Doctores estadounidenses agradecen a Cuba oportunidad de estudios

Prensa Latina.- Gracias a un sistema de becas ofrecido por Cuba a estudiantes extranjeros de escasos recursos, ocho jóvenes estadounidenses reciben hoy en esta capital el título que los acredita como médicos.

Antes de graduarse, los nuevos especialistas resaltaron los beneficios de seis años en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), donde aprendieron o reforzaron un idioma, una carrera y, valores éticos indispensables para su profesión.

Teresa Thomas, procedente del barrio neoyorquino del Bronx, expresó que aprender en una universidad de su ciudad la hubiera obligado a trabajar por 20 ó 30 años sólo para saldar los préstamos solicitados al banco durante la carrera.

Cuando me informaron acerca de la posibilidad de cursar la disciplina en Cuba, mi reacción inmediata fue pensar que mi sueño no había muerto, explicó Evelin Erickson, quien desconocía hasta entonces la existencia de la isla.

El reverendo Lucius Walter, líder del grupo de solidaridad Pastores por la Paz y promotor de la iniciativa en Estados Unidos, subrayó el fin social del curso por encima de las inevitables consideraciones políticas.

Si el sistema educativo de mi país tuviera en cuenta a las personas afronorteamericanas o latinas de escasos recursos, posiblemente ellos hubieran quedado cerca de casa sin saber nada sobre esta isla, resaltó.

Walker despejó las dudas acerca del futuro de los graduados y, manifestó su confianza en la capacidad de los nuevos doctores para revalidar sus títulos e integrarse al sistema médico de su país luego de las formalidades pertinentes.

El líder religioso comunicó que sus palabras van más allá de un acto de fé pues, el primer norteamericano egresado de la escuela cubana regresó hace dos años a su país y realiza su residencia en un renombrado hospital.

Si existieran prejuicios a nuestra llegada a Estados Unidos por las diferencias políticas entre ambos gobiernos, el nivel de preparación que nos llevamos de Cuba despejará todas las dudas a nuestro favor, precisó la joven doctora Kenya Bingham, de California.

Aunque su nombre ubica a los becarios en un área geográfica específica, la ELAM forma también a profesionales de cuatro naciones africanas, así como a un centenar de norteamericanos.

Descartan represalias para médicos de EE.UU. graduados en Cuba

Prensa Latina.- El reverendo Lucius Walker, líder de la organización religiosa norteamericana Pastores Por la Paz, descartó hoy que ocho médicos estadounidense graduados en Cuba sufran discriminación política en Estados Unidos.

La implicación política se deduce del hecho de que si el sistema sanitario de Estados Unidos diera cabida a los jóvenes negros o pobres, ellos no tuvieran que venir a estudiar a Cuba, manifestó el religioso durante una conferencia de prensa en esta capital.

Escoltado por los graduados, algunos de sus padres y varios miembros de la junta directiva de la organización interreligiosa, Walker apuntó que 200 mil dólares para estudiar medicina resulta un costo prohibitivo para muchos norteamericanos.

Lo que enfrentan ellos (los noveles médicos) es una barrera académica, agregó el líder de los Pastores, quien precisó que en lo adelante ellos tendrán que hacer varias pruebas para homologar los títulos de doctores en medicina obtenidos en la isla.

Consideró que los bisoños galenos están bien preparados para revalidar sus títulos, y que una vez superada esa prueba, habrá muchos hospitales tocando a sus puertas para incluirlos en sus equipos.

Adelantó que existen varios centros médicos estadounidenses interesados en los recién graduados debido a la preparación que presentan en medicina preventiva y por su condición bilingüe, aspecto importante en un país con 30 millones de hispanohablantes.

Walker también defendió el propósito inicial de este proyecto, apoyado -según dijo- por congresistas de su país e instituciones médicas, de que los doctores regresen a sus comunidades a atender a gente que no pueden pagar por los servicios médicos.

La Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) realizó hoy su tercera graduación, con la entrega de títulos de doctores en Medicina a mil 842 jóvenes de 30 países, entre ellos los ocho becarios norteamericanos.

