Geraldina Colotti - Caracas ChiAma / Il Manifesto / Le Monde Diplomatique / Cubainformación.- Un twit de record en solidaridad con la Venezuela de Nicolás Maduro: La etiqueta “#Obama, deroga el decreto ya”, en su versión original - “ObamaDerogaElDecretoYa” - se colocó inmediatamente en el primer puesto en las tendencias locales, y en el segundo puesto en los Estados Unidos en la fórmula en inglés (#ObamaRepealTheExecutiveOrder): casi 2 millones en las primeras horas del 20 de marzo, más de 6.500 twits al minuto. Un record en la historia de las redes sociales. Avanza rápidamente también la campaña de firmas (más de cinco millones en los últimos días de marzo) que se propone el mismo objetivo: decir a USA que “Venezuela non es una amenaza, es una esperanza”. Maduro decidió explicárselo “al valiente pueblo de los Estados Unidos” también adquiriendo una página del New York Times.


El responsable de la campaña es el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, dirigente del Partido Socialista Unido (PSUV): “Venezuela es un pueblo de paz - dijo Rodríguez - en cambio Los Estados Unidos tienen el gasto militar más alto del mundo, se han arrogado el derecho de invadir 92 países y de intervenir militarmente en 14 de los 21 territorios situados al sur del Río Grande. Han invadido Panamá seis veces, 11 veces Nicaragua, se robaron 2/3 del territorio a México, y dirigido las violencias del 2014 en Venezuela. No es posible que un país se crea el gendarme del mundo y pretenda gobernar por decreto los otros estados”.

La campaña se propone alcanzar 10.000.000 de firmas, para entregar al presidente de USA - que el 9 de marzo definió Venezuela “una amenaza inusual para la seguridad de los Estados Unidos” - en ocasión del próximo vértice de la Organización de los Estados Americanos (OEA). La cumbre se realizará en Panamá el 10 y el 11 de abril y por primera vez participará también Cuba. El decreto de Obama pone en el centro las sanciones a 7 funcionarios del gobierno de Maduro por presuntas “violaciones a los derechos humanos de la oposición”. Al mismo tiempo, sin embargo, abre la puerta a un plan más insidioso que podría llevar a una situación de bloqueo económico como aquella dispuesta contra Cuba. Muchos analistasrelevan una “estrategia de caos” y de descrédito, llevada adelante por los medios para ensayar la posibilidad de una intervención militar. Una tesis sostenida por la ministra de exterior venezolana, Delcy Rodríguez en una candente sesión del Consejo Permanente de la OEA, que se desarrolló en Ginebra. Rodríguez denunció que algunas cuentas de la diplomacia ya fueron bloqueadas, y que esto constituye “una violación al derecho internacional”. Dijo que “intereses hegemónicos pretenden apoderarse de la mayor reserva de petróleo del mundo” y que las sanciones de Obama “implican intervenciones militares y agresiones de otro tipo, como el bloqueo financiero”. En este modo - añadió - “los funcionarios que actúan para defender la seguridad del ciudadano en cualquier otra parte del mundo deben temer que otro país se atribuya la facultad de enjuiciarlos por la tarea que cumplen”

El embajador de USA, Michael J. Fitzpatric, insistió que su país “no está preparando una invasión a Venezuela, ni pretende desestabilizar el gobierno de Maduro”, sostuvo que el gobierno de Obama “quiere sólo evitar que una serie de individuos, que pensamos violaron el derecho humano de otros venezolanos, puedan venir a USA o invertir en nuestro sistema financiero”. Venezuela respondió que todo el dinero depositado por venezolanos en el exterior sin justificación, debe ser repatriado: empezando por el de los banqueros fraudulentos huidos a Miami con el dinero de los ciudadanos.

El decreto de Obama, en cualquier caso tuvo el efecto de compactar la solidaridad de todos los organismos regionales alrededor de Venezuela: desde la Alba, Unasur, hasta Celac (todos los estados americanos menos USA y Canadá), al bloque de países no alineados (120naciones) y algunos representantes de los BRICS, como Brasil, Rusia y China, que han apoyado a Maduro. Con la elección del uruguayo Luis Almagro (del Frente Amplio) a la dirección de la OEA, la música puede cambiar inclusive al interno del organismo, siempre subalterno a los Estados Unidos.

