Red Semlac.- Para las mujeres que sufren violencias machistas es muy importante sentir que no están solas. ¿Qué ocurre con ellas en su entorno cercano, comunitario y familiar? La diferencia entre quedarse atrapada en el ciclo de violencia o dar el paso hacia la libertad puede estar en algo tan humano como un mensaje de apoyo, un vecino que escucha sin juzgar, o una amiga que acompaña a denunciar.
¿Qué rol juegan estos tejidos solidarios en la reconstrucción de una vida?, ¿cómo podemos fortalecer estas redes informales de apoyo que rodean a las víctimas y qué rol ocupan en el enfrentamiento a la violencia de género a nivel nacional?
Con estas y otras interrogantes, hoy en Alcemos la voz nos acercamos a esos múltiples apoyos que son imprescindibles en las comunidades ante las violencias machistas. Para ello conversamos con personas que, desde el acompañamiento a víctimas, la educación popular y los emprendimientos nos cuentan sus experiencias en la construcción, articulación y utilización de estas redes.
En este día 25 alzamos la voz para recordar que ninguna mujer debería cargar su dolor en soledad. Hoy nos une un mensaje claro: detrás de cada historia donde una mujer logra romper con la violencia machista, hay muchas veces una red invisible de manos que la apoyaron y sostuvieron en ese difícil camino, y hoy las hacemos visibles.