“La razón para la decisión de la OFAC (Oficina para el Control de los Activos Extranjeros) de negar las visas a la Filarmónica fue un chantaje político del senador Bob Menéndez”, dijo la fuente que prefirió el anonimato por el ambiente tan hostil contra Cuba en la ciudad de Miami, donde recientemente se produjeron incidentes contra el concierto organizado por el colombiano Juanes en La Habana.
La Filarmónica de Nueva York, que había organizado dos conciertos en La Habana del 30 octubre al 2 de noviembre, anunció en un comunicado divulgado el jueves que había postergado la gira por las dificultades creadas por el bloqueo que Estados Unidos aplica en sus relaciones con Cuba y que sanciona a los ciudadanos norteamericanas que se atreven a viajar a la Isla sin expresa autorización del Departamento del Tesoro.
Bob Menendez es senador de New Jersey, hijo de inmigrantes cubanos y presidente del Comité que se encarga de la elección de los demócratas al Senado. Ha estado vinculado con las causas más anticubanas del gobierno de los Estados Unidos con los congresistas Lincoln Diaz Balart e Ileana Ros-Lehtinen, pese a que estos sean republicanos, y ha sido investigado por hechos de corrupción.
“El senador cubanoamericano está asombrado del éxito del concierto de Juanes y no quiere que esto vuelva a ocurrir”, afirmó la fuente a “La noche se mueve”.
También reveló que la administración norteamericana es partidaria de “aguantar el concierto hasta después de que aprobar la legislación de salud”, que se ha convertido en una batalla campal entre demócratas y republicanos.
Menendez, quien tiene una gran influencia dentro del Partido Demócrata, ha ejercido presión en la Casa Blanca de Obama para frenar medidas favorables a Cuba.
Fue el responsable de detener, en febrero de este año, la Ley del Presupuesto del Gobierno Federal, amenazando con paralizar todas las funciones administrativas, al oponerse a la enmienda dentro de esa Ley propuesta por el congresista José Serrano que facilitaba los viajes de los cubanoamericanos a la Isla y el relajamiento de las reglas para las ventas de productos agrícolas a Cuba, lo cual generó un intenso debate en EEUU.