Camarada Ibérico* - Cubainformación
Domingo 14 de julio: salida desde Madrid y llegada a La Habana
En 2017 tuve la suerte de subirme por primera vez a un avión y aterrizar en una isla por primera vez en mi vida, junto a mis padres. Y fue en la mejor de las islas del planeta: la República de Cuba. Los tres recorrimos varias provincias y ciudades del país caribeño. Era una época en la que el Gobierno de Trump volvió a endurecer fuertemente el bloqueo contra los trabajadores cubanos, aunque por aquel momento no se notaba de la manera que se nota ahora, especialmente tras la pandemia de 2020 que redujo considerablemente el turismo. Desde entonces, Cuba sufre escasez de productos vitales, entre ellos el combustible, lo cual provoca dificultades en el transporte y apagones eléctricos.
Ahora, en 2024, mi padre y yo decidimos que era hora de volver a poner nuestros pies en aquellas calles tropicales de la Mayor de las Antillas. Así fue que nos alistamos como brigadistas en la 51ª Brigada Europea de Trabajo Voluntario y Solidaridad con Cuba José Martí, organizada por la Asociación de Amistad Hispanocubana Bartolomé de Las Casas y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP). Una de las mejores sensaciones que tuve fue al bajar del avión y salir del aeropuerto, pues volví a ver Cuba sin necesidad de una pantalla delante y, además, recordé un olor muy característico de allí que me envolvió en una sensación de nostalgia: la mezcla del olor a humedad con el olor del combustible que sale de los coches y de las guaguas.
Una vez fuera del aeropuerto, nos recibieron dos de las guías que estarían con los 48 brigadistas europeos. Tras presentarnos, nos subimos a la guagua los brigadistas españoles y nos dirigieron hasta el Campamento Internacional Julio Antonio Mella (CIJAM). Durante el viaje no aparté la mirada de la ventanilla, observando las carreteras y campos de Cuba (o eso intentaba, ya que nos pilló la noche). Una vez llegamos al CIJAM, en medio de un apagón, nos llevaron a dejar nuestro equipaje y después al comedor a darnos de cenar. Una vez cenados, hubo rato libre hasta que fuimos a dormir, agotados por tanto movimiento.
Lunes 15 de julio: conferencia sobre el pensamiento de José Martí y Fidel Castro y reunión sobre el funcionamiento del CIJAM
Tras pasar la primera noche nos despertamos. Acto seguido nos fuimos a la ducha, que se encontraba en unos baños compartidos segregados por sexos. En esos baños hay una pila fuera de lavabos y otra dentro, que la gente usa para lavar su ropa (la cual luego tiende en cuerdas que ponen entre los postes frente a su habitación) o lavarse los dientes, por ejemplo; cuatro inodoros y cuatro duchas, todo separado entre sí por paredes y puertas o cortinas. Al usar los inodoros, había que coger uno de los cubos de agua del lavabo y usarlo como cisterna, ya que estaban rotas y la situación de bloqueo dificulta la entrada de materiales de reparación y/o sustitución.
Al acabar de ducharnos, nos vestimos y nos fuimos a desayunar, donde nos sirvieron un pequeño bocadillo de tortilla francesa, siendo los bocadillos el desayuno más habitual en el CIJAM, que se podían acompañar con frutas, café, leche o yogurt líquido. Estábamos ya más descansados y empezábamos a habituarnos a la situación de brigadistas. En esos momentos los brigadistas españoles empezamos a convivir con el resto de brigadistas europeos (portugueses, alemanes, griegos, rusos, búlgaros…) y, además, con los integrantes de la Brigada Juan Rius Rivera de Puerto Rico.
Una vez habíamos desayunado, nos dirigimos a la sala de conferencias para escuchar acerca del pensamiento de José Martí y Fidel Castro, estableciendo una relación entre el pensamiento de ambos. O dicho de otro modo, mostrando como Fidel heredó parte de su pensamiento de Martí. Esa conferencia nos sirvió especialmente para entender Cuba y su Revolución desde el punto de vista ideológico, es decir, cuales son las bases de pensamiento que guían a los comunistas cubanos.
