Los lineamientos del gobierno establecidos al respecto se vincularon estrechamente con una organización de masas nacida el 23 de agosto de 1960, con el propósito de desarrollar políticas y programas en busca del pleno ejercicio de la igualdad en todos los ámbitos y niveles de la sociedad: la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Sus antecedentes se encuentran en otras estructuras que la precedieron y que se aglutinaron finalmente en ella como la Unidad Femenina Revolucionaria de las mujeres campesinas, la Columna Agraria, las Brigadas Femeninas Revolucionarias, los Grupos de Mujeres Humanistas, Hermandad de Madres, entre otras.
La FMC se estructura sobre una base territorial, desde el nivel nacional, provincial y municipal, la cual se vinculan con las bases a través de las organizaciones que de forma voluntaria funcionan a nivel de las comunidades, con mujeres mayores de 14 años de edad, requisito indispensable para pertenecer a la organización.
Las mujeres espirituanas abrazaron la Federación desde su surgimiento y actualmente la emancipación alcanzada se evidencia con su considerable aporte al desarrollo económico y social del territorio, donde resultan imprescindibles.
Ellas aquí también constituyen el brazo derecho de los hombres en los campos espirituanos y miles de féminas laboran directamente como campesinas en las cooperativas de esta región central del país.
Las campesinas espirituanas ya hacen su historia propia con estos roles protagónicos, despojadas de los prejuicios discriminatorios que antes del triunfo revolucionario las hacían a un lado y las destinaban sólo a la crianza de los hijos y a las labores domésticas.
María Elena Pérez, funcionaria de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños en Sancti Spíritus, comentó a la prensa que, en una tierra agrícola y ganadera como ésta, ellas resultan un sostén importante en las cooperativas, donde se desenvuelven cerca de 5 400, sobre todo en las denominadas Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), principalmente a partir de la ampliación de esta estructura productiva con el proceso de entrega de tierras en usufructo.
También un grupo no despreciable se encuentra directamente vinculado a labores productivas en el campo en la atención a los cultivos varios, el tabaco, el café y la ganadería. Otro de los frentes donde se ha sentido la presencia de la mujer en los últimos tiempos es la agricultura urbana para el fomento de la producción de vegetales frescos, hortalizas y condimentos.
Fuente: Radio Sancti Spíritus