Claudia Camba, luchadora social argentina, presidenta de la Fundación `Un mundo mejor es posible´, organización que coordina la Cooperación cubana en Argentina, nos habla sobre cada uno de los programas de la solidaridad cubana en su país, como la Operación Milagro y el Programa de alfabetización "Yo sí puedo". Y sobre iniciativas concretas como el Centro Oftalólógico Ernesto Che Guevara, donde está a punto de inaugurarse un Hospital-Escuela, producto de una cooperación de tipo triangular Cuba-País Vasco-Argentina, con apoyo puntual de la asociación Euskadi-Cuba y de las Juntas Generales de Gipuzkoa. Edición: Esti Bonito.

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También sobre la Brigada Ernesto Che Guevara, que lleva a médicos y médicas de Argentina formados en Cuba a realizar trabajo voluntario en zonas deprimidas de su país, y que cuenta con la participación entusiasta de la doctora Aleida Guevara, pediatra cubana e hija del Guerrillero Heroico. Claudia nos habla del importante papel de Lucía Coronel, la Directora del citado Centro Oftalmológico, hija de desaparecido por la dictadura argentina y formada como médica en la ELAM de Cuba. Equipo: Patricia Moncada, Javier Garijo y José Manzaneda.

- En 2015 habéis inaugurado el hospital–escuela, ¿en qué consiste este proyecto?

- Es un sueño que teníamos y que ya se hizo realidad. Surge de la necesidad de sustentar la “Operación Milagro” más allá de la coyuntura. ¿Cómo llegar al argentino o a argentina que necesite operarse desde el centro del país, en un país tan grande como Argentina? Se nos ocurrió la idea de hacer un hospital–escuela, donde se formen médicos y médicas con tanta ciencia como conciencia, capaces de quedarse trabajando allí donde otros cirujanos no quieren estar.

De esta forma resolveríamos el tema de la ceguera prevenible y mantendríamos el nivel de operaciones que la OMS se plantea: tres mil personas por cada millón de habitantes. Gracias a la cooperación, como siempre, de nuestra querida Revolución cubana, y de otros compañeros y compañeras, empresas, países, asociaciones y el gran aporte de los compañeros y compañeras del País Vasco, hemos logrado cumplir esta primera etapa: compramos un terreno, y terminamos la construcción de la primera fase, que es el área hospitalaria de pre y postoperatorio y el quirófano del hospital–escuela.

- Hay una campaña internacional de intelectuales, artistas, personas de Cuba, de Argentina y de otros lugares que trata de recaudar fondos para apoyar una segunda fase de este proyecto, que sería la construcción de un Centro Cubano de Formación. Háblanos un poquito de esta segunda parte.

- Con la campaña “Para volver a verte, súmate Che” pretendemos que organizaciones sociales, compañeros y compañeras y diferentes países e instituciones se sumen donando dinero o materiales para construir tres pisos que faltarían para este centro de estudios. ¿Por qué? Porque ya inauguramos el hospital y lo vamos a hacer escuela, pero no estaríamos en condiciones de traer médicos y médicas, enfermeros y enfermeras del interior del país, que necesitan un alojamiento. Un médico que formemos, una oftalmóloga que necesita formarse en cirugía, necesita permanecer de seis meses a un año con nosotros. En esta fase sería: un centro de conferencias, aulas y un centro de estadía, un hospedaje donde vivirían esos profesionales durante el período de postgrado y pasantía que harían en el hospital–escuela.

Además, queremos hacer un trabajo con los Ministerios de Salud Pública de las diferentes provincias de la Argentina porque, hoy, la formación no está en manos del Estado, sino que un 90% está en manos de asociaciones privadas y de una megacorporación oftalmológica, por lo que el perfil de quien forman es un perfil mercantilista.

Nosotros lo que queremos es becar gente a través de los Ministerios de Salud Pública de las provincias, y lograr que en esos hospitales donde puede haber aparatología para operar pero no profesionales, se formen esos profesionales y permanezcan en esos sitios. Y de esa manera, lograr que se operen todos aquellos que lo necesitan. Hay lugares en Argentina donde es absolutamente inaccesible la oftalmología, donde nunca jamás vieron a un profesional.

- ¿La idea sería que médicos cubanos fueran a impartir formación a estos profesionales argentinos?

