un comunicado de la Asociación de Amistad Hispano Cubana de Málaga.
Comunicado de la Asociación de Amistad Hispano Cubana de Málaga
Ayer domingo, 17 de marzo, un grupo de ciudadanos realizó una manifestación pacífica, en la ciudad de Santiago de Cuba, pidiendo corriente eléctrica y comida frente a la sede de la Dirección Ejecutiva del distrito 3 de esa municipalidad. Las quejas se centraron en el desbalance de los bloques de suministro de energía eléctrica y la distribución de alimentos, en particular la leche.
Fueron atendidos por varios funcionarios, entre ellos la primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Santiago de Cuba, Beatriz Johnson Urrutia. Durante el diálogo, que fue respetuoso, se les explicó que en estos momentos se está distribuyendo de manera parcial la canasta básica de alimentos.
Esta canasta básica, comprende varios insumos que se distribuyen a precios muy subsidiados. Cuba ha denunciado que no puede producirlos por obstáculos internos o adquirirlos en el exterior por déficit de divisas convertibles y otras limitaciones que le impone el bloqueo de EE.UU. El sábado, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, declaró al Canal Cubano de Noticias que durante las últimas semanas ha habido sensibles afectaciones en el servicio eléctrico en todo el país debido al déficit de diésel y fuel oil. También, de la O Levy y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, han explicado que EE.UU. presiona a empresas productoras, distribuidoras, navieras, financieras o de otro tipo para que no presten servicios a Cuba y le impidan adquirir combustibles.
Inmediatamente de conocerse esta movilización, EEUU, y sus mercenarios en Cuba, se han lanzado nuevamente a pedir movilizaciones para echar abajo el sistema socialista de Cuba. Así es de hace 65 años; tienen bloqueada la economía y la finanzas de Cuba con el objetivo de que el pueblo proteste contra su gobierno. Y una vez más sus objetivos se verán defraudados y el proyecto soberanista y socialista de Cuba saldrá adelante rompiendo el bloqueo que le impone el imperialismo estadounidense.