José A. Amesty R.- Imaginamos las luchas políticas internas en el Perú, con Castillo como Presidente y la Oligarquía peruana, a la hora de definir la relación con Venezuela.
De allí, que nos sorprende la noticia que el embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Alexander Yánez Deleuze, presentara las cartas credenciales que lo acreditan oficialmente ante la República del Perú.
El diplomático venezolano fue recibido por el ministro de Relaciones Exteriores del país andino, Oscar Maúrtua de Romaña, en la ciudad de Lima.
La ceremonia protocolar se desarrolló en el Palacio de Torre Tagle, en donde ambas autoridades expresaron el interés de trabajar en favor de la amistad e integración de ambos pueblos.
La designación de Alexander Yáñez, fue realizada por el presidente Nicolás Maduro, el pasado mes de octubre, en el marco de una nueva etapa de las relaciones bilaterales entre Perú y Venezuela.
Yánez es licenciado en Ciencias Políticas, mención Relaciones Internacionales, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en donde también ha realizado carrera como docente. Fue viceministro para Temas Multilaterales del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, hasta el año 2020.
Anteriormente ya había ejercido funciones como Embajador en Perú y como Encargado de Negocios de la Embajada venezolana en Belice.
Pese a que lo anterior, podría denotar cierta fricción-tensión o inusual ahora, en las relaciones peruano-venezolanas, la historia de Perú y Venezuela, según el escritor peruano Gustavo Espinoza, “Son muchos (y antiguos) los vínculos que unen a los pueblos de Perú y Venezuela. Tantos, que bien pueden considerarse hoy (y a mucha honra) pueblos hermanos”.
Sigue señalando el escritor Espinoza, “Aunque el territorio venezolano no perteneció al virreinato del Perú, los lazos entre nuestros pueblos, comenzaron a anudarse en un nivel más alto. Personalidades, como Francisco de Miranda o Andrés Bello, visitaron distintos países de la región y estuvieron en el Perú”.
Igualmente señala el escritor peruano, “Simón Bolívar, el Libertador de cinco Naciones, fue, en esencia, quien consolidó la Independencia Nacional. Él, y el Gran Mariscal Antonio José de Sucre, otro ilustre venezolano, al que nuestra historia no le ha deparado el legítimo reconocimiento que le corresponde; fueron los fautores calificados de la gesta que selló la Independencia de América en suelo peruano”.
La oligarquía limeña, mezquina y angurrienta en extremo, siempre quiso negar el aporte de estas figuras a nuestro proceso histórico. A Bolívar le saltaron con odios enjaulados los exponentes de la sociedad criolla, aquellos que se acostaron “realistas”, y despertaron republicanos. Y lo obligaron a irse del país, para organizar (ellos) la “sociedad peruana”, desigual, discriminadora y dependiente; que heredamos.
Más adelante señala y destaca Espinoza, “durante 200 años fuimos casi Repúblicas paralelas. Tuvimos procesos con diferencias y similitudes, pero nos dimos la mano una y otra vez cuando la realidad lo exigió. Por eso aún se habla del apoyo de militares venezolanos (incluido Hugo Chávez) al proceso de Velasco; y de la acogida que tuvieron en distintas ciudades de Venezuela los peruanos que huyeran, en los años 80 del siglo pasado de la barbarie apro-fujimorista. La desgracia nos hizo aún más hermanos. Las casas de Chincha en el 2007, la “Operación Milagro” y la ayuda petrolera, hicieron más de lo que hoy busca desconocer una huachafa “asociación de enemigos de Venezuela” que lidera una augusta basura del cogollo alanista del APRA”.
En fin, hay toda una historia, sin duda alguna, de hermandad entre Perú y Venezuela.
No obstante, la oligarquía limeña, los medios de comunicación, el Congreso de la Republica y la derecha peruana, entre otros, buscan cada vez más exacerbar las tensiones entre Perú y Venezuela. Señalan un alineamiento de Perú con el Foro de Sao Paulo, la política exterior de Bolivia, Venezuela, la confluencia de Cuba y México. Esa confluencia implica la supuesta adopción de la tesis del multilateralismo y la multipolaridad que esgrime Rusia.
Más se exacerbaron, cuando Castillo y Maduro conversaron. El escritor Alberto Adrianzén M. señala que algunas posibilidades de esta conversa, fueran que: La derecha quiere impedir el reconocimiento del gobierno de Nicolás Maduro. Que la derecha pretende además alinear al Perú con los gobiernos más reaccionarios de la región, pertenecientes al llamado Grupo de Lima, un cadáver insepulto. Que la derecha peruana buscaba que las negociaciones que tuvieron o tienen lugar en México, gracias a la intermediación del llamado Grupo de Contacto, que encabeza Noruega, entre el gobierno de Maduro y la mayoría de la oposición venezolana, (incluido el partido de Guaidó), fracasen.
Amistad e Integración, son las políticas relacionales que desea el presidente Castillo, entre Venezuela y Perú.
No obstante, sigamos revisando ahora, el pasado inmediato en las relaciones peruano-venezolanas:
En el año 2010, mientras Venezuela se preparaba para recibir a Vladimir Putin, quien vino a concretar varios convenios que incluyen a la entrega de helicópteros MI-17 y la adquisición de 92 tanques rusos T-72 y el lanzamisiles múltiple Smerch. El portaaviones estadounidense “USS Carl Vinson”, anduvo por las costas de Perú, realizando maniobras conjuntas con la Fuerza Aérea y la Armada peruana.
-
En el año 2012, en las presidencias de Hugo Chávez en Venezuela y Ollanta Humala en Perú, se establecieron diversos acuerdos de cooperación con el objetivo de promover y concretar la integración de Venezuela y Perú, y de toda América del Sur y el Caribe. Los gobiernos firmaron diferentes acuerdos de cooperación en áreas energética, comercio, educación y en materia social.
-
En el año 2013, los medios escritos del Perú: La República, El Comercio, Perú21, Correo, Trome, entre otros, señalaban fraude en las elecciones entre el candidato opositor venezolano Henrique Capriles y el Candidato Nicolás Maduro, a la presidencia venezolana, al triunfar éste último.
-
En el año 2014, un nuevo show mediático se fabricó en Perú, dirigido al ataque mediático contra Venezuela. Como organizadores del encuentro se presentan la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) y la Universidad de Lima, ocasión que aprovecharán los enemigos de la Revolución Bolivariana, para mantener un escenario más de su guerra ideológica contra la misma.
Este circo montado en la Universidad de Lima, como expresión de los esfuerzos de la derecha latinoamericana y de países como Estados Unidos, Suecia, Alemania y otros, para cuestionar la legitimidad (no solo del gobierno venezolano), sino para implementar estrategias desestabilizadoras contra los procesos integracionistas en América Latina, y para promover acciones antigubernamentales contra las naciones del ALBA.
En fin, es toda una historia marcada entre dos naciones hermanas, por la relación familiar existente entre dos parientes, que quizás se “aman y odian”, pero que al fin los entrelaza una afinidad de hermanos.