Wilkie Delgado Correa* - Cubainformación.- "--- los cubanos tendremos la posibilidad de trabajar por el bien y la felicidad de los hombres y todo un pueblo”.
En los días finales de diciembre de 2024 y en los primeros del 2025 se ha recordado y festejado en Cuba y el mundo el centenario del escritor cubano más reconocido que es Alejo Carpentier Valrmont, nacido en Lausana el 26 de diciembre de 2004 y fallecido el 24 de abril de 1980. Sus 9 novelas publicadas en el lapso de 1933 hasta 1979, sus cuentos, su inmensa obra periodística y otras publicaciones y trayectorias constituyen un monumento descollante de la cultura cubana y mundial. Además de constituir un ejemplo de fidelidad ciudadana a Cuba y a la Revolución Cubana triunfante el 1 de enero de 1959, a la cual entregó su prestigio, su labor fecunda como intelectual revolucionario, como dirigente promotor de cultura en Cuba, la donación de sus premios literarios monetarios, etc.
Siempre habrá que agradecer y admirar estas novelas de Carpentier: ¡Ecue-Yamba-O! (1933); El reino de este mundo (1949); Los pasos perdidos (1953); El acoso (1956); El siglo de las luces (1962); Concierto barroco (1974); El recurso del método (1974); La consagración de la primavera (1978); El arpa y la sombra (1979).
En 1959 estábamos lejos de imaginar que 18 años después Carpentier habría de publicar una novela titulada La consagración de la primavera en que la ciudad de Baracoa habría de ser el escenario en que viviría la protagonista principal de la obra.
Sobre el clima reinante en la sociedad cubana en los primeros meses del triunfo revolucionario y en particular en la ciudad de Baracoa, que Carpentier narra en la citada novela, recuerdo que en esa época yo desde la Sección Estudiantil del Movimiento Revolucionario 26 de Julio convocaba a los jóvenes baracoenses precisamente alrededor del viernes 30 de octubre de 1959, con estas ideas y razonamientos:
“Razones poderosas nos impelen a convocarte a la Casa del 26, sede del Movimiento 26 de Julio: Ninguna razón más poderosa que la que emana de la obligación y el deber que tenemos todos de servir a la patria. Te convocamos porque conocemos de tu conducta y proceder ante los acontecimientos nacionales, y sabemos que siempre estuviste dispuesto a sacrificarte por la causa del pueblo cubano, empeñado desde hace años en barrer con la escoria y la podredumbre, para poder vivir decentemente, sin máculas algunas que infamara su decoro y dignidad.
No olvides que la Revolución no ha terminado aún. No olvides que ella necesita del esfuerzo unificado de todos. No olvides que hay muchas cosas por hacer en nuestro pueblo. Que la revolución no sea ahora algo extraño para nosotros. Debemos laborar, dentro de la Revolución con el mismo fervor y entusiasmo que mostramos ayer cuando combatíamos al Tirano, y que el desinterés sea norma de nuestros actos. Que no nos importen las posiciones ni los cargos. Pensemos que los cargos son de carácter transitorio. Lo permanente y eterno es la responsabilidad que tenemos ante nuestro pueblo y ante nuestra conciencia.
Finalmente queremos recordarte las ideas expresadas por el escritor cubano Alejo Carpentier (en su obra El reino de este mundo): “El hombre nunca sabe para quien padece y espera. Padece, espera y trabaja para gente que nunca conocerá, y que a su vez padecerán, esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices. Pero la grandeza del hombre está precisamente en mejorar lo que es. En imponerse tareas.”.
Pero, compañeros, esta vez, sin embargo, nosotros tenemos la oportunidad de superar este vaticinio, ya que nosotros los cubanos tendremos la posibilidad de trabajar por el bien y la felicidad de los hombres y todo un pueblo”.
Un aspecto que creo de justicia destacar es el papel de Carpentier como promotor de la cultura cubana, en el cual destaca la publicación de la Biblioteca Básica de Cultura Cubana, de la que fue su Director.
En un formato modesto concebido como edición popular se publicaron los libros siguientes durante los primeros tres festivales del libro cubano, por la Editorial Lex, situada en Armagura Nros. 259-261, en La Habana.
En la primera serie publicada se incluyeron las obras siguientes:
1.Cirilo Villaverde: CECILIA VALDÉS.
2. José Martí: SUS MEJORES PÁGINAS.
3. José Martí: PESÍAS COMPLETAS.
4. Álvaro de la Iglesia: TRADICIONES CUBANAS (Tomo I)
5. Félix Lizaso: EL PENSAMIENTO VIVO DE VARONA.
6. Antología de Salvador Bueno (Tomo I) LOS MEJORES CUENTOS CUBANOS.
7. Antología de Cintio Vitier: LAS MEJORES POESÍAS CUBANAS.
8. Nicolás Guillén: SUS MEJORES POEMAS.
9. Alejo Carpentier: EL REINO DE ESTE MUNDO.
10, Enrique Labrador Ruíz: EL GALLO EN EL ESPEJO.
SEGUNDA SERIE
11. José Martí: LA EDAD DE ORO.
12. Miguel de Carrión: LAS IMPURAS (Tomo I)
13. Miguel de Carrión: LAS IMPURAS (Tomo II)
14. Álvaro de la Iglesia: TRADICIONES CUBANAS (Tomo II)
15. Juan Cristóbal Nápoles Fajardo: RUMORES DEL HORMIGO
16. Jorge Mañach: MARTÍ EL APÓSTOL
17. Luís Felipe Rodríguez: LA CONJURA DE LA CIÉNAGA
18. LOS MEJORES CUENTOS CUBANOS (Tomo II)
19. POESÍA JOVEN DE CUBA
20. LOS MEJORES ENSAYOS CUBANOS
TERCERA SERIE
21. Rómulo Gallegos: DOÑA BÁRBARA
22. Rubén Martínez Villena: LA PUPILA INSOMNE
23. Carlos Luis Fallas: MAMITA YUNAI
24. Cintio Vitier: LOS GRANDES ROMÁNTICOS CUBANOS
25. José Eustacio Rivera: LA VORÁGINE
26, Horacio Quiroga: CUENTOS DE AMOR, DE LOCURA Y DE MUERTE
27. José Antonio Portuondo: EL PENSAMIENTO VIVO DE MACEO
28, Mariano Azuela: LOS DE ABAJO
29. Alejo Carpentier: LOS PASOS PERDIDOS
30. Miguel Ángel Asturias: EL SEÑOR PRESIDENTE
Junto con este anexo de obras publicadas durante los 3 Festivales del libro cubano, aparecido al inicio de la publicación de la Editorial LEX, se publicó también la Novela LOS PASOS PERDIDOS, según la versión previamente publicada en Caracas, Venezuela, el 6 de enero de 1953.
Doctor en Ciencias Médicas. Doctor Honoris Causa. Profesor Titular y Consultante. Profesor Emérito de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Premio al Mérito Científico del MINSAP por la obra de toda la vida.
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