Manuel Tejeda - eldiariolatinoamericano.com.- Vivimos en un mundo en que cuando alguien sigue la corriente y las conveniencias, es un brillante “moderado“, pero cuando alguien habla con argumentos y pasión, es un “extremista” o como te intentan ofender rápidamente en el Miami de las turbulencias, un “comunista“… pues bien, yo elijo hablar con pasión, y si me equivoco, en las cosas en que me equivoque (pues no creo que sea en todo) que me perdone la historia y los que me honran al leerme.

En ese tenor, alguien me preguntó hace poco que por qué no apoyaba a los de “Plata y Visa“. Le respondí que cuando alguien plantea una opinión política diferente a la nuestra es digno de respeto y en una sociedad civilizada se puede convivir con ellos. Incluso, hasta ser amigos.

Pero cuando alguien aboga por un mayor sufrimiento para tu pueblo, cuando alguien se alía a lo peor de una comunidad para impedir que las relaciones entre dos países mejoren sin importar las consecuencias, cuando alguien pisotea la vida humana con tal de promover sus odios, entonces ni es respetable, ni es un oponente o un adversario político. Es un ENEMIGO.

En mi humilde concepto de pelear desde la bondad, el amor se ofrece a todos, hasta a los que vierten odios, pero que nadie confunda amabilidad con debilidad, ni ofrecimiento con sometimiento. Quien no esté dispuesto a aceptar flores y besos y a responder con lo mismo, entonces tendrá que enfrentar las afiladas espadas de los que no sólo luchan por la RAZÓN, sino también por sus VIDAS.

Hace 90 días creamos un Grupo (NEMO – No Embargo Cuba Movement) que pronto llegará a 100 mil personas diversas, respetuosas, que no exponen allí sus posiciones políticas o ideológicas, que están enfocadas exclusivamente en el levantamiento del bloqueo, pero cada vez que entra alguno de los de “Patria y Vida” hay que sacarlo al instante porque no hacen más que sembrar veneno y apoyar el embargo.

¿Alguien pone en duda que aquel que pide más hambre, menos medicinas y más necesidades para MI MADRE, mis hermanos, mis sobrinos, para los padres e hijos de mis amigos y para mi gente linda del barrio sea otra cosa más que un ENEMIGO?

Para mí los del MSI no son sólo, en su mayoría aunque seguramente no todos, “delincuentes comunes” y “mercenarios” como les llaman algunos de mis amigos en FB, sino también son mis enemigos, como lo es cualquiera que esté usando el álgido momento de una pandemia para impedir que Biden mejore las relaciones con Cuba (que es su objetivo primario), para agravar las condiciones de mi madre, sin medicinas y con escasa alimentación en estos momentos, con el macabro propósito de cumplir con los designios de sus patrocinadores en Miami para lograr que ese pueblo se lance a las calles y haga lo que ellos, o ninguno de nosotros tuvo el valor de hacer.

Eso, además de oportunista y cobarde, es también bajo y asesino. Yo sé que en Cuba hay problemas y cosas que resolver (como en todas partes), yo sé que la condición real e irrefutable de “plaza sitiada” justifica algunas cosas y otras no, y sé que incluso en esas condiciones debe haber un cambio en las posibilidades y oportunidades de expresión de la gente. Pero los del MSI no luchan por eso. No caigamos en la trampa de la cacareada “libertad de expresión” o el falso patriotismo. A ellos no les interesa expresarse en Cuba, sino ser escuchados y aplaudidos en Miami.

Como lobos disfrazados de ovejas, ellos enmascaran su esencia tras esos conceptos, mientras gritan “Trump es mi Presidente“, piden invasiones o la anexión de Cuba a USA, se abrazan con la Payá, que ahora habla con dificultad por tener la lengua afectada de tanto haber lamido las botas a Trump, o se juntan con el camaleónico Eliecer, para no mencionar el otro payaso detestable de circo barato, y dan sus entrevistas en el Canal 41, el mismo que destacó a Posada Carriles como “Héroe del Exilio“. A mí no me lo contó nadie. Yo vivo en Miami y los he visto deshacerse en esfuerzos para agradar a Juan Manuel Cao, experto en sembrar el caos y diseminar veneno, entre ellos el tal Alcantarilla, profanador de mi, nuestra bandera.

Yo estoy contra el embargo porque es cruel, criminal y en mi caso, es además personal, muy personal. Si algo le agradezco a Miami es que te radicaliza. Te hace ver las cosas no sólo en presente, sino en futuro. Pueden no gustarme ciertas cosas de las que pasan en Cuba, como a todos, pero cada día ruego a todos los Dioses del Olimpo, porque resistan, porque sean capaces de avanzar y continuar con los cambios que ya comenzaron hace tiempo, pero que nunca, nunca, nunca permitan que en Cuba se implanten la “democracia” y la “libertad” en el sentido en que la entiende la ultra derecha miamense, porque es lo mismo contra lo que millones y yo luchamos aquí en Estados Unidos cada día.

