Susan, coincido con tu preocupación por este mundo tan herido por la depredación capitalista, tan necesitado de amor y protección, de colaboración y amistad.


1ª entrega. Cartas de abril para una amiga estadounidense

2ª entrega. Cartas de abril para una amiga estadounidense: mayorías, minorías e información en Cuba

3ª entrega. Cartas de abril para una amiga estadounidense: Una especie que está en riesgo de desaparecer

Carta sexta: Una especie que está en riesgo de desaparecer

Felipe de J. Pérez Cruz

Susan, coincido con tu preocupación por este mundo tan herido por la depredación capitalista, tan necesitado de amor y protección, de colaboración y amistad.

Sentí un dolor profundo –también una ira inmensa-, al ver cómo era devorada por el  fuego parte de la Amazonia, ante la indiferencia del Presidente-capitán Jair  Bolsonaro, en incendios provocados por la irresponsabilidad y los intereses expoliadores. Esa maravilla natural de verdes y azules, de olores a monte virgen, de pureza en aguas y oxigeno, donde pervive buena parte de la biodiversidad del planeta, habitada por descendientes directos de nuestros primeros descubridores, cuando la conocí me llenó los sentidos y la conciencia de su protección para toda mi vida. Esos sentimientos me envuelven,   multiplicados, en estas semanas.

Brasil, seguido por Perú, Chile y Ecuador, tiene hoy las mayores poblaciones de enfermos y muertos en la región por la COVID-19, y en medio tal infortunio de pueblos, están en peligro amigos y camaradas entrañables, sus familias,  realizaciones, proyectos e ilusiones,  compartidas.

Al fascista Bolsonaro, heredero directo del golpe de Estado de la derecha parlamentaria contra la Presidenta Dilma Rousseff, no le interesan los cientos de muertos que acumula el COVID-19 en su país, ni la vergüenza de llevar la delantera, en las estadísticas regionales de la enfermedad-epidemia. Émulo desembozado del Emperador Donald J. Trump, cumplió servil la orden de amo: Decenas de municipios brasileños, quedaron desprotegidos en salud, al secundar la campaña anticubana orquestada por la administración imperial, contra la colaboración médica internacional de nuestro país. Razón de sinrazón y bochorno, la salida de los médicos cubanos de Brasil la comparte el lacayo brasileño, con los golpistas que desgobiernan  Bolivia, y con el ecuatoriano Lenin Moreno, el Presidente traidor al proyecto emancipador que le había otorgado su confianza.

A  3400 metros sobre el nivel del mar, en el Cumbemayo de Cajamarca, “pegado al cielo”,  mis camaradas del Perú me regalaron la inmensidad hermosa de los Andes, y las huellas tangibles de la asombrosa ingeniería preincaica; hoy me escriben desde Lima, Trujillo, Chiclayo, compartiendo sus tensiones, frente a una enfermedad mortal, que se añade a la endémica pobreza provocada por sucesivos gobiernos corruptos. 

Desde Ecuador, me impactaron los vídeos que proyectaron las redes y televisoras, con  sus ciudadanos muriendo en las calles de Guayaquil, ciudad bella, joya marina del Guayas, cuya parte “popular” –esa donde vimos caer los cuerpos enfermos-, es tan parecida en su arquitectura al Cerro y Centro Habana. A su gente la  disfruté por habanera, inteligente, alegre, linda, y criollísima…. Y verla ahora con tanto sufrimiento…  

La “democracia” de carabineros represores, de presidente Sebastián Piñera en Chile, se muestra incapaz de detener la pandemia. El narco-Estado colombiano, encabezado por un ser anodino de nombre Iván Duque, en vez de tomar medidas efectivas contra la COVID-19, cuan cipayo del imperio del Norte redobla los tambores de la guerra, en la preparada agresión militar contra Venezuela, mientras, permite que se violen los acuerdos de paz, y crezcan junto con los muertos por la epidemia, los asesinatos de ex guerrilleros y activistas sociales a manos del terrorismo paramilitar. 

Me duele Nuestra América, y cuanto sufren los pueblos de esta región.  Beijing, Paris, Londres, Berlín, Roma, Tokio, Sídney, Calcuta, Luanda... los sures y los nortes se han desbordado de enfermos, en 182 países, con una cifra que crece, de dos millones y medio de personas infestadas,  cercanos ya de los 200 mil fallecidos,... Se trata de un cuadro-mundo de catástrofe que resulta imposible soslayar. Que nos intenta robar la alegría de vivir, y evidencia el riesgo a que se expone la humanidad dividida por intereses egoístas. 