La conferencia terminó y nos fuimos a comer. Ahí nos encontramos de nuevo con una de las dificultades que ocasiona el bloqueo a la isla: la escasez de comida, al menos, en el plano de la variedad. Casi todos los días, la comida y la cena consistían en arroz blanco o arroz congrí acompañado de una pieza de carne y yuca o boniato. Aunque también daban la opción de elegir un plato vegetariano, cambiando la carne por huevos fritos, por ejemplo, algo que se debe agradecer mucho si tenemos en cuenta las circunstancias del país.
Después de comer nos dirigimos de nuevo a la sala de conferencias para reunirnos con los cargos directivos del ICAP y del CIJAM, quieres nos explicaron detalladamente el plan de la brigada y el funcionamiento del campamento. A pesar de que estaba previsto realizar una ofrenda floral en el busto de José Martí y plantar un árbol en esos momentos, las fuertes lluvias y tormentas que nos hicieron compañía la mayoría de los días lo impidieron. Ya había acabado la actividad del día y solo quedaba cenar y tiempo libre para terminar de conocer el campamento.
En el campamento hay un chiringuito donde ofrecen agua, refrescos, cerveza, mojitos, pizzas y bombones; una tienda donde comprar ciertas comidas y productos variados; una tienda ETECSA para comprar tarjetas wifi, una CADECA para cambiar dinero; y una consulta médica atendida por un médico y un enfermero. Es importante tener en cuenta, respecto al chiringuito y la consulta médica que, debido a la escasez de productos en Cuba, no siempre hay existencias de los productos del catálogo y no siempre habrá las medicinas que se puedan necesitar.
Tras un largo y placentero día nos fuimos a dormir, para estar bien descansados al día siguiente en la primera jornada de labores productivas.
Martes 16 de julio: primer día de labores productivas y conferencia sobre el impacto del bloqueo en Cuba
Ya era el primer día de labores productivas y tras ducharnos y desayunar nos fuimos a ello. Pero antes realizamos la ofrenda floral en el busto de José Martí. Nos dirigimos hacia la entrada del campamento donde nos esperaban dos vehículos para llevarnos al lugar de trabajo: un tractor con un remolque un un todo terreno. Yo me subí en la parte de atrás del todoterreno, al haberse quedado demasiado lleno el remolque del tractor. Nos pusimos en marcha por las carreteras de Cuba y, durante el trayecto, me dediqué a observar los campos y viviendas de las zonas rurales que hay en la zona.
Llegamos allí y nos reciben los trabajadores de una cooperativa agrícola, quienes nos explicaron la manera en la que podíamos ayudarles durante la jornada. Ese día lo que más se hizo fue quitar las malas hierbas para poder iniciar nuevos cultivos en el invernadero. Fue una jornada que, aunque corta, fue “dura” debido a que no estamos acostumbrados al trabajo agrícola, al menos en mi caso. Además, como dice la famosa canción de Havana D´Primera, Cuba es donde el Sol calienta la Tierra. Y eso dentro del invernadero se notó más aún, por lo que no fueron pocos los caminos de los brigadistas hacia la fuente o las botellas de agua.
Al terminar la jornada, los vehículos nos llevaron de vuelta al CIJAM donde, tras ducharnos y beber algo fresco del chiringuito, fuimos a comer. Después de comer nos esperaba una nueva conferencia, esta vez, sobre la economía cubana y el impacto del bloqueo en la misma. Además, ese día emitieron también el documental “Culpables” sobre el debate en el Parlamento Europeo sobre el bloqueo a Cuba.
Sobre ese día, ya solo me queda mencionar la cena y tiempo libre por el campamento mientras sonaba la música diaria del campamento.
