Radio Rebelde.- Durante años las mujeres cubanas han librado muchas batallas a lo interno de la sociedad, logrando cada conquista y empoderando cada meta en pos de realizar sueños arrebatados por el machismo.

Aun así persiste la doble jornada para las madres profesionales, el trabajo no remunerado en cada hogar, dificultades para alcanzar puestos como directiva en desempeños antes realizados por hombres, en el cuidado de la vida y de los hijos que recae siempre en las mujeres, entre otras causas aún por librar en este arduo camino por la obtención de la igual plena entre hombres y mujeres.

Para la Dra. Magela Romero Almodóvar, profesora de Sociología de la Universidad de La Habana y Coordinadora de la Red Cubana de Estudios sobre cuidados, el nuevo Código de las Familias “es una de las conquistas que tenemos por delante el movimiento feminista cubano, teniendo en cuenta que da continuidad a las conquistas que desde muchos años hemos ido impulsando y ubicando en el panorama de los derechos y aspiraciones que tenemos para lograr mayor bienestar, plenitud, autonomía las mujeres cubanas”.

Entre los aspectos más importantes que se deben señalar en esta nueva apuesta es que revierte la concepción individual del trabajo, siendo esta una de las causas más importante no solo de la sobrecarga que experimentan las mujeres en términos de la dedicación hacia las tareas de cuidados y las domésticas, sino también que rompe ese nudo que causa tanta violencia, tanta explotación, tanta desconsideración.

Romero Almodóvar considera que uno de los aspectos más trascendentales relacionados con los cambios y el modo en que se concibe esta nueva propuesta tiene que ver con la concepción de los cuidados. “Desde el Código de las Familias se presentan los cuidados como un tipo de trabajo de especial valor y se reconoce los aportes que desde él se hacen a la sociedad.

La Coordinadora de la Red Cubana de Estudios sobre cuidados comenta que el trabajo de los cuidados históricamente ha estado en manos de las mujeres y en este sentido, es significativo tener en cuenta que no solamente reconoce el aporte que desde ese desempeño realizan las mujeres fundamentalmente al desarrollo social y económico del país sino también que apuesta por la corresponsabilidad.

La Dra. Magela resalta que “que estas funciones se distribuyen equitativamente entre mujeres y hombres como uno de los aspectos más cardinales para lograr la verdadera igualdad de derechos y de oportunidades entre hombres y mujeres.”

Dra. Magela Romero Almodóvar, Profesora de Sociología de la Universidad de La Habana y Coordinadora de la Red Cubana de Estudios sobre cuidadosFoto: Cubadebate

TRATAR A CUIDADORAS Y CUIDADORES CON RESPETO…

En entrevista para Radio Rebelde la profesora de Sociología de la Universidad de La Habana, considera que “este nuevo Código de las Familias apuesta por el derecho a los diagnósticos médicos de las personas que cuidan, de su formación, al tiempo para sí misma, al ser tratadas con total respeto, a recibir la cooperación desde los preceptos de la corresponsabilidad.”

Asevera además, que “también estimula la participación equitativa de las familias en el cuidado de la vida. El cuidado de la vida es central para el desarrollo, es importantísimo en el bienestar, en la salud.”

“Esta apuesta afrontará por una nueva visión, una nueva concepción y por un mundo más equitativo, más justo donde las mujeres, evidentemente tendrán más oportunidades, desde el compromiso del Estado y de la sociedad, por ese desarrollo necesario en un mundo donde ellas puedan también tener garantía y oportunidades”, comentó Romero Almodóvar.

CERO VIOLENCIA HACIA LAS CUIDADORAS Y CUIDADORES…

Como parte de la oportunidad de participar en la sección que dedica la revista informativa Haciendo Radio de Radio Rebelde al análisis del Código de las Familias, en aras de ayudar a su mejor entendimiento y comprensión por parte de la población en general, la Dra. Magela Romero Almodóvar, opina que esta nueva propuesta contribuye a la prevención de la violencia teniendo en cuenta que trabaja sobre las cuatro erres que tributan a una mejor concepción de los cuidados.

“Reconocer, revalorar, redistribuir y representar los intereses de quienes realizan los cuidados, que generalmente son las mujeres. Cuando hablamos de un código de las familias que tiene todas estas apuestas, estamos presenciando un instrumento jurídico que va a permitir un mayor bienestar, un mejor desempeño y unas garantías que hoy en nuestro actual código no se reconocen y que implican una peor situación para quienes realizan estas funciones.

“En ese sentido el nuevo Código de las Familias es una apuesta que valora los cuidados, a las personas que realizan estas tareas y por ende garantiza toda una serie de prebendas jurídicas que anteriormente no estaban pactadas ni contempladas en las normativas del país.

Este Código de las Familias es una herramienta útil para resolver los conflictos que no solo atañen a las mujeres cubanas sino a la sociedad en su conjunto.