- Claro. Tenemos un equipo médico que está formado por cuatro oftalmólogas argentinas que operan, que son asesoradas por una oftalmóloga cubana. Este equipo está en condiciones de impartir los cursos sobre cataratas, pero somos más ambiciosos, porque la única patología de ceguera no es la catarata, también está el glaucoma. Entonces vendrían profesionales del Hospital Pando Ferrer, el prestigiosos hospital cabecera de la oftalmología en Cuba, a impartir diferentes cursos de postgrado para profesionales argentinos.

- Háblanos también del programa de alfabetización cubano “Yo sí puedo” que lleváis adelante. Me decías que estáis incidiendo, sobre todo, en los trabajadores y trabajadoras del campo. ¿Por qué?

- Es una conclusión tras 11 años alfabetizando. Nos gustaría haber terminado ya de alfabetizar. Pero a veces, en nuestros países, no es tan fácil, porque vivimos en un sistema capitalista donde no todos tienen interés en que la gente se alfabetice.

En el 2014 conseguimos llegar a una institución que deriva del Ministerio de Trabajo, el Renatea, que aglutina a los trabajadores agrarios. Y hemos hecho un convenio y estamos alfabetizando en todo el país junto a ellos. El trabajador agrario en Argentina y, en general, en casi todos los países del mundo, es el que vive en peores condiciones. En Argentina se ha descubierto, inclusive, trabajo esclavo. Renatea está haciendo un esfuerzo para erradicar el trabajo esclavo. Y para ello, es importante que la gente maneje, aunque sea lo básico, de la lectoescritura. Con ellos estamos haciendo un trabajo maravilloso. Además, seguimos trabajando en conjunto con organizaciones sociales del país y con más de 60 municipalidades.

- Otro proyecto, volviendo a la parte médica, maravilloso, es la “Brigada Ernesto Che Guevara”.

- Esa brigada es otro sueño que, poquito a poco, también se va haciendo realidad. Fue una idea que surgió con un grupo de médicos y médicas graduados en Cuba, junto con Aleida Guevara, la hija de nuestro querido Che. Hay cerca de 700 –pronto mil– médicos y médicas de Argentina graduadas en Cuba. Y nos preguntábamos: ¿dónde están? ¿qué están haciendo? ¿se comunican entre ellos? ¿cómo hacemos para que un médico o una médica graduada en Cuba, con los principios de la salud pública socialista, se inserte en un sistema de salud público, pero con principios capitalistas, y a la vez pueda mantener sus principios? Es difícil.

Hace un año surgió la idea de crear la brigada, de llamar a estas personas e irnos todos a un lugar perdido en la Patagonia, a un pueblito que casi ningún argentino o argentina conoce, que se llama Gan Gan. Es un pueblo mapuche, con comunidades indígenas. Ese llamado lo lideró la doctora cubana Aleida Guevara. Se sumaron 100 compañeros y compañeras: 50 médicos y médicas, el resto artistas, maestros, periodistas, y nos fuimos a Gan Gan. Y allí la experiencia fue fantástica, fue un trabajo de dos días donde hicimos un diagnóstico del analfabetismo y de la situación de salud visual. Luego, llevamos a operar a Córdoba a todos los mapuches que lo necesitaban.

A partir de esa semillita germinó esta brigada que ya ha pasado por cuatro ediciones, y que tiene como objetivo ser anual. Nosotros, a través de este trabajo, descubrimos que el 99% de los médicos y médicas graduadas en Cuba están trabajando en el sistema público de salud, pero que tienen grandes dificultades de comunicación. Creemos que nuestro mayor aporte es que se enreden nuevamente, que se comuniquen, que tengan su propia organización.

Hace un año hubo una gran inundación en Misiones. El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación tiene camiones sanitarios que, entre otras cosas, están destinados para este tipo de emergencias. Enviaron camiones y médicos. Y cuando iban llegando los camiones, ese día de la inundación, la gente de la comunidad quedaba impactada porque los médicos bajaban de los camiones y se iban abrazando a los otros médicos. Eran jóvenes médicos que se habían graduado en Cuba y que se reencontraban allí, en aquella misión solidaria en su propio país.

Yo recordaba lo que decía el Comandante Fidel Castro cuando se inauguró la Escuela Latinoamericana de Medicina. Él decía que soñaba, que se los imaginaba ya graduados, con sus computadoras portátiles comunicándose entre ellos, y que iban a hacer maravillas. Yo creo que eso es lo que hay que incentivar que suceda, no sólo en Argentina sino en toda América Latina.

