Gerardo Moyá Noguera*.- Leo y con toda, digámoslo, alegría que el Papa Bergoglio ha sido "crucificado" por los contrarrevolucionarios de Cuba en la ciudad de Miami y además, le dicen que " pida perdón a Cristo". Pero qué farsantería, cuando son ellos, los contra, que no dejan respirar ni de atacar a la isla hermana de Cuba!. Cuba está en guerra permanente y esta guerra no necesita de tanques ni de ninguna arma, tienen la palabra y la utilizan como les da la gana.
Ponen bombas, incluso en hospitales, en las escuelas y todo para que el pueblo unido cubano lo esté más que nunca. Pueden, los contra, dirigirse al sumo pontífice en los términos como lo hacen, pero jamás conseguirán que el gobierno de Cuba con Díaz-Canel al frente y con todas las enseñanzas y sacrificios de los próceres y con tanta sangre derramada en pro de la revolución desistan o claudiquen ante tales insultos y maniobras barriobajeras. Una vez más la valentía del Papa ha servido y servirá para que el gobierno cubano siga siempre en la senda revolucionaria por sus apoyos mundiales de personas y altos dirigentes estatales y sobre todo cristianos. Dejen de una vez de hostigar y de hacer el ridículo en el Vaticano y en el mundo entero y que el 15 de este mes, día que tiene prevista una manifestación en las ciudades cubanas, va a tener una respuesta del pueblo cubano de más unidad y resistencia. ¿Es que no se dan cuenta que, incluso dicho por Obama en la Habana, este no es el camino adecuado, que no van bien, que después de más de 60 años del criminal bloqueo no han conseguido ni conseguirán nunca jamás, que el pueblo cubano, al que no conocen en su totalidad, claudique ante la revolución y todos los sacrificios que han hecho y llegado el momento se vaya al carajo? No, no va a ser y además las equivocaciones y desmadres de " patria y vida" no conducen más a que el pueblo de Cuba se mantenga más unido y más revolucionario que nunca. Sí; patria o muerte, venceremos! y este es el camino que hemos conseguido y al que nunca renunciaremos. Para más escarnio le piden al Papa que pida perdón a las autoridades italianas, pero, digo yo, ¿qué perdón? no merece perdón el que no supo perdonar, los contra, claro.
Gerardo Moyá Noguera
* Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba