Jorge Borges Ibáñez.- Es martes 19 de Febrero del 2008, es una de esas mañanas invernales en que es difícil salir de la cama, a las siete y treinta me despierta el teléfono con una llamada inesperada, me llena de sobresalto; el buró de noticias de la BBC me invita a participar en un popular programa radial, el Show de Jeremy Vine de la emisora BBC Radio 2,  en el cual se abordarían los últimos acontecimientos acaecidos en Cuba.

Mil ideas me vinieron a la mente, pero no me aventure a preguntar a mi interlocutor de que se trataba, pues  siempre actualizado del acontecer diario de mi país, me avergonzaba no estar informado.


Luego de aceptar sin vacilación, me enfrasqué en la búsqueda del acontecimiento que motivaba todo esto. Para mi sorpresa, me entero a través de la edición digital de Granma que el Comandante en Jefe Fidel Castro, había anunciado su decisión de no aspirar, ni aceptar, su reelección como Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe. Esta noticia me provocó una mezcla de sentimientos, entre todos ellos, el más importante, un gran sentimiento de orgullo y luego diré a que me refiero, cuando digo esto.

De inmediato traté de prepararme para lo que se avecinaba. Tuve que partir para tratar de llegar a tiempo a la transmisión. Cuando llegué a los estudios de la BBC en Leeds, West Yorkshire, contaba con escasos minutos antes de salir al aire en vivo, para ser interrogado por uno de los más hábiles entrevistadores de los medios de difusión británicos.

Me encuentro de repente a solas, en una pequeña habitación, con un micrófono y un par de audífonos. Sin la presencia física de un interlocutor. Nadie más. Para mi sorpresa y disgusto, Jeremy Vine,  conductor del espacio radial, al referirse al líder de la Revolución Cubana, citó las expresiones que usan los enemigos de nuestro país. Dijo que a continuación entrevistaría a dos cubanos residentes en el Reino Unido, al que escribe esta líneas, residente en Dewsbury, West Yorkshire,  como admirador de Fidel y a otra persona, que se identificó como Lourdes Forfait y dijo residir ("¿de forma no continua?") desde 1975 en North Berwick, Reino Unido,  como oponente.

Debatimos durante 6 minutos, durante los cuales defendí la imagen de Fidel como el líder de una Revolución que dio a Cuba y a todos los cubanos, libertad, dignidad, igualdad, educación, cultura y salud, logros todos que nos enorgullecen. Mi adversaria en el debate se dedicó a desacreditar a Cuba como era de esperar. Se refirió a sus experiencias familiares, que yo como cubano puedo identificar como falacias y expresó su peculiar concepto reaccionario de la democracia en Cuba.

En un momento en el que expresé que la emigración siempre ha sido usada como arma contra Cuba, inicialmente privándonos de médicos, ingenieros y personal calificado, lo que nos obligó a comenzar prácticamente a partir de cero hasta lograr los altos índices que hoy mostramos; el presentador Vine, reconoció que es una realidad indiscutible que Cuba ha logrado altísimos índices en educación y salud por ejemplo, citando cifras al respecto. La interlocutora tuvo que aceptar esos datos y se limitó a contar la misma historia de que todo eso era verdad, pero que "no había libertad" y se dedicó a justificar la deserción de unos profesionales cubanos, familiares suyos, mediante una historia que narró. Y esta señora volvió a tratar de descalificar nuestra democracia, todo lo cual refuté para añadir que existe la tendencia de darnos etiquetas y como me había disgustado el empleo del término "dictadura" por el presentador para calificar a Cuba, insistí en que la cubana es una democracia de verdadero carácter popular y participativo.

En el momento en que ella trataba de desacreditar la libertad y democracia cubanas y yo trataba de responder, en la línea de comunicación me informaron que mi tiempo había terminado, agradeciéndome la participación. Esta señora cerró la discusión repitiendo los mismos argumentos. Ninguno valido. Solo mentiras y calumnias,  a  lo que estamos habituados a oír de nuestros enemigos.

Una vez terminada mi participación, se procedió a entrevistar al miembro el Parlamento George Galloway, del partido "Respeto". Quien hizo una ardiente exposición acerca de la altura histórica de Fidel y Cuba y abordó aspectos relativos a lo que describió como agresividad imperialista contra nuestra Patria, todo ello frente a un entrevistador que lleno de prejuicios contra nuestro país, se limitó a repetir las campañas enemigas, puesto que reconoce no haber visitado la isla, ni conocer la realidad de primera mano, por lo que no es capaz de cuestionar con conocimiento propio del tema.

El programa continuó con las llamadas de la audiencia que expresaban ideas diversas sobre el tema, ataques a mi posición y también coincidentes con mi punto de vista.

Media hora después,  la emisora BBC Radio Leeds me solicitó una entrevista en vivo en sus estudios. Mi interlocutora fue Liz Greene, quien presenta el programa "Have Your Say".

Allí las condiciones fueron diferentes, enfrentando una entrevistadora muy inquisitiva, pude expresar mis respuestas de forma más sosegada. Durante más de diez minutos  tuve la posibilidad de exponer mis ideas acerca del Comandante en Jefe Fidel Castro y nuestro país, de una manera más precisa.

Una lluvia de llamadas inundó el programa radial, la inmensa mayoría con palabras de elogio a Fidel, la Revolución Cubana, la calidad humana y hospitalidad de nuestro pueblo. Fue esperanzador el que tantas personas no se hayan dejado manipular por la propaganda enemiga. Eso pude palpar.

Una vez terminada mi participación en los programas y ya de regreso a casa, me percato de que la emisora siguió transmitiendo en sus espacios informativos,  junto a la noticia relacionada con Fidel, un fragmento significativo de mi entrevista de la tarde, en que expresé:

"Por supuesto que nosotros los cubanos tenemos una democracia, una democracia de todos, no para servir a unos pocos. Tenemos una democracia nuestra, como lo hemos determinado los cubanos y no como la que aceptan algunos que desde que leyeron el primer librito de texto en sus escuelas  no entienden nada diferente. ¡Por supuesto que tenemos una democracia, basta que nos endilguen  etiquetas!"

Se imaginaran ustedes cuantas personas me han comunicado que escucharon los programas y me expresaron sus coincidencias con mis posiciones. ¡Cuánta gente apoya a Cuba! ¡Qué bien me hace sentir! Y pensar cuantas manipulaciones en la prensa para dar una imagen diferente.

Y ahora paso a explicar a que me refería cuando al principio de este escrito dije que me llenaba de orgullo la decisión de Nuestro Comandante en Jefe. No hay que pensar para reconocer la realidad. ¡Casi medio siglo, y ahi, inmenso, inconmensurable!

Me enorgullece saber que Fidel, la semilla indomable, el campeón de innumerables batallas, está presente y representado no solo por todos y cada uno de los hijos leales de nuestra Patria, sino también por millones de desamparados del mundo que ven en Cuba la esperanza, en los muchos para los cuales la Revolución Cubana es un ejemplo, en tantos que aspiran a tener, ese mundo justo, humano, posible.

 

Jorge A. Borges Ibáñez

United Kingdom


 

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