Es verdad, el ex presidente uruguayo Pepe Mujica, tuvo que rectificar las declaraciones del actual vicepresidente Raúl Sendic (“no hay pruebas de ingerencia por parte de los Estados Unidos en Venezuela”). Las palabras de Sendic (hijo del histórico dirigente fundador de los Tupamaros) hicieron mudar a Quito la reunión prevista de la Unasur, después de la reacción ofendida de Caracas. ¿La elección del mucho más moderado Tabaré Vásquez a la guía de Uruguay desviará nuevamente la mirada de Montevideo más hacia Washington que hacia Caracas? Por ahora, la izquierda uruguaya decidió hacer sentir otra música organizando una concurrida manifestación en solidaridad con la Venezuela Bolivariana. A guiar esta manifestación, el ex presidente Pepe Mujica, acompañado precisamente por el actual vice Raúl Sendic.

Asimismo el colombiano Ernesto Samper, actualmente en la secretaría de Unasur, tuvo que seguir la dirección hasta ahora asumida por el bloque regional: “Si los Estados Unidos quieren establecer una nueva relación, a partir del regreso de Cuba a la familia interamericana, tendrán que considerar que el único camino posible es el del multilateralismo”, dijo Samper. Sus declaraciones llegan después de la solicitud del gobierno USA de aumentar el gasto en el balance para Latinoamérica alrededor de 35% en el 2016. Se llegaría así aproximadamente a 2 millones de dólares, destinados principalmente a alimentar la llamada “libertad de prensa”, los llamados “derechos humanos” (de los ricos) y la llamada “democracia” (burguesa): principalmente en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Ecuador. Por eso Unasur llevará a Panamá una propuesta fuerte: fuera todas las bases militares USA del territorio latinoamericano. El ministro del exterior ecuatoriano Ricardo Patiño, que representa la parte más a la izquierda del gobierno Correa, guía en cambio el grupo de “facilitadores” nombrados por la Alba para mediar entre los Estados Unidos y Venezuela.

El decreto de Obama se refleja también en la dinámica de las políticas internas en Venezuela, de hecho ya en campaña electoral para las decisivas elecciones parlamentarias previstas para este año. Hay quien busca sacar provecho hasta en el campo de la oposición y de usar en su propio beneficio la bandera del nacionalismo: para captar los votos de los indecisos (el 40% según las encuestas de la oposición) e imaginar una “tercera vía” entre Chavismo y Mesa de la Unidad Democrática (Mud). La idea vino al diputado de oposición Ricardo Sánchez, que se ha diferenciado por haber votado en el Parlamento la “Ley habilitante antiimperialista” que concede a Maduro promulgar decretos por nueve meses. Rodeado por periodistas, Sánchez fue a la plaza a firmar contra el decreto de Obama y ha sido definido por los chavistas “un héroe” en su bando, capaz de expresarse fuera del coro.

Mientras tanto, en Miami, la oposición más fanática, recoge firmas para pedir una intervención USA, sostenida por sus poderosos padrinos, en Norteamérica y en Europa. Varios centenares de parlamentarios, españoles y latinoamericanos (de la derecha o del centro-izquierda moderado) están preparando una denuncia a la corte penal europea, contra el gobierno de Maduro por “violaciones a los derechos humanos”. Un tirón más para aislar el gobierno el gobierno de Maduro en el panorama internacional.

Mientras tanto, las grandes instituciones financieras aceleran las causas pendientes sobre Venezuela e inflan los pedidos de indemnización para las nacionalizaciones decididas por Chávez: todo sirve para dar la idea de un país en bancarrota y de un gobierno incapaz de llevar el timón.

El ataque a la Venezuela socialista, a sus recursos petroleros y a su dirección anticapitalista, evidencia así el sentido y la carga de una batalla que va mucho más allá de los confines del país bolivariano, Evidencia, además el retroceso y la debilidad de quienes, en Europa, deberían reconstruir el campo de la alternativa. “El proletariado no tiene nación, internacionalismo, revolución”, gritaban las plazas italianas en los años 70. Hoy después de la derrota de ese gran ciclo de lucha, los vencedores volvieron a escribir la historia: invirtiendo el sentido de aquella batalla campal, ocultando la naturaleza de la desigualdad y de las asimetrías. Siembran la “metafísicade la resignación” o la política del “mal menor”. Para las clases dominantes y para los bomberos de los conflictos sociales, el socialismo bolivariano es el nuevo “fantasma que recorre Europa”. Una bandera y una esperanza para quienes quieren liberarse de sus cadenas.

Traducido por Maira García

Artículo en italiano: http://caracaschiama.noblogs.org/?p=497

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