La adquisición de uno similar en el mercado internacional está valorada entre 115 y 120 mil francos suizos, y sin su funcionamiento la planta no podrá producir las mezclas necesarias con vistas a la elaboración de bioplaguicidas, indicó Rodríguez.
Manifestó que pese a la falta de piezas para los mantenimientos programados, los trabajadores ponen ingenio e imaginación en aras de que no hayan atrasos en la entrega de los productos al sector agrícola.
Entre estos está el Verticid, un bioplaguicida empleado en el control de la mosca blanca, que beneficia cultivos de pepino, pimiento, col, frutabomba, quimbombó y tomate.
Actualmente se trabaja en los proyectos civiles para el montaje de una planta de biofertilizantes, que suplirá la compra de fertilizantes químicos en el exterior, con el consiguiente ahorro de divisas a la economía, acotó.
Cuba 10 fue fundada en 1983, como parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con el objetivo de establecer tecnologías apropiadas que permitieran utilizar subproductos de la industria azucarera cubana, como fuente energética y proteica destinada al desarrollo pecuario del país.