En estas semanas el capital se ha organizado  y protege a los ricos frente al peligro: Cada vez más, los enfermos y muertos por COVID-19 fijan las líneas de la pobreza. Controlada la pandemia en China, la mayoría de los muertos coinciden con  indígenas, mestizos, y negros, mujeres y ancianos desprotegidos, refugiados, indigentes, homeless -sin techos- y desempleados. Esta realidad añadirá más odio, más racismo, más exclusión, más violencia.

Te copio por su actualidad, las palabras de Fidel en la llamada Cumbre de la Tierra, en el Río de Janeiro de 1992: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”, predijo el Comandante: “Cesen los egoísmos, cesen los hegemonismos, cesen la insensibilidad, la irresponsabilidad y el engaño. Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo”. Este mensaje cobra cada día mayor trascendencia. 

Como sabes, la declaración del Comandante hizo mención a una vocación de internacionalismo y colaboración solidaria que la Revolución consolidó  Los esfuerzos a favor del pueblo cubano, los compartimos con la patria-humanidad: Según datos de José Luis Rodríguez, destacado académico cubano, ex ministro de Economía-, a partir del envió de una brigada médica para ayudar a las víctimas del terremoto que azotó Chile en 1960, hasta el pasado año 2019, más de 600 000 médicos y especialistas de la salud, han colaborado en 160 naciones, mayormente de forma gratuita. De esa cifra en  2020 permanecen  trabajando 37 472 especialistas en 67 países. Los resultados de toda esta colaboración se expresan en la realización de más de 1 940 millones de consultas médicas y más de 14 millones 119 operaciones quirúrgicas, que han salvado la vida a millones de personas.

A la labor asistencial,  se añade el aporte en la formación del personal médico por parte de especialistas cubanos. Entre 1976 y el 2005 Cuba fundó diez escuelas de medicina, especialmente en África. Más la creación en La Habana de la Escuela Latinoamericana de Medicina en 1999, que ha graduado –junto a otras universidades- 36 962 médicos de 149 países. Desde el  2012 se desarrolla el Programa de Formación de Médicos venezolanos que está entre los proyectos de mayor envergadura.

En estos momentos más de 1400 médicos y especialistas, en hasta ahora 24 brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”, se han sumado a la batalla contra la COVID-19, en una veintena -23 hasta el 26 de abril- de países. Al apoyo médico se añade el prestigio de la industria cubana de medicamentos. La solicitud de 65 naciones del interferón recombinante ALFA 2B, como medicamento que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la pandemia,  así lo significa.

Cuba intercambia información y comparte experiencias con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OMS) y la comunidad científica y médica internacional. Recibimos también la solidaridad material de la República Popular China, la Federación Rusa, Vietnam, la OPS, de agencias de la Organización  de la Naciones Unidos (ONU), y organizaciones, asociaciones y personas amigas de la más diversa geografía...

Susan, estoy convencido de que las circunstancias de COVID-19, van a compulsar una toma de conciencia mundial, un renacer y fortalecimiento de los movimientos de resistencia y lucha, y sobre los pesares, vamos a intensificar la pelea antimperialista por el planeta, la calidad de la vida y la felicidad de sus habitantes.

Con las excepciones de servilismo e incompetencia que conocemos, en el Caribe, Centro y Suramérica, los gobiernos y las fuerzas de la razón trabajan contra la pandemia. Y esta situación de excepción, tristeza y renovada esperanza enseña. Cuando los pueblos lloran a sus muertos, la injusticia siempre tiembla.

Destaca la resistencia heroica frente al imperio, del gobierno, ejército patriota y pueblo de la República Bolivariana de Venezuela. Los nicaragüenses, también bajo asedio del mismo enemigo, dan su pelea. Nuevos gobiernos a favor de las mayorías, en Argentina y México abren la esperanza. No es casual que coincidan, en una la labor muy seria para defender a sus pueblos de la COVID-19.

Hay que pensar en el mañana inmediato, y en sus futuros horizontes. Ustedes en los Estados Unidos, tienen a vista parar los planes criminales del  inquilino fascista de la Casa Blanca,  impedir que tenga otros cuatro años para desgobernar y abusar.

A la par, sin renunciar a nuestro activismo, ni dejar de hacer, adelantemos el fin de la pandemia, con la protección a nuestro entorno, con los vecinos, los compañeros, con las familias y nuestras personas. 

