Geraldina Colotti - Resumen Latinoamericano / Cubainformación.- «Escuchar al pueblo para gobernar obedeciendo». Este es el tema en la campaña de Barinas. El candidato del PSUV, Jorge Arreaza, lo está asumiendo en términos inequívocos, recorriendo a lo largo y ancho el Estado que se propone administrar; de ser elegido gobernador el 9 de enero. La nueva fecha se hizo necesaria tras la incapacitación del contendiente opositor, Freddy Superlano, quien no contaba con los requisitos legales para ejercer un cargo público.


Barinas es de enorme importancia, tanto económica como simbólicamente, por ser la cuna del Comandante Hugo Chávez. Desde el triunfo del comandante en las elecciones presidenciales de 1998, Barinas siempre ha sido gobernado por el chavismo, que ahora se cuestiona, en sus niveles más altos, sobre los síntomas de una crisis, determinada por factores objetivos pero también subjetivos, que la extrema derecha está tratando de aprovechar. El PSUV ha desplegado el comando de campaña nacional Aristóbulo Isturiz enviando a Barinas a su máximo representante, el Capitán Diosdado Cabello, junto a la vicepresidenta del parlamento, Iris Varela, y ha decidido celebrar allí la reunión nacional de la dirección del partido.
Barinas, que desde el punto de vista político y administrativo forma parte de la región de los Andes y Los Llanos, es un importante motor productivo de Venezuela. La capital del mismo nombre, fundada en 1577 por el español Juan Andrés Varela a 188 metros sobre el nivel del mar, gozó de inmediato de una especial importancia comercial y estratégica y, hasta principios del siglo XX, fue la tercera ciudad más poblada del país.
Hoy en día es la región más importante y próspera de los llanos occidentales, sede de dos universidades («Santa Inés» y «Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora»), y cuenta con una importante industria hotelera basada en el turismo. La capital se ubica en el centro de una rica región agrícola cuya economía, en la época colonial, se basaba principalmente en el tabaco al que, posteriormente, se le sumó el cultivo de caña de azúcar y cacao, se construyeron industrias agroalimentarias, se incrementó la ganadería. Un nuevo impulso a la economía llegó con el descubrimiento y explotación del petróleo con que el Estado es rico, en un país con las mayores reservas de oro negro del mundo.
Para la derecha, conquistar Barinas también significaría controlar un importante corredor fronterizo que conduce a Colombia, cuyo gobierno lidera, en nombre de Washington, los ataques al socialismo en la región. “No queremos guarimbas y fascismo para Barinas —dijo Arreaza— recordando el perfil golpista de líderes de extrema derecha que, como Leopoldo López, “apoyan al nazismo en Chile” y a todas las fuerzas reaccionarias de la región. Barinas —agregó— debe convertirse en un «Estado potencia» en el proyecto de un país potencia liderado por Nicolás Maduro. Por eso, Arreaza llamó a la unidad a todas las fuerzas revolucionarias, no solo para garantizar la victoria el 9 de enero, sino para «curar las heridas» de Barinas, dando soluciones a los problemas según las sugerencias del poder popular.

En una reunión con representantes del Gran Polo Patriótico en el Central Azucarero Ezequiel Zamora, Arreaza declaró: «Quiero ser un gobernador que tome decisiones en una asamblea, en una comunidad, en una fábrica, en un cafetal»; como dijo Simón Bolívar. Seré un gobernador que tome decisiones con los trabajadores. Estamos sembrando la esperanza en Barinas”.
Según lo establecido por la autoridad electoral (CNE), la campaña electoral comenzará oficialmente el 22 de diciembre y los candidatos deberán presentar su programa. Sin embargo, el estilo y el mérito del trabajo de Arreaza ya están bien definidos en las reuniones organizadas desde el anuncio de su candidatura, en pleno diálogo, tanto con las demandas del poder popular como con las del gobierno central. Con su estilo directo y razonado, que va directo al meollo de los problemas, Arreaza tiene el perfil y la experiencia para ser creíble y escuchado.
El exvicepresidente de la República, exministro de Relaciones Exteriores y luego de Industrias, señaló que había sido elegido primero por Chávez y luego por Maduro para estas delicadas tareas, que le permitirían —dijo— acceder al ejecutivo para una pronta solución de algunos problemas. Su discurso tuvo lugar el pasado viernes, cuando el candidato visitaba la localidad de Santa Inés, en la conmemoración del 162 aniversario de la histórica Batalla de Santa Inés, liderada y combatida en 1859 por el General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora.
«Tierra, mujeres y hombres libres», exclamó Arreaza en este municipio, escuchando las peticiones de los campesinos y prometiendo hacer otra batalla de Santa Inés desde el 9 de enero. Como ejemplo de gobierno al servicio del pueblo, Arreaza ha establecido canales de comunicación directa con los agricultores de Barinas, como la apertura del correo electrónico contacto@jaarreaza.org.ve. Y, de inmediato, solicitó y obtuvo del Fiscal General de la República, Tarek William Saab, el establecimiento de un organismo judicial en materia agropecuaria, que veinte años después de la aprobación de la Ley de Tierras acoja las denuncias de los agricultores. Una ley que ha afectado gravemente al latifundio mediático, pero cuyas intenciones siguen siendo rechazadas por los latifundistas. Por ello, el defensor del Pueblo, Alfredo Ruiz, ha prometido la creación de una defensoría agraria que tenga proyección nacional.
Por consiguiente, Barinas, será un laboratorio para el relanzamiento del proyecto chavista; que sabe aprender de sus errores y se prepara una vez más para afrontar el feroz bloqueo económico-financiero que ha afectado fuertemente su economía; siendo Barinas un Estado que abastece alimentos a todo el país.
Arreaza, como canciller vio de cerca los tentáculos del monstruo imperialista y lo enfrentó sin miedo, sin ceder a chantajes y lisonjas, sin ser sobornado ni desviado; por lo que se ha merecido el título de «Canciller de la Dignidad». Ahora, promete hacer brillar nuevamente la dignidad de Barinas y el sueño de Hugo Chávez.
Y si la almiranta Carmen Meléndez, a pesar de ser de Barinas, ganó con gran éxito la Alcaldía de Caracas; Arreaza, que viene de Caracas pero tiene familia en Barinas y tuvo como guía a un maestro como Chávez; muy bien puede repetir el triunfo en el territorio del Comandante Eterno.

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