Marta Bonet, presidenta de la UNEAC, y Jackie Jones, decana de la Escuela de Periodismo y Comunicación Global de la Universidad Estatal de Morgan, durante la clausura del simposio “Prohibir libros negros, silenciar voces negras. El apartheid en Estados Unidos. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Cubadebate
El simposio “Prohibir libros negros, silenciar voces negras. El apartheid en Estados Unidos” concluyó este sábado en la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), con un reconocimiento al periodista Pedro de la Hoz y a la poeta Nancy Morejón.
Al decir de Nicolás Hernández Guillén, presidente de la Fundación Nicolás Guillén, “Pedro de la Hoz fue un gran comunicador de temas relacionados con África y la lucha por eliminar las injusticias e iniquidades vinculadas al color de la piel. Y lo fue también de muchos otros asuntos relevantes y trascendentes para la nación cubana.
“De la Hoz fue un permanente luchador contra quienes pretenden silenciar las voces negras en Estados Unidos y, de paso, las de cualquier color u otro tipo de diversidad en cualquier parte del mundo. Fue un hermano de lucha de los que aspiran a una emancipación real frente a la dominación y la injusticia de los poderes de los que sueñan con ser ‘dueños del mundo’”, dijo.
“De Pedro, Miguel Barnet dijo en sus exequias el pasado junio que merecía una bellísima pieza de oratoria auténtica, pues fue un extraordinario periodista, un maestro del oficio, dueño de una prosa elegante y con peso como pedía José Martí, que lograba prescindir de todo lo superfluo. Era culto y estudioso, sencillo y libre de empaque. Atento a la voz de calle. Mereció todos los galardones de la prensa escrita.
“Pedro tenía una singular curiosidad por lo que era relevante de la cultura, la historia, la política. Era imposible hallar un tema sustancial de nuestra realidad del que no estuviese bien informado”, agregó el presidente de la Fundación Nicolás Guillén, de quien De la Hoz fue un cercano colaborador.
Recordó su trabajo en la Comisión Aponte, como parte del grupo coordinador del Programa Nacional de Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial, en el que, entre otros asuntos, tuvo a su cargo la puesta en marcha de un programa de comunicación.
Jackie Jones, decana de la Escuela de Periodismo y Comunicación Global, de la Universidad Estatal de Morgan, entregó a Virginia, la viuda de Pedro de la Hoz, un diploma de reconocimiento por su desempeño y fidelidad con la causa.
Sobre el simposio que concluyó este sábado, comentó que “fueron días de intensos debates y de alimento para pensar en nuestra historia y nuestra cultura”.
Agradeció a la Casa de las Américas, a la Uneac y a todas aquellas personas que participaron en la organización del evento y dijo que hablaba en nombre de sus colegas al afirmar que se habían sentido apoyados y escuchados en Cuba.
Al respecto, Marta Bonet, presidenta de la Uneac, afirmó que la casa de los escritores y artistas de Cuba ha sido siempre un espacio de confluencia de los intelectuales de todo el mundo. Asimismo, recordó los históricos vínculos culturales entre Cuba y Estados Unidos.
“La prohibición de libros negros en EE.UU. no es casual, sino que responde a una maquinaria que pretende silenciar las voces de las minorías e imponer un discurso hegemónico”, dijo Bonet.
Un momento especial de la jornada de este sábado fue el conversatorio entre Nancy Morejón, icónica poeta y crítica literaria cubana, y la doctora Adele Newson-Horst, directora del Departamento de Inglés y Artes del Lenguaje, de la Universidad Estatal de Morgan.
Nancy compartió con su interlocutora y con el auditorio presente en la Sala algunos momentos de su vida personal y su formación artística-literaria.
“Mi obra se inspira en Nicolás Guillén y en autores de la literatura estadounidense y caribeña. El Caribe siempre ha estado en el centro de mis ensayos”, dijo.
La obra de esta autora, tocada por su admiración hacia el Poeta Nacional de Cuba, defiende aquello que nos identifica como cubanos, según declaró este sábado. “Y la huella de la esclavitud es una parte esencial de nuestra historia”.
Nancy Morejón es Licenciada en Lengua y Literatura Francesas por la Universidad de La Habana en 1966 y miembro de la Academia Cubana de la Lengua desde 1999. Ostenta numerosos premios y reconocimientos gracias a su virtuosismo con la palabra escrita, que le permitió además desbordar y compartir su arte en otras tierras.
Durante su conversatorio este sábado, Nancy leyó algunos de sus poemas y recordó el triste episodio vivido el pasado año en el Mercado de la Poesía en París, cuando fue víctima del hostigamiento anticubano.
Kenia Serrano, decana de la Facultad de Preparatoria de Idiomas, de la Universidad de La Habana, destacó que Nancy Morejón tiene también en su extensa obra un poemario donde plasma sus percepciones, su denuncia del apartheid y también el ensayo crítico que constituyó su viaje a Sudáfrica en 1992.
