Cubainformación.- Fue convocado por colectivos como "Los Pañuelos Rojos", "Cimarronas" o el Espacio Feminista "Berta Cáceres" y se celebró este 8 de marzo, como acto feminista y popular, en el Anfiteatro de Marianao, municipio de Ciudad Habana, como espacio de "Sororidad feminista y popular". Hubo talleres, puestos de información y venta de productos, performance, teatro y un concierto de Obiní Batá.
Las fotografías, tomadas de la red Twitter, corresponden a Cimarronas, Pañuelos Rojos, Israel Rojas y El Necio, entre otra cuentas.
Jóvenes disputan un 8M de reivindicaciones
Lirians Gordillo Piña
SEMlac
Todavía resuenan en las redes sociales convocatorias, rostros, carteles y voces que reivindican un #8mfeministaypopular y un #contodessinopaqué en Cuba.
En la mañana del martes 8 de marzo, una joven se colocó en el centro de un círculo formado por mujeres y hombres en el parque Fe del Valle, en el céntrico municipio capitalino Centro Habana. Ella retaba con su mirada a quienes la rodeaban y a las personas que, desde los bancos, observaban con duda, asombro y hasta sospecha.
«Se pasan la vida preparándonos para que nos cuidemos de los lobos o para que esperemos eternamente a que un príncipe azul venga y nos elija. Sí, claro, es que tenemos que ser capaces de atraer al macho proveedor; pero ojo, si es más de uno, somos un problema. Sin embargo, a los niños desde que son chiquitos qué les preguntan: ¿cuántas novias tienes?», exclamaba ella.
Su nombre es Anabel Antuña Alfonso, cursa el segundo año de Sociología en la Universidad de La Habana y se reconoce feminista. Junto a otras mujeres y hombres, formó parte de un performance que denunció las violencias machistas, los estereotipos y prejuicios patriarcales que aún perviven en la nación caribeña.
«Estoy aquí porque soy feminista y estoy contra el sistema patriarcal y todas las prácticas que nos dominan y oprimen. Siento que hay necesidad de salir a las calles para que otras personas y mujeres se den cuenta de lo que está pasando y hacer conciencia para que tumbemos el patriarcado», dijo Antuña a SEMlac.
La iniciativa callejera formó parte de un programa de acciones organizado por el colectivo «Los pañuelos rojos» para conmemorar de manera diferente el Día Internacional de la Mujer.
A pocos kilómetros del parque Fe del Valle, en la Facultad de Piscología, otras jóvenes también conmemoraron el día sin las tradicionales flores y felicitaciones. Sentadas en círculo casi 20 muchachas, acompañadas de tres profesoras, compartieron experiencias motivadas por la convocatoria institucional y de la Cátedra de Género de la Universidad de La Habana, que coordina la académica Norma Vasallo.
El acoso machista en las calles, en el aula, los dormitorios estudiantiles (conocidos popularmente como becas) e incluso mientras participaron como voluntarias en centros de aislamiento durante la Covid-19 fueron vivencias compartidas en la reunión.
El ninguneo patriarcal; echar a menos el protagonismo de las muchachas en ámbitos considerados masculinos, como el deporte universitario; y las presiones relacionadas con la maternidad y el cuerpo fueron otras expresiones del dominio patriarcal identificadas por las universitarias.
Las jóvenes entrevistadas por SEMlac reconocen una mayor conciencia sobre el machismo criollo y sus costos; también una mayor identificación con el feminismo por parte de las generaciones más jóvenes. Estas transformaciones están generando cambios, entre ellos las maneras de conmemorar el Día Internacional de la Mujer en Cuba.
«Creo que, aunque la mayoría de las muchachas fuera de mi círculo de amistades no se identifican como feministas, sí son más críticas ante lo que sucede, aunque no sepan por qué», explica Olivia Gálvez, estudiante de tercer año de Psicología.
Aunque sigue siendo habitual reducir la fecha a felicitaciones más o menos formales en los medios de comunicación en el país, colectivos de trabajo y entre la población, este año se ha sentido con más fuerza y diversidad un 8 de marzo de reivindicaciones, activismo, empoderamiento femenino y crítica al patriarcado cisgénero y heteronormativo.
En festivales, carteles, publicaciones, acciones de calle y ferias se apostó por un día de lucha, una jornada para celebrar el empoderamiento de las cubanas y también para denunciar las violencias y prejuicios machistas que enfrentan.
Al llamado de construir un socialismo feminista en la nación del Caribe, el colectivo «Los pañuelos rojos» sumó la denuncia: «¡El patriarcado nos mata!».
«Estamos aquí en la calle luchando contra él, para acabar con los estereotipos que lo sostienen. El patriarcado no quiere que las mujeres y los hombres colaboremos con las tareas del hogar; el patriarcado ataca el amor que no sea entre hombre y mujer; el patriarcado quiere a las mujeres sumisas y vulnerables a la violencia machista», reza una declaración del grupo leída al cierre de la jornada y que circuló por las redes sociales.