Desde hace mucho tiempo, quizás más de 100 años, el pueblo unido de Cuba ha demostrado su dignidad en todos los frentes. El padre de la patria, Carlos Manuel de Céspedes, fue el impulsor de la Revolución Cubana y Fidel Castro su ejecutor final con su entrada en La Habana el 1º de enero de 1959. Todo un periódo de revoluciones, golpes de estado, quintacolumnistas (que hay muchos) o sea, traidores a la Revolución Cubana, pero el pueblo ha sabido y sabe sufrir con dignidad todos los momentos críticos por los que ha pasado. No podemos desesperarnos nunca jamás y seguir en el camino que nos marca el presidente Díaz-Canel y las consignas del poder popular, porque el enemigo está ahí y no cejará en sus políticas destructivas apoyadas y dirigidas por el imperio. Dije anteriormente "su ejecutor final" y así es y nosotros tenemos, no solo la obligación sino el derecho de seguir en la senda en la lucha por la dignidad y resistir ante todas y cada una de las agresiones de las cuales somos víctimas y el bloqueo económico, comercial y financiero sigue más vigente que nunca, incluso y a pesar de todo el presidente del imperio sigue necesitando los votos de la gusanera instalada en La Florida. Gente sin escrúpulos y con mucho odio en su cuerpo.  A  pesar de todo lo dicho Cuba y el pueblo cubano, podemos y decimos, que ha vencido al criminal covid-19 gracias a sus vacunas y por supuesto a los científicos-médicos que no han parado ni un solo momento en su trabajo constante y diario. E incluso exporta sus vacunas a otros países necesitados, algunos de ellos europeos y estos "algunos" siguen las directrices del imperio desgraciadamente votando contra el bloqueo en la ONU pero sigue aplicándose el artículo III impuesto en la era Trump.

 

Gerardo Moyá Noguera