“Estos textos son poco visibles cada vez que se habla de Nancy, pero quiero aprovechar el simposio, donde hablamos de silencios y omisiones y de apartheid, para hacerle justicia a esta obra”, detalló.
Por otra parte, se refirió a la significativa contribución de miles de cubanos en las luchas por la liberación y contra el apartheid en África.
“Nancy Morejón y la generación de combatientes cubanos en África son un puente a nuestro presente comprometido con esa memoria, con esa memoria de 1619 hasta aquí”, dijo.
El cierre del simposio estuvo a cargo de Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas, quien destacó que este fue un espacio de aprendizaje sobre el flagelo del racismo, la tergiversación de la historia, y el horrendo crimen de la esclavitud.
Agradeció la donación a la Biblioteca de la Casa de las Américas de varios de los títulos presentados en el evento y dijo que se haría una colección, para contribuir a que estas importantes y reveladoras obras se conozcan en Cuba.
Agradeció también la presencia de los intelectuales estadounidenses en Cuba en estos momentos complejos, cuando discutir sobre exclusión y racismo es fundamental en el mundo.
(Con el auspicio de Casa de las Américas y el Centro Multimedial y de Prensa del Ministerio de Cultura)
Simposio sobre prohibición de libros negros en EEUU aborda la necesidad de replantearnos la historia
Cubadebate - Foto: Marcelino Vázquez Hernández/ Cubadebate.- Sobre los intentos de controlar la memoria histórica e imponer una narrativa racista blanca en la sociedad, se dialogó este viernes en la Casa de las Américas, en el contexto del simposio “Prohibir libros negros, silenciar voces negras. El apartheid en Estados Unidos”.
La primera ponencia de la jornada estuvo a cargo de la periodista y reportera de The New York Times Magazine Nikole Hannah-Jones, creadora del proyecto “The 1619 Project”.
Hannah-Jones explicó que “The 1619 Project” es un proyecto de periodismo de larga duración con el propósito de replantear la historia del país norteamericano, que coloca las consecuencias de la esclavitud y las contribuciones de los afroamericanos en el centro de la narrativa nacional de Estados Unidos.
“The 1619 Project” se publicó por primera vez en The New York Times Magazine en agosto de 2019, en ocasión del 400 aniversario de la llegada de los primeros africanos esclavizados a la colonia inglesa de Virginia.
Hannah-Jones es una periodista de investigación reconocida por su cobertura de los derechos civiles en Estados Unidos y ganadora del Premio Pulitzer. Hace algunos años, inauguró la Cátedra Knight en Raza y Periodismo en la Escuela de Comunicación de la Universidad Howard, donde también creó el Centro para el Periodismo y la Democracia.
Entrevistada en el simposio por su colega DeWayne Wickhman, la destacada periodista explicó que lo que el proyecto trata de hacer, a través de una serie de ensayos, es introducir la esclavitud como una institución estadounidense fundamental y colocar las contribuciones de los estadounidenses negros en el centro de la historia del país.
Además, busca mostrar cómo la narrativa blanca racista en su país ha oprimido a la comunidad negra e ilustrar el control social que se pretende desde la propia enseñanza de la historia nacional en las escuelas del país.
Para Hannah-Jones, la esclavitud es crítica. “No puedes entender a Estados Unidos, no puedes entender el mundo atlántico, no puedes entender lo que ha sucedido en el continente africano, y ciertamente no puedes entender la gran riqueza de las potencias coloniales occidentales si no entiendes la esclavitud y su legado”, dijo.
Se refirió, asimismo, al asesinato de George Floyd en EE.UU. y las protestas que entonces se desencadenaron por todo el país, creando un nuevo clima respecto a la necesidad de justicia racial en Estados Unidos. “Luego del asesinato de George Floyd en 2020 los blancos se empiezan a sumar al movimiento antirracista en EE.UU.”.
No obstante, consideró que aún se necesitan políticas y cambios sociales profundos que tiendan a compensar las injusticias raciales y sociales que se han acumulado a lo largo de cuatro siglos en el territorio de Estados Unidos y que rompan la lógica de la segregación residencial y de la discriminación sistemática que sufren los afroamericanos y otras minorías en ese país.
“Cuando una sociedad recurre a la prohibición de determinada narrativa es porque esta no tiene una narrativa mejor ni suficientes argumentos para contrarrestar”, dijo la periodista estadounidense, quien durante su ponencia criticó la idea de la supremacía blanca y la supremacía cultural en su país.
De lo que se trata con “The 1619 Project”, agregó Hannah-Jones, no es de romper con la historia sino de incluir a todos sus actores y rescatar el papel en ella de la comunidad negra de EEUU.
“La historia de más de 400 años que se enseña en las escuelas estadounidenses muestra a un 'hombre perfecto' que busca la libertad, pero que su desarrollo se sustenta en la esclavitud (un sistema económico fallido). Como resultado de esa historia y de esa idiosincrasia, somos la democracia más desigual del mundo”, reafirmó.