Cuidémonos, que hay mucho por hacer

Cariños,

 

Carta séptima: Sobre las realidades del imperio

Felipe de J. Pérez Cruz

Susan, comparto tu lucha contra el sistema del capital, y en su inmediatez, la ocupación de tus energías para impedir la continuidad en la presidencia de los Estados Unidos, del fascista Donald J. Trump, y de las fuerzas ultraconservadoras, racistas y criminales que hoy rigen los destinos del imperio.

Dentro de las fronteras de la Unión coexisten varios Estados Unidos, y yo he disfrutado de lo mejor: Hay por allá tanta gente buena y decente –incluso personas de ideas conservadoras, honestas-, con un acumulado impresionante en ciencia, tecnología, arte y cultura material… Pero aprendí con José Martí que la miopía sobre los Estados Unidos siempre será cobardía, y el callar, complicidad: El individualismo feroz, la ideología de la supremacía imperial, las múltiples discriminaciones, las excrecencias y virulencias sociales del capital, siempre están presentes, afean y mediatizan.

Tengo por el pueblo estadounidense un sentimiento de estima y a la vez de pena profunda. Cuanto de útil, cómodo y agradable, enlodado por la irracionalidad consumista, por la fatuidad del modo de vida burgués. Cuanta polaridad irracional entre macro riqueza y pobreza extrema, entre personas de bien, y seres egoístas, y peor, mayorías enajenadas, que viven como pollos en granja, comiendo el pienso que le dan, sin pensar el costo en explotación y muertes, que tienen esas barriguitas satisfecha que les llena el imperio, para llevarlos en cualquier momento al matadero, y sacrificarlos en guerras injustas. 

La irresponsabilidad ignorante que le escuchamos a Trump, el pasado 25, en su rueda de prensa diaria en la Casa Blanca, en la que sugería para acabar con el nuevo corona virus, inyectar “desinfectante” en los pacientes “casi como una limpieza”, dijo; fue asumida de inmediato por más de un centenar de personas, que fueron reportadas en los hospitales con los síntomas propios de la intoxicación y el envenenamiento. Es lo uno para la otro. Con razón José Martí y Federico Engels, coincidieron en subrayar la dialéctica imprescindible entre libertad y cultura.

Recuerdo en estos momentos, a los jóvenes alegres, inteligentes –tan parecidos a los nuestros-, que he tenido en mis clases de Historia de América, en San Thomas, y de Pedagogía Comparada en Pennsylvania, Texas, El Paso, en Nueva York; de los maestros  y obreros de los sindicatos en Pittsburg y Chicago, de los hogares que me han acogido… Quiero mucho a mis compañeros y colegas estadounidenses, a ti y a tantos otros –no pocos compatriotas de la emigración-, que me han dado solidaridad, amistad, conocimientos, cariño. Soy un hombre agradecido, siempre  en deuda para hacer más, a favor de nuestra fraternidad y colaboración mutua.

Lo mejor para tu pueblo: Nada que los afecte. Sobre todo para los más necesitados, los latinos y negros discriminados. También para los nacidos en Cuba y sus descendientes… Pero ojalá este mal, esta invasión letal que les ha llegado y se multiplica por la incapacidad irresponsable del gobierno federal, con desempleo en masa, inseguridad,  pobreza económica, emergencia médica, catástrofe pública, psíquica y física, les permita a muchos repensar su lugar en el país y en el mundo.  Ojalá te permita a ti, y a los que nunca se han cansado de pelear contra el capital dentro de la mayor ciudadela del sistema mundial imperialista, avanzar en su labor pedagógica, en sus combates por un país mejor. Sabes que los admiro por esa constancia.

Cierto que las elecciones que se disputan en los Estados Unidos son importantes, y no solo para los estadounidenses. Sin embargo, para quienes estamos sujetos a los ataques y crímenes perennes del Gobierno imperialista, lo inmediato no está en las elecciones, sino en parar ahora mismo, al canalla que está en la Casa Blanca, frenar su hacer perverso y grosero contra la OMS, detener el genocidio de todos los días contra Venezuela, Irán, Siria, Cuba, las nuevas hostilidades contra Nicaragua…  hacerlo retroceder  en sus planes de bloqueo, guerra y asesinato contra nuestras naciones,

