Ingrid Storgen - Nicaragua ayer y hoy.- El pueblo es soberano, dicen los líderes de estas democracias tuteladas que gozamos los nuestramericanos, pero parece que hay gente a la que esa soberanía le molesta irrazonablemente. Y es grave, tan grave que preocupa si nos sentamos a analizar entre líneas la realidad que algunos pretenderán tapar pero sin lograrlo.
En Nicaragua se celebró el acto electoral resultando vencedor indiscutible, Daniel Ortega. Los datos indican que su victoria fue arrasadora, tanto como lo fue en Argentina la de la presidente Dra. Cristina Fernández de Kirchner.
Sobre el último triunfo nadie dijo nada, fue contundente y como tal se lo aceptó porque eso es lo que corresponde; el de Ortega lo fue también pero con una diferencia, que algunos dijeron NO y otros se sumaron.
ENTRE ESOS NONES APARECE el de la OEA, tajante, contundente, inexplicable pero, ya sabemos que cuando OEA habla es palabra santa.
Y la OEA tuvo cómplices para decir NO. Cómplices que no llegaron a Nicaragua por la fuerza, pero sí quieren imponer la voz de la fuerza para negar la voluntad de un pueblo que, al igual que el argentino, quiso decidir por si mismo.
Uno de esos cómplices es un joven de 26 años, Tomás Ottavis, líder de la agrupación conocida como La Cámpora.
Ottavis fue acompañante de la Organización de Estados Americanos y fue también obligado a dejar su misión de observador en el departamento de Río San Juan por agredir a la secretaria del Consejo Electoral Municipal de San Carlos, Eveling Pérez Enríquez.
DESDE LUEGO LA MISIÓN de Acompañamiento Electoral de la OEA en Nicaragua negó las acusaciones, pero resulta que no se sabe el motivo por el cual Ottavis, salió con sus maletas por la puerta trasera del hotel donde se hospedaba.
Según el CED, el muchachito hizo uso de agresión verbal y física, lo que de por si habla de violencia, cometiendo con su descabellado acto una falta de respeto lisa y llana ya que su función allí debería haber sido la de observador.
Sólo eso y no es poco.
La agresión se cometió a las 9 hs del pasado viernes cuando un grupo de campesinos pedían su cédula. El muchacho, equivocadamente, según versión de la propia secretaria, pretendió obligar a entregar las cédulas de una lista que el mismo mostraba a la vez que tomaba del cordón de la credencial que colgaba del pecho de la funcionaria, donde quedaron las huellas de un manotazo.
EVIDENTEMENTE MUY NERVIOSO, la sarandeó de la blusa que quedó rasgada mientras gritaba “acá vamos a hacer lo que nosotros queremos”
Epa, chiquito, ¿qué cosa es esa? ¡¡¡No estamos en casa!!! Y no fue todo porque además entró en la oficina con el mismo estado de nerviosismo exigiendo a los técnicos que le mostraran las cédulas y se las entregaran. ¿EXIGIENDO? Si.
Ottavis, ante el reclamo de la prensa dijo no poder dar declaraciones pero que no era sino un mal entendido. Y remató: “siempre acusan cuando están haciendo lo que no corresponde”.
¿Y qué era lo que no correspondía para ese razonamiento primario? Pues elegir lo que le daba la gana elegir al pueblo nicaragüense, como hizo hace pocos días el pueblo argentino.
ASÍ FUE LA HISTORIA VERGONZOSA en una elección que no admite dudas, donde el pueblo quiere seguir liderado por quien beneficiara a los pobres, mejorara la calidad de vida de quienes padecieron una guerra civil espantosa cuyo recuerdo todavía sacude y ahora hace uso de su legítimo derecho: VOTAR.
Tal vez la OEA salga a dar alguna explicación, corresponde, hechos como el mencionado nos pueden hacer pensar a los de por sí mal pensados, que no vaya a ser que a alguien se le ocurra utilizar a Argentina como punta de lanza de una feroz campaña contra el FSLN, en estas épocas de profundización del capitalismo.
Sabido es que cuando uno no quiere, dos no pueden, si a alguien se le ocurrió eso, que otro alguien se niegue por el bien del pueblo hermano. Esperemos que este análisis elemental -pero atento- pueda continuar en los próximos días y que este no sea más que una duda expresada en voz alta.
DE MOMENTO CREO que hacen falta explicaciones y queda una pregunta flotando en el mar de las incógnitas ¿Por qué molesta tanto el triunfo de Daniel Ortega?
¿Será que en las cuestiones democráticas también tendremos que empezar a pensar que hay hijos y hay entenados?
Ortega ganó, el FSLN tendrá un nuevo período y nada más ni nada menos que porque su pueblo así decidió.
No hagamos papelones ya sabemos que la OEA tiene su base, las patotas iracundas que se queden en su casa porque todavía tienen mucho que arreglar.