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El pasado 9 de abril, en una audiencia telemática ante la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, las figuras contrarrevolucionarias Rosa María Payá y José Daniel Ferrer —financiadas y promovidas por el gobierno de EE.UU.— exigieron nuevas sanciones económicas contra Cuba, en un acto de hipocresía y crueldad que busca profundizar el sufrimiento del pueblo cubano.

Ambos, conocidos por su historial de justificación de las violaciones a los derechos humanos por parte de Washington y su vinculación con la mafia terrorista de Miami, culparon al gobierno cubano de la crisis económica que el bloqueo estadounidense ha provocado deliberadamente durante más de seis décadas, especialmente desde la imposición de 240 nuevas sanciones en los últimos cinco años. Su objetivo es claro: extender el asedio económico desde Europa, siguiendo los lineamientos de Washington, mientras medios mercenarios como Diario de Cuba —financiado igualmente por agencias gubernamentales norteamericanas— amplifican su discurso injerencista.

El cinismo de los mercenarios: Denuncian carencias que su patrocinador provoca

Payá, cuya organización Cuba Decide recibe fondos de la USAID y la NED, de manera directa y triangulada, y cuyo salario es pagado íntegramente por la Casa Blanca, afirmó que el gobierno cubano "ha sumido a los cubanos en el hambre y la miseria", omitiendo que el bloqueo de EE.UU. ha destruido las fuentes de ingreso del país e impide, de este modo, la entrada de medicamentos, alimentos y combustible. Ferrer, por su parte, repitió consignas fabricadas en Miami sobre "presos políticos", ignorando que él mismo ha sido vinculado a actos violentos y financiamiento ilegal desde el extranjero.

Lo más indignante es que ambos exigen a Europa suspender el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con Cuba, así como "detener todo financiamiento" a la Isla, justo cuando la Isla enfrenta una crisis agravada por las 243 medidas de Trump que Biden mantiene vigentes. Es decir: primero apoyan el bloqueo que estrangula a Cuba, y luego piden más sanciones para culpar al gobierno de las consecuencias.

Medios cómplices: La maquinaria de mentiras de EE.UU.

Esta operación no sería posible sin la complicidad de medios pagados por Washington, como Diario de Cuba, ADN Cuba, Cubanet y otros, que repiten sin cuestionar las acusaciones de Payá y Ferrer. Estos espacios, lejos de ser independientes, forman parte de la guerra mediática contra Cuba, destinada a justificar nuevas agresiones económicas.

Mientras tanto, el pueblo cubano resiste, consciente de que estos personajes no representan sus intereses, sino los de quienes les pagan. La verdad es clara: las carencias en Cuba son producto del bloqueo, no del sistema socialista, y cualquier "solución" que implique más sanciones solo busca rendir por hambre a una nación soberana.

La solidaridad internacional debe frenar esta infamia

Organizaciones y gobiernos amigos han denunciado que la audiencia en el Parlamento Europeo es una pantalla para legitimar la agresión imperialista. Mientras Payá y Ferrer piden más castigos, decenas de organizaciones solidarias piden el fin al bloqueo criminal de EE.UU., se oponen a una "segundo bloqueo" desde Europa y exigen desenmascarar a los mercenarios y sus medios cómplices.

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