Jean-Guy Allard - Granma Internacional.- En el mismo momento en que George W. Bush imponía su perorata contra Cuba, el 24 de octubre, en los salones dorados del Departamento de Estado, su secretariado recibía el texto de una resolución del Senado puertorriqueño reclamándole la liberación de presos políticos encarcelados en EE.UU. desde hace 27 años.
Los senadores de la isla aprobaron una resolución en la que piden al mandatario norteamericano la inmediata excarcelación de Carlos Alberto Torres, Oscar López y Haydee Beltrán. Esos tres patriotas puertorriqueños "han permanecido encarcelados por 27 años en los Estados Unidos cumpliendo condenas por causas relacionadas con la lucha por la independencia de Puerto Rico", precisa el texto de los legisladores.
La resolución precisa que "otros presos políticos que cumplían sentencias igualmente desproporcionadas han sido ya liberados, primero bajo la presidencia de Jimmy Carter y luego, en 1999, siendo presidente William J. Clinton", mientras el régimen de Bush se empecina en mantener a estos tres en sus prisiones.
"La causa por la liberación de estos compatriotas ha unido a puertorriqueños y puertorriqueñas de todas las creencias", continúa la moción legislativa. "Instituciones políticas, religiosas y cívicas han hecho un llamado para que regresen a casa Carlos Alberto, Oscar y Haydee".
Su prolongado encierro, "lejos de servir a propósito alguno, se ha convertido en una señal de inhumanidad e injusticia", explican los senadores al indicar que entidades a nivel internacional se han sumado al consenso forjado en Puerto Rico alrededor de esta causa.
Según la senadora María de Lourdes Santiago, la causa de la liberación de Torres, López y Beltrán trasciende "las fronteras ideológicas" en Puerto Rico, estado ocupado desde más de un siglo por el poder imperial.
Los tres puertorriqueños se encuentran encarcelados desde el 4 de abril, cuando fueron arrestados en Illinois (EE.UU.), acusados de "conspiración sediciosa" y sentenciados, en un juicio altamente politizado, a 70 y 78 años de prisión, en el caso de Torres y López, respectivamente, y a cadena perpetua para Beltrán.
Ninguno de los tres ha sido acusado de algún crimen de violencia.
LA DYNCORP ENTRE LOS ASESINOS DE FILIBERTO
La resolución del Senado fue aprobada mientras continúa Puerto Rico la controversia sobre el asesinato del leader independentista Filiberto Ojeda Ríos por fuerzas especiales del FBI.
El 23 de septiembre del 2005 Filiberto Ojeda Ríos fue herido y dejado desangrar hasta morir en un ataque a su casa.
Se reveló, hace unos días, que dos helicópteros de asalto sin número de matrícula que tomaron parte en el operativo no eran del Buró Federal de Investigaciones.
Portavoces del propio FBI tuvieron que confesar el hecho. Se sospecha ahora que paramilitares de la firma privada DynCorp han participado en la operación dirigida desde un centro de mando ubicado en la antigua base aérea de Ramey Field en Aguadilla. Una base militar privada de esa empresa funciona en el lugar.
Los diplomáticos de Bush tienen órdenes de oponerse por todos los medios a que la ONU atienda el caso colonial de Puerto Rico y mucho menos a que se le reconozca a la nación puertorriqueña la debida presencia en los organismos especializados del foro mundial.