Por su parte, los nuevos profesionales dijeron sentirse privilegiados de estudiar en la isla, donde además de buena preparación en el plano profesional, recibieron la oportunidad de acceder a otras experiencias, según expresaron a la prensa.

De la primera graduación de la ELAM egresó un estudiante estadounidense, quien luego de hacer las pruebas de rigor ejerce su profesión en un hospital del sistema médico estadounidense.

Unos 140 miembros de Pastores por La Paz están en Cuba, a donde arribaron la semana pasada después de recopilar 90 toneladas de ayuda material para la isla en más de 127 ciudades de Estados Unidos.

En Cuba la Medicina no es un negocio

Afirmó uno de los ocho estudiantes norteamericanos que se graduaron de Medicina en nuestro país al ver materializados sus sueños
Yailé Balloqui Bonzón - Juventud Rebelde.- Vestidos con sus batas blancas, llenos de orgullo, emoción y gratitud, escoltaban al reverendo Lucius Walker los ocho médicos norteamericanos titulados en Cuba, durante una conferencia de prensa efectuada este martes, poco antes de su acto de graduación.

Como una experiencia maravillosa desde el punto de vista académico y humano calificaron sus estudios en Cuba el grupo de galenos estadounidenses, mientras el también director de la Fundación Interreligiosa de la Organización Comunitaria Pastores por la Paz, reconoció los esfuerzos del Ministerio de Salud Pública cubano y la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) por formar a jóvenes de más una veintena de países de América Latina, el Caribe, África y Asia.

El religioso norteamericano subrayó el fin social de estas graduaciones por encima de las inevitables consideraciones políticas. Si el sistema educativo de Estados Unidos diera cabida a los jóvenes negros o pobres, ellos no tuvieran que venir a estudiar a Cuba, resaltó Lucius Walker.

Una vez de regreso a su nación los nuevos médicos deberán pasar las tres pruebas correspondientes para convalidar sus títulos y obtener la residencia para luego integrarse al sistema de salud de esa nación, donde generalmente son muy bien recibidos por el alto nivel profesional alcanzado en la Isla, reveló el reverendo estadounidense.

«Luego de superados estos rigurosos exámenes, habrá muchos hospitales tocando a sus puertas para incluirlos en sus equipos», adelantó Ellen Bernstein, portavoz de Pastores por la Paz, y agregó que existe interés especial de varios centros médicos estadounidenses en los recién graduados, debido a los conocimientos que sobre medicina preventiva llevan desde Cuba y por su preparación académica bilingüe, aspecto importante en un país con 30 millones de hispanohablantes.

«Tengo confianza total en que todos vamos a estar en una residencia en dos o tres años máximo», dijo Carmen Landau, una de las tituladas que viene desde California. Mientras, Kenya Bingham no descarta que en su bregar deban enfrentarse a una gran cantidad de prejuicios, pero —dice— con la preparación que llevan, estos se desvanecerán enseguida.

Acompañados por algunos de sus padres, el grupo de nuevos doctores cuenta que han visto materializado su sueño de servir a las personas que, como ellos, son de origen humilde y no cuentan con los recursos suficientes para acceder a un sistema de salud muy costoso, en un país que gasta millones de dólares en armas para segar otras vidas inocentes.

Para Theresa Thomas ser médico ha sido un anhelo de toda la vida, pero sabe que en Estados Unidos sería algo muy difícil de hacer realidad, pues «el costo de la matrícula es extremadamente alto», podría alcanzar los 200 000 dólares, sentenció.

«En Cuba he aprendido que la medicina no es un negocio, es social, es humana», dice Toussaint Reynolds, de Nueva York, «me voy lleno de experiencias sociales que implementaré cuando comience a trabajar en mi nación».

Algo parecido siente Wing Wu, descendiente china que viene desde Minnesota: el hecho de estudiar en Cuba junto a jóvenes de otros 24 países ha sido una de las mejores experiencias de su vida. «Regreso a Estados Unidos como mejor ser humano», puntualizó.