No veo que se haya podido articular aún dentro de los Estados Unidos, una oposición,  que en la oportunidad de los debates y la propaganda electorera, logre desenmascarar la política tramposa del Presidente-candidato, llevar y explicar a las masas  estadounidenses, la estrecha relación que hay entre la política exterior y la interior, entre los miles que hoy mueren en las calles y hospitales de Nueva York y otras ciudades, y los que lo harán si se consuman los planes de invasión contra Venezuela. Que haga ver cuantos menos fallecerían hoy por el virus, si en vez de hostilidad, arrogancia cruel, acusaciones y mentiras, el gobierno imperial estimulara la cooperación con China y la  OMS, si en vez de ahogarnos con el bloqueo, pudieran disponer en sus hospitales de los veinticinco fármacos que hoy Cuba produce y salvan vidas dentro y fuera de nuestras fronteras. Y tal oposición ni siquiera tiene que ser “de izquierda”, y si de racionalidad, de sensatez, de compromiso honesto con la nación estadounidense…

Como ya lo hizo en el pasado inmediato, cuando el atentado a las Torres Gemelas en septiembre del 2011, o al  ser  asolada Nueva Orleans por huracán Katrina en agosto del 2005, se que el Gobierno Revolucionario en expresión exacta del pensar  de nuestro pueblo, estaría en disposición de cooperar en estos momentos con los Estados Unidos. Precisamente el  Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”, fue creado  a iniciativa de Fidel con el propósito inicial de brindar colaboración a la población de Nueva Orleans. El gobierno del país del Norte capitaneado entonces por George W. Bush, no aceptó el ofrecimiento de la colaboración cubana. Pero la brigada cumplió hasta 2019, misiones en 22 diferentes países y en el 2014-15 jugó un importante papel en el control del Ebola en África.

Henry Reeve (1850-1876) fue un joven nacido en 1850 tu querido Brooklyn, que peleó primero contra los esclavistas sureños, y murió en 1876 en combate por la independencia de Cuba. Pienso que debemos trabajar para que en el Museo de Brooklyn, junto a las joyas de la cultura estadounidense y universal que allí se atesoran, este la huella de  Henry Reeve. Te propongo trabajar para lógralo.

Para seguir en la lucha, contra los planes criminales de Trump, y hacer mucho más por la amistad y la colaboración de nuestros pueblos, debemos derrotar al COVID-19. Cuidémonos.

Cariños,

 

Carta octava: A Martí nos debemos

Felipe de J. Pérez Cruz

Susan, abril es un mes de historia para Cuba. Hace 59 años, el 16 de abril de 1961, en vísperas de la invasión organizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz declaró el carácter socialista de la Revolución. El 19 de abril, en 62 horas de combate fue derrotada la invasión.

Sabes que antes y después de abril de 1961 no hemos tenido paz. La CIA ha estado constante organizando el terrorismo, el espionaje y la subversión, el Pentágono actuando en la exploración del territorio, y en la preparación de posibles alternativas de golpes militares y nuevas invasiones. El Proyecto de los Archivos de Seguridad Nacional, de la Universidad Estatal George Washington, acumula en documentos oficiales desclasificados, no menos de cuarenta años de guerra encubierta contra Cuba. Ahí están los documentos, en el tercer piso del edificio que ocupa la Biblioteca.  

El imperio que acusa ahora a China infundadamente, de crear el SARS-CoV-2 como un producto propio, no ha titubeado para generar en sus laboratorios de muerte, todo tipo de enfermedades con fines de guerra biológica y bacteriológica. Los cubanos y cubanas hemos sufrido esta modalidad asesina, y tenemos las evidencias de los ataques de que hemos sido víctimas.

En 1984 se le celebró juicio en  Estados Unidos a un mercenario de la CIA de origen cubano, cabecilla de la organización terrorista Omega-7, quien confesó haber ingresado en nuestro territorio “gérmenes”, como parte de la guerra biológica que el gobierno estadounidense ejecuta contra Cuba. Confirmó el criminal que en lo específico, la enfermedad del dengue hemorrágico, que ocasionó 158 muertes durante 1981, la mayoría de niños y niñas, fue introducida por orden del gobierno de Washington a través de grupos terroristas. Por esta confesión ante el Tribunal Federal de la ciudad de Nueva York, (En la página 2189, 1984. Del Expediente No. 2 FBINY 185-1009) el terrorista  Eduar­do Arocena Pérez nunca fue instruido.