- Sois mujeres las que lideráis tanto la Fundación como los programas de solidaridad cubana en Argentina. Y tenemos entendido que son las mujeres las que lideran e impulsan la alfabetización. ¿Es cierto?

- En la Fundación somos el 90% mujeres, y el centro oftalmológico está liderado por mujeres. La directora, que es la doctora Lucía Coronel, es una compañera que se graduó en la primera promoción de la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba. Cuando se graduó se fue a trabajar a Venezuela; estuvo allí trabajando con médicos y médicas de Cuba y de América Latina que fueron a apoyar el trabajo en los lugares más complicados: el Amazonas, las zonas fronterizas con Colombia... Y cuando se entera, en Venezuela, de que había una misión solidaria cubana en Argentina, regresa y se inserta en lo que en aquella época era la “Operación Milagro” entre Argentina y Bolivia.

Luego da un paso al frente en la formación y se viene a formar aquí de epidemióloga. Y ya decidida, vuelve a dirigir el centro oftalmológico. Lucía es nuestro ejemplo, nosotros decimos que queremos ser como ella. Es hija de desaparecidos por la dictadura argentina, y logró seguir los ideales por los que su madre y su padre murieron, con su misma entereza. Así que ella es nuestra directora y el ejemplo a seguir.

Luego, en el programa de alfabetización, en un 90% se alfabetiza a mujeres. La mujer tiene la necesidad, busca aprender porque es quien trata de ayudar a sus hijos en las tareas de la escuela. Tienen que leer los medicamentos que le dan a sus niños, y lo mismo que se alfabetizan buscan operarse de la visión, porque tienen que poder trabajar en la casa, atenderlos, etc.

En una provincia del norte de nuestro país, Jujuy, el trabajo de las misiones es coordinado por una ONG de mujeres, la ONG “Juanita Moro”. Jujuy es una provincia problemática, es la ruta de la trata de personas. En Argentina, cuando se habla de trata de personas, se habla de trata de mujeres para explotación sexual. A veces quedan en Argentina y otras las mandan a otros países y uno de los puntos de salida es la frontera entre Jujuy y Bolivia. Hicimos una brigada en Humahuaca, que es un pueblo en la provincia de Jujuy, que también lideró la doctora Aleida Guevara, y uno de los temas que trabajó la brigada fue la trata, la información de cómo una mujer tiene que poder cuidarse para no ser víctima de la trata. Ellas son heroínas en Jujuy y tienen un trabajo maravilloso en género.

- Claudia, la Fundación no solamente trabaja con Cuba, sino con contrapartes de terceros países que tratan de apoyar de manera triangular la solidaridad cubana con Argentina.

- Surgió en el año 2011 la idea de trabajar con algunos países de Europa y triangular la cooperación con Cuba: Cuba, Europa y Argentina. Hice un viaje en el año 2011 y la verdad es que lo que se materializó fue el País Vasco. Trabajamos ya hace varios años con las Juntas Generales de Gipuzkoa, que han sido un aporte fantástico porque el primer año de cooperación pudimos comprar un láser. Sabes que cuando una persona se opera de cataratas, luego de un año puede hacer una catarata terciaria que solamente se cura con un láser, y no lo teníamos. Por lo cual, la gente que se operaba con la misión médica de Cuba, tenía después que pagarse el láser, que es otra operación. Las Juntas Generales nos donaron el dinero para comprar el láser y con eso se completó todo lo que es la cirugía de cataratas. Y luego nos donaron dos años más dinero con el cual se compraron insumos, medicamentos, lentes intraoculares etc. que fueron claves para poder seguir manteniendo la operación, para que Cuba mande menos dinero a Argentina.

Fue un aporte fantástico que además fortaleció el trabajo de la Brigada Che Guevara, porque las personas que detectamos utilizan esos insumos.

Pensamos seguir potenciando la cooperación. La relación más fuerte la tenemos con Euskadi-Cuba, sin eso hubiera sido imposible haberlo logrado. Esperamos ahora tener proyectos en los que juntos podamos construir este sueño de tener el centro de estudios que, más tarde, sea un centro de formación en todo lo que es la Batalla de Ideas, no solamente en salud pública, sino también en educación, en formación de gestión social comunitaria, etc.

Entrevista: José MANZANEDA
Transcripción: Natalia CALVO

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