Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Justo un año atrás, publiqué Cuba: ¿vuelve? la mala fe de EL PAÍS para darle respuesta al trabajo de ese periódico madrileño “Cuba acuerda con sus médicos que no serán repatriados si se contagian/ Los facultativos enviados a África para luchar contra la epidemia de ébola no volverán a la isla para ser tratados si se infectan”. Ahora, vuelvo al mismo rotativo español porque este 10 de Septiembre exhibe “Cuba y EE UU negocian el intercambio de prófugos/ Washington pedirá la revisión del asilo concedido por La Habana a delincuentes comunes norteamericanos” —preámbulo de la intención en esta oportunidad.

EL PAÍS en esta ocasión se refiere a que este viernes 11 del corriente se reúne en la capital de la Mayor de las Antillas la comisión bilateral de los vecinos de ambos lados del Estrecho de la Florida para redactar la agenda de asuntos pendientes entre Estados Unidos y Cuba en temas migratorios, Guantánamo, Radio Martí, derechos humanos y las indemnizaciones reclamadas por quienes perdieron sus propiedades a ser nacionalizadas [sic —sin obviar nuestro criterio de compensaciones, acoto].

En correspondencia, dice que Washington planteará la revisión del estatus de refugiado político concedido por Cuba a fugitivos de la justicia norteamericana con cargos de asesinato, terrorismo, secuestro y estafa; que a lo largo del medio siglo de confrontación política e ideológica, decenas de prófugos que se decían antiimperialistas encontraron refugio en la isla, mientras Cuba denunciaba a Estados Unidos por su supuesta complicidad con quienes intentaron acabar con la revolución a bombazos.

Asimismo, alude al “anticastrista Luis Posada Carriles”, dándose el ¿lujo? de omitir el verdadero carácter del architerrrorista que todavía disfruta de la protección de las autoridades políticas de la Unión Americana, aunque no le queda más remedio que hacer constar: “Posada Carriles es considerado el autor intelectual del atentado que costó la vida a los 73 pasajeros de un avión de Cubana de Aviación, en 1976. Vive en Miami y nunca ha sido imputado en Estados Unidos. Venezuela pidió su extradición”. Pero de ahí en adelante, el grueso de su información apunta a supuestos delicuentes acogidos en el Caimán Verde y pasa por alto la larga lista de prófugos, estafadores, terroristas y todo tipo de maleantes a quienes el Águila Imperial ha dado asilo.

Los datos registrados en ese hipervínculo dan cuenta de unos sesenta delincuentes que están identificados como prófugos latinoamericanos radicados en territorio estadounidense, la mayoría de ellos con pasado terrorista y un marcado número envueltos en actos vandálicos ocurridos en la Isla. “La caída del régimen de Fulgencio Batista, sostenido por Washington, marcó la llegada al sur de la Florida de miles de cómplices de la dictadura que la CIA luego reclutó para las operaciones terroristas que ejecutó y encubrió contra la revolución cubana” —dice el registro.

Así, por orden de inscripción, entre otros, aparece: Ángel de Fana Serrano, participó en 1997, en Isla Margarita, a un complot para asesinar al líder cubano Fidel Castro durante la durante la Cumbre Iberoamericana. Socio de Luís Posada Carriles. De Fana conspiró también para asesinar al presidente Chávez; Armando Valladares, cómplice del intento de magnicidio de Santa Cruz, Bolivia, y de varios actos terroristas,  fue preso en Cuba por poner bombas en tiendas y retomó su trabajo con la CIA desde su salida de la isla; y Carlos Alberto Montaner, vive desde varias décadas de sus prestaciones contra Cuba. Prófugo de la justicia cubana por poner bombas en tiendas y cines en 1960, fue miembro de la red terrorista de Orlando Bosch. Tiene residencias en EEUU y España.

Igualmente, Pedro Remón, sicario de la CIA, asesino de Félix García Rodríguez y Eulalio Negrin, en Nueva York; cómplice de Luís Posada Carriles, condenado por terrorismo en Panamá. Radicado en Miami con protección del FBI; Reinol Rodríguez, asociado a Luís Posada Carriles: cómplice del asesinato en Puerto Rico de Carlos Muñiz Varela. Actual jefe militar del grupo terrorista Alpha 66, tolerado por el FBI. Radicado  en Miami; Roberto Martín Pérez, hijo de uno de los más famosos esbirros de la dictadura de Batista, ex jefe del Comité paramilitar de la Fundación Nacional Cubano americana (FNCA); y, ¿quién, si no?, Luís Posada Carriles, agente de la CIA y terrorista internacional.

He aquí algunos casos que considero que vale la pena incorporar a la óptica actual de EL PAÍS en el tema de las conversaciones Cuba-EEUU.