Miércoles 17 de julio: segundo día de labores productivas y conferencia sobre la democracia socialista en Cuba
El segundo día de labores productivos no fue tan óptimo como el primero. Los habitantes del otro lado del charco no estamos acostumbrados a la climatología tropical y varios caímos enfermos, con diarreas, dolor de garganta… Por suerte, Cuba desde la Revolución, formó una enorme cantidad de médicos, enfermeros, entre otros trabajadores sanitarios, por lo que en el CIJAM cuentan con la presencia de un médico y un enfermero que trataron nuestras afecciones minuciosamente (algo que también se pudo observar en los hoteles donde nos alojamos a la semana siguiente). Los responsables de la Brigada decidieron quiénes estaban en condiciones de ir a las labores (y en qué condiciones) y quiénes no. En mi caso, decidieron que no, y así se repitió durante el resto de jornadas de labores productivas, excepto en la última.
Por tanto, ese día hubo principalmente tres grupos de personas: los que se fueron a trabajar en la cooperativa agrícola fuera del CIJAM, los que se quedaron haciendo labores productivas varias en el CIJAM, y los que nos quedamos enfermos sin la posibilidad de aportar en los quehaceres. Al venir la gente que estuvo fuera, pasamos a comer. De nuevo, nos esperaban tras comer en la sala de conferencias. Esta vez tocaba hablar de cómo funciona la democracia socialista en la isla y sus diferencias con la democracia liberal.
Por último, la cena y el tiempo libre.
Jueves 18 de julio: tercer día de labores productivas y visita al municipio de Artemisa
En el tercer día de labores productivas se vivió una situación similar a la del día anterior. Tras comer, empezamos a prepararnos para coger el autobús (o la guagua, como lo llaman allí) y visitar el municipio de Artemisa. Una vez subidos al bus, nos llevaron primero al Memorial de los Mártires de Artemisa, que consiste en un mausoleo a los héroes revolucionarios fallecidos en Artemisa. Allí nos recibieron las autoridades de Artemisa y una guía del mausoleo, quienes nos explicaron la historia que hay detrás del lugar, así como su significado.
Una vez finalizada esa visita, nos llevaron a la zona céntrica del municipio, donde pudimos pasear por sus calles hasta llegar a un bar donde tomar alguna bebida para refrescarnos. Tras ello, fuimos caminando de nuevo hacia el bus y volvimos al CIJAM.
Allí en el campamento nos esperaba una noche especial, pues había una fiesta con cena y baile en el exterior, junto a la Brigada Juan Rius Rivera de Puerto Rico y la caravana de Brasil. La fiesta terminó progresivamente cuando la gente empezamos a irnos a dormir, agotados por baile, pero contentos por haber disfrutado de esa maravillosa fiesta.
Viernes 19 de julio: día en La Habana
Ya al día siguiente no había labores productivas, sino que desayunamos y nos fuimos en el autobús hacia La Habana.
El primer sitio visitado fue el Centro Fidel Castro, institución dedicada a estudiar y explicar la vida y el pensamiento de Fidel Castro, así como de otras personalidades que influyeron en él. Una vez que llegamos, nos hicieron una visita guiada por el centro, explicándonos las partes más importantes de la vida de Fidel y de Cuba una vez triunfó la Revolución.
El segundo sitio fue la Casa de la Amistad, donde pudimos disfrutar de una comida y reponer fuerzas para continuar el día. También fuimos afortunados de escuchar una orquesta de músicos en vivo durante un buen rato.
El tercer sitio fue el Museo de la Revolución, donde nos enseñaron la parte de afuera (el resto estaba en obras y no se podía entrar) y ver, entre otras cosas vehículos militares usados por los revolucionarios cubanos. Pero lo más importante para ver del Museo era el Yate Granma, con el que los guerrilleros desembarcaron en Sierra Maestra. Tras visitar esto, hubo tarde y cena libre por La Habana.
