Testigo y protagonista de la jornada cívico-militar del 2002, el alto mando de aquel entonces recordó que ese órgano del gobierno de Estados Unidos realizó estudios de personalidad dentro de las Fuerzas Armadas y logró captar a un grupo de oficiales para llevar a cabo el plan desestabilizador.
Manifestó que durante ese estudio la CIA detectó debilidades y fortalezas de los comandantes, las cuales utilizó para diseñar la estrategia de los sucesos del 11 de abril, fecha en la cual pedieron la vida 33 venezolanos, a fin de justificar el golpe de estado.
En declaraciones a Televen, en el programa José Vicente Hoy, el general retirado aseguró que los comandantes captados por la Agencia Central de Inteligencia ejercieron influencia sobre el personal subalterno de sus comandos.
García Carneiro señaló que la misión militar estadounidense -en aquel entonces ubicada en el Fuerte Tiuna- tuvo influencia e injerencia en la planificación del plan desestabilizador, especialmente sobre el comandante general del Ejército.
Otro de los protagonistas, el también ex ministro de Defensa Orlando Maniglia, expresó que esa influencia contribuyó a que no se acatara la orden del presidente Chávez de retirar de Tiuna la misión militar norteamericana, porque esperaban la ejecución del plan que se estaba gestando silenciosamente.
Recordó que el 11 de abril el contralmirante Carlos Molina Tamayo, uno de los militares de mayor rango participantes en el golpe, llegó a la Comandancia General de la Armada, “con un armamento extraño, superior al que tenían los centinelas de esta instancia militar”.
El pueblo venezolano se concentrará mañana lunes frente al Palacio de Miraflores para conmemorar los siete años de la retoma del poder soberano, día considerado de la dignidad nacional.
En declaraciones a Televen, en el programa José Vicente Hoy, el general retirado aseguró que los comandantes captados por la Agencia Central de Inteligencia ejercieron influencia sobre el personal subalterno de sus comandos.
García Carneiro señaló que la misión militar estadounidense -en aquel entonces ubicada en el Fuerte Tiuna- tuvo influencia e injerencia en la planificación del plan desestabilizador, especialmente sobre el comandante general del Ejército.
Otro de los protagonistas, el también ex ministro de Defensa Orlando Maniglia, expresó que esa influencia contribuyó a que no se acatara la orden del presidente Chávez de retirar de Tiuna la misión militar norteamericana, porque esperaban la ejecución del plan que se estaba gestando silenciosamente.
Recordó que el 11 de abril el contralmirante Carlos Molina Tamayo, uno de los militares de mayor rango participantes en el golpe, llegó a la Comandancia General de la Armada, “con un armamento extraño, superior al que tenían los centinelas de esta instancia militar”.
El pueblo venezolano se concentrará mañana lunes frente al Palacio de Miraflores para conmemorar los siete años de la retoma del poder soberano, día considerado de la dignidad nacional.
