Destacábamos entonces algunos datos del Buró de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, que refleja el enorme caudal de extranjeros en las áreas profesionales, científicas y técnicas existentes en el país en esos años.
Entre otras cosas señalábamos los siguiente:
"De todos los doctorados en ciencia e ingeniería, el 33% son extranjeros y el 25% de los estudiantes provienen de otros países, principalmente de China y la India. En el año 2003, el 40% de los doctores graduados en ciencia e ingeniería eran nacidos en el extranjero. El 57% de los doctores en ciencia y computación, el 57% de los ingenieros eléctricos, el 54% de los ingenieros civiles y el 52% de los ingenieros mecánicos, también han nacido en otros países".
La mayoría de estas personas se quedan luego en el país, contratados por diversas empresas que requieren este tipo de labores.
En ciento cincuenta años, la evolución económica ha eliminado el 250% de los trabajadores del campo. En el último cuarto del siglo XIX estos constituían el 80% y el la actualidad son solamente el 2%.
Así ha ocurrido en todos los órdenes de las relaciones productivas, con lo cual los trabajos de baja complejidad han sido eliminados.
En el fondo de toda la reforma migratoria este asunto constituye la esencia del problema y para enfrentarlo convenientemente, protegiendo los intereses fronterizos del país, hay que acometer la solución de los indocumentados que actualmente dan lugar a múltiples complicaciones legales, para lo cual hay que disponer de grandes recursos.
Lamentablemente, como señalábamos en aquel artículo:
“Innegablemente para Los Estados Unidos de América, la política regida por métodos partidistas, convierte la alternancia en la administración y la dirección del Estado, en una interminable competencia electoral, conducente a una permanente distracción ciudadana, que los distancia de los asuntos de mayor importancia para su bienestar”.
Habiendo recordado esto, puntualicemos ahora ciertos aspectos del presente.
Han pasado tres años de aquel artículo, seis desde que la Administración de George W. Bush aprobó una legislación para ofrecer “debido proceso” a los menores que atraviesan la frontera sin la compañía de sus padres y más de una decena desde que escuchamos de la existencia de varios millones de indocumentados residiendo en el país.
En todo ese tiempo nada se ha hecho para resolver la situación de los once millones de indocumentados. Sin embargo, las fuerzas políticas se atrincheran bajo la cobija de los sectores que luchan por una solución a esta problemática y en lugar de ayudar, para que el trabajo de esas organizaciones sea efectivo y en concordancia con las realidades del país, lo tuercen en beneficios de la guerra sin cuartel que significan las campañas presidenciales.
Estas son las razones detrás de las injustas acusaciones al actual Ejecutivo, tildándolo de tímido e incapaz para resolver la problemática de los indocumentados.
Así lo veo y así lo digo.
*Lorenzo Gonzalo, periodista cubano residente en EE.UU., Subdirector de Radio Miami.
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