El cuarto y el último lugar fue la Fortaleza del Morro Cabaña, para presenciar el tradicional cañonazo diario a las 21:00. Tras esto, regresamos al CIJAM para dormir.
Sábado 20 de julio: cuarto día de labores productivas y Noche Europea
Tras la visita de La Habana, llega el cuarto día de labores productivas, dándose la misma dinámica de los dos días anteriores, aunque con una mucha mejor situación. Una vez se comió, nos pusimos manos a la obra para preparar la noche europea
La noche europea, que empezó tras la cena, consistió en un picoteo con los platos típicos de cada país visitante (ahí chocamos de nuevo con el bloqueo, debido a la dificultad para obtener ciertos productos) y una actuación típica de cada pueblo. La delegación del estado español hicimos platos típicos de nuestra gastronomía, destacando las tradicionales tortilla española y las comidas típicas de Cataluña y País Vasco.
Una vez terminado el picoteo, cada delegación visitante realizó una actuación de su folclore. En nuestro caso hablamos de la situación de España, un brigadista cantó una canción y, después, todos cantamos una canción en conjunto. Además, los integrantes catalanes de la Brigada Europea leyeron un hermoso poema escrito en catalán.
Una vez terminado el evento, fuimos a dormir.
Domingo 21 de julio: visita a Las Terrazas
Una vez nos despertamos de la noche de fiesta, desayunamos y nos fuimos a Las Terrazas, para aprender sobre los proyectos ecologistas de Cuba y disfrutar de su naturaleza de en la sierra.
Primero fuimos a una conferencia donde nos explicaron cómo se desempeña el ecologismo en Cuba. Nos hablaron también de los hábitats naturales de la isla, así como de la fauna y vegetación existente. Después de explicarnos esto nos enseñaron su proyecto de apicultura ecológica, invitándonos a probar su miel.
Después, fuimos en el autobús hasta una pequeña cafetería para tomar un café y, tras esto, nos llevaron a la zona de viviendas de la ciudad, enseñándonos una tienda de la zona. Cerca de ahí estaba la casa del famoso cantautor cubano Polo Montáñez, la cual tuvimos el placer de visitar.
Acto seguido fuimos directo a comer a un restaurante donde disfrutamos de una comida y de una gran actuación musical. Por último, fuimos al río de la zona donde nos refrescamos en el agua tras una mañana de actividades.
Al terminar de bañarnos, nos volvimos al CIJAM, donde ya solo quedaba cenar y dormir.
Lunes 22 de julio: conferencia sobre la manipulación mediática contra Cuba, visita a centros de ciencia y reunión con la FMC y CTC
Al despertarnos el primer día de la segunda semana, nos fuimos a desayunar para ir con energías a escuchar una conferencia en la que un periodista nos explicó la forma en la que la contrarrevolución trata de desinformar a la gente acerca de la realidad de Cuba, por ejemplo, a través de tergiversar la realidad o, directamente, a través de noticias falsas.
Tras la conferencia fuimos a comer y, después, a los autobuses para ir a La Habana. Ahí la brigada se dividió en dos grupos, para hacer más eficaces las tradiciones de los intérpretes. Un grupo, integrado por las delegaciones de España y Portugal, nos fuimos al Centro de Neurociencia donde nos dieron una conferencia explicándonos las actividades del centro. El otro grupo, integrado por el resto de brigadistas, fueron al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Una vez visitados ambos lugares, nos encontramos ambos grupos en la Casa de la Amistad para escuchar una conferencia sobre la situación de la mujer y sobre el sindicalismo en Cuba, impartidas por representantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Antes de volver al CIJAM, nos explicaron como serían los días en Cienfuegos y Sancti Spíritus.
Después nos volvimos al CIJAM, para cenar y dormir.