Y recordemos que por entonces, el gobierno del imperio nos negó la posibilidad de adquirir de compañías estadounidenses el abate, producto químico para eliminar el mosquito Aedes aegypti, agente transmisor de la enfermedad,

No nos sorprende que similar actuación la mantengan hasta hoy, al impedir  la compra en Estados Unidos o a sus filiales en otros países,  de ventiladores e demás insumos para el enfrentamiento a la epidemia. Esta política se realiza a pesar de que, según la letra del  Reglamento de Control de Activos de Cuba, de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), se nos pueden otorgar  licencias generales para transacciones y reexportación de un tercer país de medicamentos y dispositivos sanitarios, e incluso realizar inversiones en hospitales de la isla. Pero el gobierno del señor Trump no otorga las licencias.

El Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) informaron que Cuba estaba excluida al paquete económico de 508 millones de dólares destinado a ayudar a controlar la propagación de la epidemia en 106 naciones. NI siquiera permiten que en medios de transporte estadounidenses, puedan llegar a Cuba las donaciones de materiales sanitarios que personas generosas nos han realizado. Las afectaciones del bloqueo al sector de la salud entre abril de 2018 y marzo de 2019, provocaron pérdidas por más de 104 millones de dólares.

El bloqueo comercial, financiero y tecnológico es una política de genocidio. Actúa contra toda la nación enrareciendo la vida y el funcionamiento del país, más allá de la afectación propiamente económica. Se siente hoy el golpe brutal del  bloqueo contra la Educación superior, sin posibilidad de hacer llegar por red, la atención docente a los estudiantes universitarios.

La solución de masificar la informatización de la sociedad, a través de  salas en los centros escolares y en los joven clubs de computación en los barrios, nos ha permitido paliar el boicot del Gobierno estadounidense a la entrada masiva de medios, la conectividad y ampliación del acceso a internet en el país, pero esta solución colectiva ahora nos la impide la necesidad de hacer efectivo el distanciamiento social. Ante la emergencia de cerrar las universidades, dedicamos horas a planificar y organizar la labor de continuidad de las carreras desde los hogares de nuestros profesores y estudiantes… iniciamos la experiencia  en la última semana de marzo, en la primera de abril… pero no podíamos llegar a todos y todas… No hay dudas de que continuaremos el curso en cuanto las condiciones lo permitan, con la misma responsabilidad académica, con mucho más compromiso, con nuevas experiencias sobre lo que debemos y podemos hacer mejor, porque no siempre, bien lo sabemos, el bloqueo es el único responsable.

La política martiana de ciencia, paz y colaboración internacional, la realizamos en Cuba con plena conciencia de los retos y peligros que nos acechan. En la Edad de Oro, Martí junto con su precisión de que el “saber” valía  más que “la fuerza”,  alertó sobre la necesidad de prepararse para la defensa: “”porque siempre hay gente bestial en el mundo, y porque la fuerza da salud, y porque se ha de estar pronto a pelear, para cuando un pueblo ladrón quiera venir a robarnos nuestro pueblo“.

 Y  para que ningún bandido se equivoque,  por estos días la televisión cubana ha dado cuenta, de cómo aún en estas circunstancias tan complejas, nuestras Fuerzas Armadas continúan su preparación. Ha marcado la novedad en las noticias, la juventud de los protagonistas: soldados, sargentos y jóvenes oficiales, que no habían nacido o eran muy pequeños, en los momentos en que se forjaron nuestro actuales generales invictos, cuando 380 mil voluntarios, hombres y mujeres del pueblo trabajador, participaron como combatientes internacionalistas en las batallas que a finales del pasado siglo, garantizaron la independencia de Angola, y otras naciones africanas,  derrotaron  la poderosa maquinaria de guerra del apartheid  y  decidieron la victoria popular en la actual Sudáfrica democrática.

Susan, el 15 de abril de 1961, durante el ataque que realizaron los aviones de la CIA al aeropuerto militar de la capital, uno de los jóvenes milicianos asesinados por la metralla made in USA, escribió antes de morir, con su sangre, el nombre de Fidel.  Horas después, en la vecindad del campamento bombardeado, desde la ex fortaleza militar de la dictadura, convertida en Ciudad Escolar Libertad –donde hoy radica mi Universidad-, aún bajo el impacto del bombardeo, con los olores del incendio y la pólvora pegándose a sus cuerpos, partió en ómnibus, a cumplir la misión cultural y emancipadora de alfabetizar, un primer contingente de jóvenes habaneros, ni ellos, ni sus padres y madres se dejaron intimidar por la crueldad del imperio, ni por la sabida inminencia de una invasión… Del culto martiano y de esa memoria venimos, y pienso que la honramos.

Sigue cuidándote, y dando pelea por un futuro mejor. 

Cariños,

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