Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Citado por Strategic Culture, Zhang Jiadong, investigador y profesor en el Centro de Estudios Americanos de la Universidad china de Fudan, considera que Estados Unidos está aprendiendo a lidiar con su nuevo estatus mediante un cambio de políticas. Luego que Donald Trump asumiera la presidencia, la política interior y exterior de Estados Unidos ha experimentado un dramático giro.
En primer lugar, Washington ha comenzado a mirar más hacia sus asuntos internos promoviendo el lema “América Primero” en detrimento de su política anterior y una agenda hegemónica propia con hincapié en la soberanía, la reciprocidad y el nacionalismo.
En segundo lugar, su apertura y su inclusión están cambiando gradualmente hacia la cercanía y la estrechez. (Respecto a su trato con China, el comportamiento de EEUU se ha hecho más estrecho en materia de inmigración y del tratamiento con expatriados chinos).
En tercer lugar, Washington ha pasado de ser promotor de su versión de la justicia en abstracto a la defensa de sus intereses.
Hay quienes creen que EE.UU. ha sido así siempre y lo que ha marcado la diferencia es la franqueza de su nuevo presidente. Otros piensan que se trata de un ajuste gradual y Washington regresará a su nivel de apertura e inclusión de siempre.
Cuando terminó la II Guerra Mundial, EE.UU. era un líder integral. Su PIB representaba más del 50 % del total mundial, y la producción manufacturera era de entre el 60 y el 70 % de ésta. Militarmente, era más fuerte que todos los demás países juntos. A medida que las élites científicas y educativas huyeron a Estados Unidos para buscar asilo durante la guerra, el país se convirtió, y sigue siendo, el centro científico y educativo del mundo. Desde el punto de vista financiero, los principales recursos financieros del mundo se encontraban, en su mayoría, en manos de los Estados Unidos. Estados Unidos fue considerado líder y liberador del mundo libre, pese a que fue el último país importante en incorporarse a la Segunda Guerra Mundial con las fuerzas aliadas para derrotar al fascismo.
Debido a esto, EE.UU. pudo establecer un enorme sistema hegemónico. Aunque la Unión Soviética tenía capacidad para desafiar a EE.UU. en algunos campos, como el militar, Washington emergió como el país más poderoso del mundo en términos de fuerza nacional integral.
En el mundo posterior a la Guerra Fría, el poder político de Estados Unidos alcanzó su punto máximo tras ganar la primera Guerra del Golfo. Estados Unidos dominó casi por completo el mundo en las condiciones de un orden mundial unipolar.
Sin embargo, todo comenzó a declinar luego que EE.UU. sufrió graves reveses económicos y de seguridad. Los ataques del 11 de septiembre del 2001 pusieron de manifiesto que su seguridad no era absoluta. La crisis hipotecaria de 2007 reveló su vulnerabilidad económica y la crisis financiera mundial de 2008 demostró que Estados Unidos también necesitaba de apoyo exterior.
Debido a los cambios en el orden mundial y su estatura internacional, algunas de las políticas de Estados Unidos que fueron efectivas en el pasado dejaron de funcionar. El comercio solía ser una actividad mediante la cual Washington influía en las políticas internas y externas de muchos países, por ejemplo. Antes de la entrada de China en la OMC, EE.UU. utilizaba el trato unilateral de nación más favorecida como palanca para influir en algunas de las políticas internas y externas de China. Ya no puede hacerlo.
En la reciente disputa comercial entre China y EE.UU., algunos importantes pasos adoptados por EE.UU. ya no han sido permitidos por la OMC. La influencia de Estados Unidos en el comercio de otros países, también ha dado señales de debilitamiento.
Incluso en la defensa, su influencia relativa se ha reducido y cada vez son más los países que están desarrollando capacidades de defensa naval y aérea.
Durante un largo período posterior a la II Guerra Mundial, EE.UU. había sido un hegemón marítimo. Ahora, las fuerzas marítimas de países asiáticos como China, Japón e India, se han fortalecido y más Estados ribereños reclaman derechos sobre sus aguas en virtud de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Aunque las fuerzas marítimas y aéreas y Estados Unidos no hayan sido aun expulsadas, su libertad para operar fuera de sus aguas y espacio aéreo ha disminuido.
Con su liderazgo erosionado, Estados Unidos ha comenzado a cambiar la naturaleza de sus políticas y trata de compensar su menor influencia mediante ajustes, acoso e intimidación.
Para evitar la confrontación estratégica directa con Washington algunos países hacen concesiones. “Pero, a la larga, las relaciones de EE.UU. con otros países, China incluida, volverán a la lógica de las relaciones internacionales”, según vaticinio del investigador y profesor chino Zhang Jiadong.
*Manuel E. Yepe, periodista cubano especializado en política internacional, profesor asociado del Instituto de Relaciones Internacionales Raúl Roa de La Habana, miembro del Secretariado del Movimiento Cubano por la Paz.
- Especial para el diario POR ESTO! de Mérida, México.