Martes 23 de julio: salida hacia Cienfuegos
Comienza el primer día fuera del CIJAM. Tras desayunar, subimos al autobús y partimos rumbo a Cienfuegos. Como fue un viaje largo, paramos en un bar que se encontraba en la carretera para que las personas pudiéramos tomar algún tentempié y usar algún aseo. Una vez hecho esto, reanudamos la marcha hasta llegar a Cienfuegos.
El primer lugar al que fuimos fue al Cementerio Tomás Acea, donde nos recibieron las autoridades de la provincia a y la delegación del ICAP para colocar una ofrenda floral en homenaje a los mártires caídos en el levantamiento del 5 de septiembre. Después de esto fuimos a comer al Club Marinero de Cienfuegos, donde pudimos disfrutar de una comida junto al mar.
Al terminar de comer, nos dirigimos al centro de la ciudad, donde pudimos visitar el Museo Provincial de forma guiada y, después, el Teatro Tomas Terry. Visitados ambos lugares, nos dirigimos a un establecimiento donde nos esperaba una orquesta de niños y adolescentes, quienes nos ofrecieron un excelente espectáculo musical.
Terminada su actuación, fuimos en el autobús al Hotel Rancho Luna, donde nos hospedamos. Se trata de un buen hotel situado en las afueras de la ciudad, pero junto a una tranquila y agradable playa caribeña. Además, el hotel ofrece un servicio de médicos en sus instalaciones. Una vez realizado el hospedaje, solo quedaba cenar, disfrutar de una tranquila noche con ambiente festivo y, finalmente, dormir.
Miércoles 24 de junio: segundo día en Cienfuegos
El segundo día en Cienfuegos, tras un estupendo desayuno en el Buffet libre del hotel, nos dirigimos a una cooperativa agropecuaria de la ciudad, donde nos explicaron el funcionamiento de las cooperativas de ese sector allí en Cuba. Una vez terminadas sus explicaciones, se dividió la Brigada en dos grupos. El primer grupo, fue a visitar una mipyme que trabaja con software en Cuba. El segundo grupo, fuimos a visitar una mypime que se dedica a fabricar básculas y materiales de medición de peso.
Visitadas las mipymes, fuimos al hotel a comer, para ir después un hogar de ancianos en Cienfuegos. En ese lugar, tuvimos el placer de escuchar a aquellas personas que vivieron en la Cuba de antes de la Revolución y tuvieron la valentía y el orgullo de sacar adelante la isla con todos los obstáculos que se encontraban debido al imperialismo. Después de esto, fuimos a escuchar a la juventud cubana, a la militancia de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) quienes nos hablaron de la situación de los jóvenes cubanos, explicándonos cuales son sus proyectos y retos de cara al futuro. En una misma tarde, visitamos a quienes iniciaron la Revolución y a quienes actualmente la continúan.
Al volver al hotel, tras las visitas de la tarde, pudimos disfrutar de un baño en las placenteras aguas tropicales de la isla antes de cenar e irnos a dormir para salir al día siguiente a la carretera.
Jueves 25 de julio: rumbo a Sancti Spíritus, haciendo parada en Santa Clara
Tras haber disfrutado de un placentero baño en el mar el día anterior, nos pusimos en marcha en el autobús para ir hasta Sancti Spíritus. Pero antes de llegar, hicimos una parada en Santa Clara, con el objetivo de visitar el Complejo Ernesto Che Guevara, acompañados de los Delegados del ICAP y las autoridades de la provincia de Villa Clara. Ahí vimos los monumentos dedicados al Che en el exterior de las instalaciones, donde estaban escritas algunas de sus frases más memorables. Después vimos un museo interior, donde estaban guardadas las pertenencias más relevantes del Che y, además había referencias a otras personas importantes de la Revolución Cubana. Por último, fuimos la sala más importante: la sala donde está enterrado el Che, junto a otros héroes revolucionarios.
