Alberto Buitre - Oficio Rojo - Cada 26 de julio en México, como desde hace 60 años, decenas de organizaciones políticas salen a las calles a solidarizarse con Cuba y sus causas. Me gustaría mucho ver a las estructuras de la Revolución Cubana solidarizarse hoy con el pueblo mexicano que clama justicia por los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el 27 de septiembre.
Sé que Cuba la tiene complicada con México.
Recién se reanudaron relaciones bilaterales luego de 12 años de parálisis.
Sé que mucho de ello ha dependido el estrecho vínculo diplomático entre el Estado cubano y el PRI-Gobierno mexicano.
Sé que hay un Bloqueo de por medio; que Cuba necesita los recursos de la inversión mexicana para paliarlos. Que hay agradecimiento profundo por la condonación que Mëxico hizo del 70% de la deuda que la isla sostenía con este país.
Pero, caray, que me gustaría verlo.
Saber a la heroica Juventud Comunista y a la Federación de Estudiantes Universitarios de Cuba, expresar su solidaridad con sus pares mexicanos masacrados por el Gobierno. Sí me gustaría.
Y sé que la solidaridad es mutua.
Sé, que nadie como los cubanos para sentir en el corazón el dolor ajeno, bajo la enseñanza del Che.
Mis amigos cubanos todo el tiempo me muestran su preocupación por México. Aman a México. Conocen sus problemas y se indignan como cualquiera de nosotros. Realmente hay un vínculo histórico y cultural muy importante.
El cubano es quizá el más mexicano de todos los latinoamericanos.
México fue el único país de América que no rompió relaciones con Cuba tras el triunfo la Revolución del 26 de Julio.
Defendió su amistad en el seno de la Organización de Estados Americanos.
Lázaro Cárdenas fraguó la liberación de Fidel Castro cuando cayó preso en la Ciudad de Mëxico.
Lo sé. Es mucho lo que hay de por medio.
Posiblemente las estructuras no representen los ideales. La diplomacia sucumbe ante el corazón de los pueblos.
“Revolución es cambiar lo que tiene qué ser cambiado”, pronunció el Comandante en Jefe en su famoso discurso “¿Qué es Revolución?”.
Hoy el pueblo ensangrentado, rabioso y desesperado de Mëxico necesita de la fuerza moral de la Revolución Cubana, de su luz como faro de América.
Me gustaría mucho que ocurriera.