Hasta el momento, suman 77 las que han recibido el servicio este año, y en las próximas jornadas se deberán completar las restantes nueve
Ronald Suárez Rivas - Diario Granma - PINAR DEL RÍO.— Las 86 comunidades rurales de Vueltabajo que todavía no habían sido electrificadas por lo difícil del acceso, quedarán conectadas al sistema antes de que concluya el 2015.
Hasta el momento, suman 77 las que han recibido el servicio este año, y en las próximas jornadas se deberán completar las restantes nueve.
Así lo estima Michel Casal, director de inversiones de la Empresa Eléctrica pinareña, quien asegura que nunca antes se había avanzado con tanta rapidez.
“La primera electrificación masiva que realizó nuestra entidad fue en la década de los 80, pero no tuvo esta magnitud —advierte Michel—, y en los últimos años, solo habíamos estado haciendo entre dos y tres comunidades”.
Según el especialista, ha sido un trabajo arduo, por la lejanía de la mayoría de los lugares. “Para llegar a Jagua Vieja, por ejemplo, en el municipio de La Palma, hubo que tirar 12 kilómetros de líneas primarias”.
En total, para acometer la tarea, se han tenido que colocar alrededor de 4 000 postes, una cifra que normalmente se utilizaba en la empresa en tres o cuatro años de trabajo.
Además, ha habido que instalar más de 250 transformadores y cientos de kilómetros de cable conductor.
Casal asegura que con estas labores, en toda la provincia solo quedarán unas 1 600 viviendas sin servicio, por no resultar factible desde el punto de vista técnico ni económico su conexión al Sistema Electroenergético Nacional.
Para estos casos, a partir del 2016 se iniciará un proceso para que reciban la corriente a través de paneles fotovoltaicos.
El especialista señaló que otro de los resultados del año, sería la eliminación de siete tendederas y la electrificación de 104 posiciones de riego para la agricultura, algo que tampoco se había logrado antes.
“Todos los trabajos se hicieron con fuerzas de la provincia, con el apoyo de los pobladores de las zonas beneficiadas, quienes contribuyeron en la apertura de huecos, la poda o la tala de la vegetación y el traslado de los postes, y la atención a los linieros”, explicó.
Dijo además que el impacto social ha sido enorme y que ha propiciado el retorno a esas comunidades de personas que se habían marchado de ellas, en busca de las bondades de la electricidad.