Yo le pido, especialmente a los jóvenes cubanos que no vayan tras cantos de sirena. Que MAÑANA piensen en cómo resolver sus problemas con soluciones propias, sin injerencias foráneas ni “extraños intereses“. Pero hoy, HOY que resistan y avancen, y que nunca permitan que Cuba caiga en las manos irresponsables, mercenarias y criminales de esos de Plata y Visa, de los Eliécer y las Payá, de Ota-no-se-qué y de cantantes que cambian conciertos por pueblo; de Marco Rubio y Ted Cruz, de María Elvira y Carlos Jiménez, de los Díaz-Balart y Bob Menendez.

Cuba merece un futuro mejor que toda esa porquería y le corresponde a las nuevas generaciones (de pueblo y de políticos) luchar por eso, sin que nadie les imponga sanciones ni les dicte qué hacer. En EEUU tenemos mil basuras, pero son nuestras basuras y las tenemos que resolver nosotros. No permitimos que venga Alemania, o Italia o Rusia a resolverlas. ¿Por qué carambas tiene que permitir Cuba la obscena intromisión de EEUU?

¿Por qué algunos se creen en el derecho de atar al vecino de manos y pies enterrándole hasta el cuello y luego acusarlo de que no alimenta a sus hijos, o cuando le ven tirar alguna dentellada con la única arma que le han dejado a su alcance, los dientes, entonces gritar desde las gradas que “no está jugando limpio“, que no está respetando la “democracia” y la “libertad de expresión”?

Yo sé que hay cientos de miles que no piensan como yo y respeto a algunos y a otros no (como aquí he dejado claro), pero mido el pulso por la gente que me sigue, que opina en mis grupos y mi muro y les aseguro a los que me hayan concedido el honor de llegar leyendo hasta aquí, que hay millones que sí lo hacen, y que seguirán luchando sin descanso por lo que ellos y yo creemos justo y necesario.

Yo sé que hay mucha gente buena que aún no se nos une por múltiples razones, pero como mismo enfrento a los “malos” de frente y sin miedos, le ruego a los “buenos” que reconsideren obviar temporalmente cualquier diferencia en la interpretación de las cosas y cerrar filas. Podemos avanzar todos juntos en este accionar incansable de pueblo a pueblo.

Estamos convencidos de que el día en que no haya bloqueo, Cuba puede, -sin perder su esencia y si así lo quieren los 11 millones de cubanos que viven en la Isla-, moverse hacia una versión de socialismo con mayor participación de la propiedad privada dentro de la propiedad mixta, que se requiere para que los pueblos y no solo los poderosos avancen y, hacia formas más participativas de proyección social.

Sabemos que, de hecho, ya se han dado pasos muy concretos hacia la liberación de muchas formas de trabajo por cuenta propia; hacia el empoderamiento de la sociedad civil; respecto a la inversión de los ciudadanos cubanos que vivimos en el extranjero… y se seguirán dando más, incluso sin haberse quitado el bloqueo.

Ahhhhhhhh, los cambios hacia una forma de “democracia” como la estadounidense, que beneficia a los poderosos y permite la intromisión del gran dinero en la política, no, esos no los queremos y esperamos que Cuba jamás los permita. Los cambios hacia el egoísmo de estado que promulga “América Primero” y que se hunda el resto del mundo, no, esos no los queremos, y esperamos que los dignos cubanos del Verde Caimán jamás los permitan.

Los cambios hacia una “libertad de expresión” enmascarada en el hecho de que yo puedo decir “abajo el presidente” y no me pasa nada, mientras los grandes medios y las corporaciones deciden qué vemos, qué leemos, qué nos gusta y qué consumimos…, no, esos no los queremos y esperamos que los cubanos sigan decididos a morir antes que ceder.

Por eso, aunque por mi posición al frente del Movimiento y por determinadas convicciones personales no me corresponde a mí interceder en la batalla de los slogans, entiendo y mil veces respeto, cuando miembros de mi familia, cuando mis amigos de la Isla y cuando muchos de los que me siguen en las redes, aún en medio de las dificultades extremas que están enfrentando, siguen gritando, inclaudicables y llenos de orgullo: ¡Patria o Muerte!

NOTA: Si alguien coincide, totalmente o en buena parte con lo arriba expresado, AYÚDENME, AYÚDENNOS, AYÚDENSE y vayan ahora mismo a Facebook y únanse al Grupo donde usamos la palabra “embargo” porque es la que conocen los estadounidenses, y donde no permitimos ni consignas, ni loas a líderes ni declaraciones políticas para mantener “la unidad en la diversidad” y facilitar el objetivo, pero donde todos peleamos día y noche, con uñas y dientes por resolver nuestro problema más inmediato y allanar el camino para que luego se resuelvan los demás. NEMO no es un Movimiento para “luchar contra el bloqueo“. NEMO es la plataforma de todos para, de una vez “acabar con el bloqueo“. Y ayúdennos, por favor, a correr la voz. Mil gracias.