Comentó, además, que “los negros norteamericanos sufrimos mucho, pero en la actualidad muchos blancos en EE.UU. también sufren. Las cifras muestran que hoy en EE.UU. más blancos que negros son pobres y más blancos que negros están presos, e incluso los blancos tienen una expectativa de vida menor que los negros. Esto también es consecuencia de ese sistema económico fallido”.
“La explotación surge de las instituciones económicas que históricamente justificaron el racismo y la esclavitud”, dijo y defendió la necesidad de entender la función de la prensa en la revalorización de la historia.
Una segunda ponencia en el simposio este viernes tuvo como tema “El renacimiento de Harlem y el Movimiento Afrocubano”, en un panel moderado por Wayne Dawkins, de la Escuela de Periodismo y Comunicaciones de la Universidad de Hampton.
La doctora Lisa Brock, coeditora de “Between Race and Empire: African Americans and Cubans before the Cuban Revolution”, hizo alusión a la lucha contra el fascismo y el movimiento antirracista y anticapitalista en EE.UU. y afirmó que solo hay una manera de enfrentar a esa “bestia multicabezas” y es - a su juicio- uniendo a todas las fuerzas progresistas del mundo.
En su libro, aún no publicado en Cuba, la autora aborda cómo la Revolución dio oportunidades a los negros y a otras minorías que antes habían sido discriminadas.
Sobre la realidad de los movimientos sociales en su país, dijo que “no somos anarquistas, pero consideramos que el Estado-nación es un modelo burgués importado de Europa que a veces ha funcionado pero que la mayor parte del tiempo no le permite al individuo solidarizarse con causas que ponen en duda al sistema, como por ejemplo sucede hoy con el tema de Palestina”.
“Free, free Palestine! Esta es una lucha en la que deberíamos participar todos, porque las armas con las que se ataca a ese pueblo salen de EE.UU.”, subrayó la activista. “La resistencia es lo fundamental que tenemos que defender”, destacó.
Zuleica Romay, directora del Programa de Estudios Afroamericanos de la Casa de las Américas, se refirió al impacto de la esclavitud en los pueblos de América y afirmó que, para los negros de la región, conciliar color y nación siempre ha sido problemático.
Habló sobre “el dolor común” de los negros de América, que se traduce en “el no saber cómo nos hubiéramos llamado y el no conocer a nuestros abuelos”, dolor que se ha expresado en la literatura y la creación artística de cada país.
Asimismo, argumentó sobre la influencia del Renacimiento de Harlem en Cuba y como este movimiento cambió el pensamiento sobre qué significa ser negro en América y el valor de revalorizar la historia.
Por su parte, la doctora Kenia Serrano, decana de la Facultad de Preparatoria de Idiomas, de la Universidad de La Habana, explicó las bases del Programa Nacional contra el racismo y la discriminación y los principios que defiende, con términos como “color cubano”.
Recordó también la visita de Fidel Castro a Harlem y su encuentro con el líder Malcom X, el cual de alguna manera marcó el rumbo de la política de la Revolución respecto a la verdadera inclusión social y la no discriminación.
En la sesión de la tarde, Michael H. Cottman, autor de “The Wreck of the Henrieta Marie (El naufragio del Henrieta Marie)”, presentó su obra, uno de los libros prohibidos en Estados Unidos desde hace más de un año.
Entrevistado en el simposio por Randall Pinkston, subdirector del Centro de Nuevos Medios e Iniciativas Estratégicas, el escritor explicó que el texto lleva a los lectores tres siglos atrás, en un viaje por tres continentes, para rastrear la compleja y conmovedora historia de los esclavos y los esclavistas.
“The Wreck of the Henrieta Marie” es un testimonio poderoso y convincente del intento de un hombre de darle sentido a la historia de sus antepasados, narrando su viaje mientras enfrenta preguntas sin respuesta y lucha por la reconciliación con el pasado de su tierra natal y el futuro de su propio país, describió Cottman.
Relató el momento en que se produjo el hallazgo en las costas de Florida del Henrieta Marie, que es el primer barco negrero que se conoció y que está documentado científicamente. “En él encontramos evidencias muy fuertes de la esclavitud y las duras condiciones en las que viajaban los negros africanos en barcos de Inglaterra hacia América, incluso encontramos grilletes para niños”, dijo.
“Que se le quite a los niños el derecho a conocer su verdadera historia y su cultura, es algo muy doloroso”, concluyó Cottman.
Organizado por la Escuela de Periodismo y Comunicación Global de la Universidad Estatal de Morgan y la Casa de las Américas, el simposio, que sesiona hasta este sábado, aborda la creciente prohibición de textos de autores afrodescendientes en bibliotecas, librerías y escuelas del país norteamericano.
(Con el auspicio de Casa de las Américas y el Centro Multimedial y de Prensa del Ministerio de Cultura)