Las jornadas Leer la historia comenzaron el lunes último con la presentación de Así es Fidel, una compilación de más de 400 páginas en las que el periodista Luis Báez recoge anécdotas de figuras históricas, obreros y personalidades de la cultura, el deporte y el arte, nacionales y extranjeras, sobre el líder de esa Revolución que marcó un hito de ecos universales.
Con sede en el céntrico Pabellón Cuba, en la Calle 23 -en cuya intersección con la Calle 12, Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la Revolución, el 16 de abril de 1961- el programa propicia una conjunción de las artes y la cultura en permanente eclosión en estas cinco décadas.
Hoy el regalo principal será una nueva edición de La consagración de la primavera, esa obra monumental de Alejo Carpentier que culmina con la batalla y victoria sobre la agresión mercenaria en Playa Girón.
La trama despunta a finales de los años 30 de la centuria pasada en uno de los hospitales de descanso de los heridos de las Brigadas Internacionales y culmina en la batalla de Girón -hecho que conmovió hondamente a a su autor-, entrecruzando spacios y tiempos disímiles, a partir de los personajes de Vera y Enrique.
El propio Carpentier la calificó como “la más ambiciosa y larga, a la vez que la más política, resuelta y decididamente revolucionaria” de sus novelas.
Algunos títulos sobresalen en este muestrario, a grandes rasgos, del acontecer del presente y pasado sintetizado en las jornadas Leer la historia.
Como, por ejemplo, Soy un futuro en camino, una entrega del Centro de Estudios Ernesto Che Guevara, bajo el sello editorial Abril, en la que emerge una visión íntima y humana del revolucionario argentino-cubano.
El volumen agrupa cartas, poemas, fragmentos de discursos y diarios, amén de fotos familiares, como un brazo tendido a los lectores con el calor del ser viviente tras el mito.
Otro libro con redes de seducción es Jugar con las bases llenas (Béisbol, historia y Revolución), de Félix Alfonso López, sobre un deporte nacido casi a la par de las lucha independentistas del siglo XIX, devenido hecho cultural de hondo calado en la sociedad y el imaginario colectivo.
Alabada y criticada en todas las esquinas, como expresa la contraportada, el béisbol en la isla no es sólo resumen de estadísticas y números fríos sino también un fenómeno singular, "fuente de alegrías y tristezas", “sufrido y amado con desmesura y pasión”.
Los aficionados hablan de él con la misma devoción que inspira a los creyentes una catedral o un templo que, en este caso, tiene su propio recinto de gloria en el que fulguran apellidos ilustres como Digo, Kindelán, Linares, Gourriel.
Extendidas a las librerías de provincias, las jornadas Leer la historia suman la música, del jazz a la trova, la navegación a bordo de soportes digitales que permiten descargar multimedias, fotos de momentos relevantes del proceso social cubano y otros materiales audiovisuales.
Hoy el regalo principal será una nueva edición de La consagración de la primavera, esa obra monumental de Alejo Carpentier que culmina con la batalla y victoria sobre la agresión mercenaria en Playa Girón.
La trama despunta a finales de los años 30 de la centuria pasada en uno de los hospitales de descanso de los heridos de las Brigadas Internacionales y culmina en la batalla de Girón -hecho que conmovió hondamente a a su autor-, entrecruzando spacios y tiempos disímiles, a partir de los personajes de Vera y Enrique.
El propio Carpentier la calificó como “la más ambiciosa y larga, a la vez que la más política, resuelta y decididamente revolucionaria” de sus novelas.
Algunos títulos sobresalen en este muestrario, a grandes rasgos, del acontecer del presente y pasado sintetizado en las jornadas Leer la historia.
Como, por ejemplo, Soy un futuro en camino, una entrega del Centro de Estudios Ernesto Che Guevara, bajo el sello editorial Abril, en la que emerge una visión íntima y humana del revolucionario argentino-cubano.
El volumen agrupa cartas, poemas, fragmentos de discursos y diarios, amén de fotos familiares, como un brazo tendido a los lectores con el calor del ser viviente tras el mito.
Otro libro con redes de seducción es Jugar con las bases llenas (Béisbol, historia y Revolución), de Félix Alfonso López, sobre un deporte nacido casi a la par de las lucha independentistas del siglo XIX, devenido hecho cultural de hondo calado en la sociedad y el imaginario colectivo.
Alabada y criticada en todas las esquinas, como expresa la contraportada, el béisbol en la isla no es sólo resumen de estadísticas y números fríos sino también un fenómeno singular, "fuente de alegrías y tristezas", “sufrido y amado con desmesura y pasión”.
Los aficionados hablan de él con la misma devoción que inspira a los creyentes una catedral o un templo que, en este caso, tiene su propio recinto de gloria en el que fulguran apellidos ilustres como Digo, Kindelán, Linares, Gourriel.
Extendidas a las librerías de provincias, las jornadas Leer la historia suman la música, del jazz a la trova, la navegación a bordo de soportes digitales que permiten descargar multimedias, fotos de momentos relevantes del proceso social cubano y otros materiales audiovisuales.
Los cubanos viven su propia fiesta con la lectura como un imán que atrae, una corriente de energía a flor de piel con el acontecer de la nación a manera de brújula y guía.