Una vez terminada de visitar la tumba del Comandante y sus otros camaradas, nos pusimos en marcha en el autobús. Pero esta vez teníamos que esperar a otros autobuses que llevaban a otras delegaciones de brigadistas de otros países, entre ellos, nuestros compañeros boricuas del CIJAM. Una vez estuvimos los autobuses juntos, nos pusimos rumbo a Sancti Spíritus, haciendo una parada en un restaurante para comer todos juntos, con música en vivo durante un rato.
Al terminar de comer fuimos en el autobús hasta la Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus, donde nos esperaba el Primer Secretario del Comité Nacional del Partido Comunista de Cuba. Se trataba del Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acompañado del canciller Bruno Rodríguez y el Presidente del ICAP Fernando González, quien es también uno de los Cinco Héroes Cubanos. Allí tuvimos el privilegio de poder escucharles y, al final, hacernos fotos con el Presidente.
Una vez acabada la conferencia, subimos al autobús para dirigirnos al Hotel Costasur, en Trinidad, donde nos hospedamos una noche. Una vez hospedados, solo quedaba cenar y dormir para el evento más importante de la Brigada: la celebración del 26 de Julio, en conmemoración del Asalto al Cuartel Moncada y Cuartel Céspedes en Santiago de Cuba con el objetivo de derrocar la dictadura de Fulgencio Batista, sostenida por el imperialismo.
Viernes 26 de julio: celebración de la fiesta nacional de Cuba
Llegó el día. Era la 1:30 cuando nos despertamos para ir a por un desayuno en el hotel, para después salir en el autobús hacia Sancti Spíritus, donde tendría lugar la celebración del 26 de Julio a las 5:00. Allí nos encontramos una enorme multitud de gente que iba tomando asiento en la Plaza Serafín Sánchez. Una vez nos sentamos todos los asistentes, comenzaron los discursos y las exhibiciones artísticas de la celebración, cargado todo de fuerte reivindicación popular revolucionaria, tan propia del pueblo cubano.
Una vez finalizado el evento, nos fuimos andando por las calles de la ciudad hasta el autobús y, desde allí, hasta el hotel. Allí pudimos descansar y darnos un buen baño en las agradables aguas de la isla, hasta la hora de comer. Una vez que habíamos comido, subimos al autobús para emprender un largo y entretenido viaje por las carreteras cubanas hasta el CIJAM, haciendo alguna parada que otra hasta llegar al destino, donde nos quedaba ya solo cenar y dormir para darlo todo al día siguiente, en la última jornada de labores productivas.
Sábado 27 de julio: último día de labores productivas y conferencia sobre la importancia de la solidaridad
Después de descansar tras las vivencias de los días anteriores, tocaba desayunar y realizar las últimas labores productivas. Este día nos tocó hacer trabajos de limpieza y de ordenación en el campamento. Para ello nos dividimos en grupos, asignándose una tarea a cada grupo. En mi grupo nos tocó coger el cepillo y recogedor para barrer el suelo del CIJAM.
Tras acabar la jornada, vino Raúl Abreu, director del CIJAM, para exponernos el valor de nuestro trabajo y como hemos ayudado a Cuba en estas jornadas, mostrándose enormemente agradecido con los brigadistas. Tras ello, fuimos a comer.
Después de comer nos dirigimos a la última conferencia, sobre la importancia de la solidaridad. Allí nos encontramos de nuevo con Fernando González, acompañado de la Vicepresidenta Primera del ICAP, Noemí Rabaza; y de Rigoberto Zarza, Director de Europa deI ICAP. Nos explicaron lo importante que es la solidaridad internacional para una Cuba sitiada por el imperialismo y, por supuesto, agradecieron dicha solidaridad. Solidaridad que, en buena medida, hemos aprendido de Cuba, cuyo pueblo, aún con sus enormes dificultades, siempre se muestra dispuesto a ayudar a los demás pueblos, sean o no amigos de su Revolución. Además de escuchar la conferencia, los brigadistas también hicieron sus valoraciones y expresaron sus opiniones.
