Un cierre de Willian Collazo en el relevo 4x400 selló las siete doradas de Cuba en la última jornada el atletismo panamericano, con lo cual igualaron las 18 coronas conquistadas por una comitiva antillana del campo y pista en los Juegos Panamericanos de La Habana 1991 y Mar del Plata 1995.
El primer cetro lo aportó Dayron Robles en los 110 con vallas, quien implantó uno de los cuatro récords que llevó la firma cubana este viernes, con tiempo de 13.10 segundos, en tanto su coequipero Orlando Ortega firmó el bronce con 13.30. “Buscamos el uno-dos, pero no contábamos con la resistencia del colombiano”, apuntó el campeón olímpico y doble monarca de estas justas.
La segunda dorada con plusmarca continental incluida la sumó la discóbola Yarelis Barrios, con un primer disparo de 66,40 metros, válido para destronar los 65,58 de Maritza Martén en la justa de Indianápolis 1987.
“Este envío lo salí a buscar y estuve convencida de que podía lograrlo en estos Juegos porque hice una preparación muy buena”, aclaró la subcampeona olímpica, quien repitió su actuación de río de Janeiro 2007. En esa misma prueba, la joven Denia Caballero terminó tercera con 58,63.
Andy González corrió su mejor carrera de 800 metros en la actual temporada (1:45.58) y se llevó un importante oro, pues desplazó al segundo lugar al brasileño Kleberson Davide (1:45.75), mientras otro antillano Raidel Acea se agenciaba un bronce inesperado con 1:46.23. “Después de la semifinal pensé que podía ganar con una buena táctica y asi lo hice, con ayuda de mi entrenador y Juantorena”, comentó aún agitado el capitalino.
Casi al mismo tiempo, el subcampeón del orbe del salto con pértiga, Lázaro Borges, se robó el show de todo el estadio Telmex, con una competencia en la que se quedó solo saltando sobre 5,70 y tras dos fallas sobre 5,76 metros cruzó la varilla con una nueva primacía continental, la cual elevó minutos después hasta 5,80.
“La actuación de mi compañera Silva, en la que considero fue la mejor competencia del atletismo de los Juegos, me motivó a tirarle al récord”, declaró el primer cubano que triunfa en esta modalidad, y que es entrenado por Rubén Marcelino Camino, plata en 1987.
La escena quedó lista entonces para que el doble medallista del planeta en el lanzamiento de jabalina, Guillermo Martínez, estampara la sexta mejor marca mundial de su evento este año con 87.20 metros, nueva cota también para América.
“Con esto hubiera ganado el campeonato mundial de Daegu, pero no salió allá, sino aquí y me alegra, pues se lo dedico a mi hija, a mi Comandante, a mi pueblo y a mi entrenador Isbel Luaces”, dijo el camagüeyano, quien no quiso vaticinar un pronóstico para Londres, aunque espera un desempeño similar a los campeonato mundiales en que ha participado en este ciclo: plata en 2009 y bronce en 2011.
Como colofón de la soberbia actuación cubana en el atletismo panamericano, las postas largas femenina y masculina no creyeron en rivales y se impusieron en sendas finales con tiempos de 3:28.09 y 2:59.43, respectivamente. Este último fue el mejor tiempo de una cuarteta cubana este 2011 y el segundo en la historia de esta prueba en Juegos Panamericanos.
“Cumplimos con lo que traíamos y era una cuestión de honor no perder esta prueba, que representaba igualar las 18 oros de 1991 y 1995”, comentó Omar Cisneros, uno de los integrantes de la cuarteta ganadora, con lo cual alcanzó su segunda corona en esta justa panamericana.
Las otras medallas antillanas en esta jornada conclusiva correspondieron a Yargelis Savigne y Mabel Gay, plata y bronce en triple salto con 14,36 y 14,28, respectivamente; mientras que José Alberto Sánchez repitió su bronce de Río de Janeiro en los 3000 con obstáculos.
Al hacer una valoración del desempeño, Alberto Juantorena, titular de la Federación Cubana de Atletismo y vicepresidente del INDER, consideró que no solo sobrecumplieron el pronóstico, sino que lanzaron claras señales de lo que pudiera pasar en los Juegos Olímpicos de Londres.
