En esos parajes sólo había un médico antes del triunfo de la Revolución en 1959
Reinaldo Rodríguez Pérez - Juventud Rebelde.- La excelente atención médica que se brinda a los residentes en las montañas del Plan Turquino de la central provincia de Cienfuegos, que abarca la amplia región del municipio de Cumanayagua, posibilita que la mortalidad materna no exista desde hace más de 15 años y la infantil permanezca en cero.
Esta zona, con parajes intrincados, dispone de dos policlínicos en San Blas y Crucecitas, donde funcionan igual número de hogares maternos, con seis y nueve camas, respectivamente. En ellos, su personal facultativo recibe y presta cuidados de primer orden a las embarazadas de forma permanente, sobre todo a aquéllas que presentan algún síntoma de riesgo.
Las dos policlínicas fueron ampliadas y aumentaron el número de servicios que ofrecen a los residentes de sus áreas, entre ellos los niños, inmunizados con vacunas que los protegen contra 13 enfermedades. Ambos centros cuentan con equipos de ultrasonido, consulta de genética, psicoprofilaxis, atención nutricional y otras especialidades para tratar a las embarazadas.
Cumanayagua resultó el primer municipio del país en alcanzar la distinción Colectivo Moral de la Salud, pero resalta que su Plan Turquino obtuvo el mérito antes que ningún otro centro de la localidad, que ahora cumple seis años en posesión del galardón.
Isis María Leyva Betancourt, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Salud en la provincia, recuerda que en la serranía cienfueguera solo había un médico antes del triunfo de la Revolución en 1959. La tasa de mortalidad infantil era muy elevada, y muchas mujeres en estado de gestación fallecían en manos de “recogedoras” durante partos difíciles y peligrosos.
El lomerío cuenta, además, con varias salas de rehabilitación, consultorios médicos, sillones estomatológicos, una red de farmacias, ambulancias y otros servicios de salud para atender una amplia y escabrosa región que abarca más de 450 kilómetros cuadrados.