Al finalizar esto, el CIJAM nos preparó una comida especial que consistía en una ensaladilla de pasta con mayonesa y otros ingredientes, similar a una ensaladilla rusa. Ya solo quedaba la tarde libre, cenar y dormir.
Domingo 28 de julio: regreso a casa
Había llegado ya el fin de la Brigada al despertarnos. En esa mañana ya solo nos quedaba asearnos, ducharnos, desayunar y terminar de recoger las pertenencias para subirnos al autobús que nos dejaría en La Habana para ir al aeropuerto. No todos los brigadistas salieron del ICAP a la misma hora, pues, aparte de que algunos brigadistas se quedaban más tiempo en Cuba, no todos teníamos las mismas horas de vuelo. Por lo tanto, a la mañana salimos un primer grupo con destino a La Habana, concretamente al ICAP para dejar las maletas y disfrutar de una última jornada de tiempo libre en la ciudad los que salíamos en el avión a las 21:10. Las personas que estaban en ese grupo y se quedaban en Cuba más tiempo, se fueron por su cuenta después.
Al bajar del autobús, los que volábamos esa noche, tuvimos tiempo libre en La Habana hasta las 16:00, hora en la que nos volvimos a encontrar todos en el ICAP para recoger las maletas y subir al autobús que nos llevó al aeropuerto. Una vez llegamos al aeropuerto y pasamos los controles de seguridad, pasamos a la terminal a esperar que saliera nuestro avión.
Cuando embarcamos, sentimos una sensación de alegría y pena, ya que vimos por última vez a Cuba mientras volábamos y nos alejábamos para regresar a casa.
Reflexiones
Han pasado siete años desde que visité Cuba con mis padres. La primera vez que fui, más allá de los logros del socialismo en Cuba que ya conocía, pude observar los problemas que Cuba tiene, principalmente a causa del bloqueo y de la escasez de recursos para esquivar dicho bloqueo. Pero tras la pandemia, que trajo consigo una reducción del turismo, la situación ha empeorado, y eso los brigadistas pudimos notarlo y vivirlo. Entre otras cosas, porque quienes organizan la Brigada y nos acompañan en ella, no trataron de ocultarnos la dura realidad que viven los cubanos en su día a día.
En los conferencias que nos dieron en el CIJAM y en el resto de sitios, nos hablaron de cómo la Revolución trajo consigo unas significativas mejoras de vida para los trabajadores cubanos y, por supuesto, para trabajadores de otras zonas del mundo gracias al marcado internacionalismo de Cuba. Pero también nos explicaban las limitaciones que tienen los cubanos para solucionar los problemas, especialmente económicos. Y, por supuesto, nunca faltó la autocrítica ya que, aunque son conscientes de que el bloqueo es la causa principal, tienen claro que si se quiere seguir mejorando la vida de la gente se deben conocer los errores propios y rectificarlos.
En el campamento, también se vivieron algunos de los problemas que frecuentemente afectan a los cubanos, y a veces, les desesperan. Se presenciaron los cortes de luz debido a la escasez de combustible y al estado de su industria energética, a veces programados y a veces imprevistos. A la hora de realizar las comidas diarias, se pudo notar la limitada variedad alimentaria da Cuba. Cuando algunos brigadistas enfermamos, nos medicamos con medicinas traídas por nuestra cuenta, debido a la escasez de medicamentos en Cuba.
Las personas que nos guiaban en la Brigada nos llevaron a las calles de Cuba, para enseñarnos y explicarnos la vida de los cubanos. Nos llevaron a sitios como el Centro Fidel Castro, donde nos explicaron la vida de Fidel a modo de línea del tiempo; el Centro de Neurociencia, donde nos hablaron de acerca de la ciencia y tecnología cubanas; el Teatro Thomas Therry, donde nos hablaron de la cultura en Cuba; a un hogar de ancianos, donde los profesionales y los residentes pudieron contarnos acerca de la situación de la tercera edad en la isla… En todos estos sitios, se pudieron conocer de primera mano los éxitos de Cuba, pero también sus limitaciones y carencias.
