Francisco Rodríguez - Blog "Paquito el de Cuba" / Cubainformación - Video: Ilgaworld.- Casi coincidente con la celebración este 4 de diciembre del noveno aniversario de mi blog, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Trans (Ilga, por sus siglas en inglés) me acaba de regalar la sorpresa de difundir en sus páginas oficiales una entrevista donde me presentan como un defensor de los derechos humanos en Cuba.
A veces uno le tiene miedo al uso de términos cuya manipulación política en relación con nuestro país nos remite a historias turbias y nada gratificantes con las cuales en muchas ocasiones intentaron empañar, e incluso agredir, lo hecho por la Revolución cubana en materia de igualdad de derechos y equidad social.
Sin embargo, es posible y muy deseable defender los derechos humanos en Cuba, porque también nos falta mucho camino por andar en ese imprescindible camino. Hacerlo implica una postura crítica hacia lo logrado y lo que nos falta, y cuando lo hacemos con total honestidad, ello conlleva a que seamos personas incómodas tanto para los propagandistas a ultranza del sistema, ya sea por convicción o por la salvaguarda de algunos privilegios, como para los enemigos recalcitrantes del socialismo, que disfrazan sus intereses nada altruistas con las etiquetas de opositores o disidentes.
Y no implica esta toma de distancia ningún posicionamiento intermedio. No creo en los centros ni en las neutralidades. El centrismo y los extremismos son en política solo formas de enmascarar o procurar beneficios, la mayoría de las veces con motivaciones en el fondo individualistas. Como todo en la vida, estás son afirmaciones que tal vez requieran matices. Nada es absoluto, sobre todo en materia de subjetividades y filiaciones.
Como llegué a los 48 años sin nada material por cuya salvaguarda preocuparme, soy libre de decir lo que pienso y hacer lo que quiero, con toda la responsabalidad de que soy capaz, en función de lo que siento y creo más justo, para contribuir al bienestar colectivo de las personas LGBTI y también de mi patria en su concepto más amplio. Es mi idea muy particular sobre ser militante y comunista.
De eso van los nueve años de este blog. Gracias, Ilga, otra vez. Trataré de ser consecuente con esa nueva etiqueta que me endilgan y que considero me queda todavía muy grande: defensor de los derechos humanos en Cuba.