Pero aparte de la Brigada, en ratos libres, tuve el privilegio de reunirme con camaradas cubanos a los que antes solo conocía vía telemática. Ellos nos sumergieron a mi padre y a mí en las históricas y largas calles y avenidas de La Habana, haciendo alguna parada que otra en algún bar para comer y cenar. Durante las caminatas, se hacían evidentes los problemas económicos que el bloqueo ocasiona a los cubanos, por ejemplo, la precariedad que sufren los edificios y el asfalto. Mis camaradas nos explicaron detalladamente los aspectos positivos y los aspectos negativos de la vida en la Mayor de las Antillas.
Hablando de los aspectos positivos, todos ellos y sus familias han tenido la posibilidad de construir sus proyectos de vida en su país al haberles sido posible estudiar en la universidad sin tener que pagarlo y luego tener su trabajo allí, tener la tranquilidad de que la vivienda familiar será conservada, tener acceso a la salud y a un mínimo de alimentos básicos… En cuanto a los aspectos negativos, uno de los mayores es el de la limitación de los recursos que el Estado pretende asegurar al pueblo cubano.
Resulta doloroso ver a uno de los pueblos más revolucionarios y con mayor calidad humana pasándolo tan mal, como castigo del imperialismo al no someterse a sus reglas. Un pueblo que, aún teniendo enormes dificultades, siempre está dispuesto a sacrificarse para ayudar a otros a los que el capitalismo causa daños mayores, no se merece ser castigado y menos de esa forma tan vil.
De Cuba me vine con una sensación de tristeza al presenciar los problemas del país. Pero también con una sensación de esperanza, al ver a los cubanos tan abnegados en la tarea de solucionar dichos problemas. Me vine, ante todo, con un valioso aprendizaje, al tener la oportunidad de convivir con los cubanos y haber tenido la ocasión de haberles “echado una mano”, por ejemplo, en sus tareas agrícolas junto a los campesinos que tienen la importante misión de mantener alimentada a la población isleña.
Pese a todos los problemas, ocasionados principalmente por el bloqueo, los cubanos resisten y trabajan incansablemente por los humildes de todo el mundo, pues ellos son conscientes de los logros obtenidos y no permitirán que la burguesía se los arrebate.
Me vine con el deseo de volver en el futuro a la isla, ya que, como dice un camarada, Cuba crea adicción.
Agradecimientos
Quiero agradecer enormemente a todas aquellas personas que trabajaron incansablemente con nosotros durante la Brigada para cuidarnos y ayudarnos a conocer Cuba viviendo casi como unos cubanos más.
Agradezco también a los compañeros de la Asociación y al ICAP, por su tarea de organizar la Brigada, con todas las dificultades que eso conlleva.
Mis agradecimientos también al resto de brigadistas con los que coincidí y conviví, por haber contribuido a que la estancia en Cuba sea lo más entretenida y placentera posible.
También estoy agradecido con los camaradas que conocí allí tras tanto tiempo escribiéndonos, no solo por sumergirme en las hermosas calles habaneras y hacerme estupendos regalos, sino también por haberme ayudado a entender Cuba. Y por supuesto, por la formación política recibida por ellos.
Por último, quiero agradecer a todas las personas que leyeron el texto antes de publicarlo y me propusieron modificaciones para mejorarlo, así como a las personas que me enviaron fotos para acompañar el texto.
¡Cuba, qué linda es Cuba! ¡Quién la defiende la quiere más!
* Camarada Ibérico es el pseudónimo de un miembro de la Asociación de Amistad Hispano-Cubana “Bartolomé de las Casas”, que opta por el anonimato por motivos de seguridad.