Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Camino a Santa Ifigenia en Santiago de Cuba donde descansarán sus restos inmortales, una vez más llegó a Camagüey el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana. En esta oportunidad, Fidel encabeza la Caravana que hace el recorrido inverso al efectuado en los primeros días del Gran Enero de 1959, nos retrotrae al cuarto día de ese año y patentiza lo que él rememoró:
“[...] hay una cuestión de simpatía espontánea por parte del pueblo de Camagüey, porque eso se demostró a nuestra llegada cuando el triunfo de la Revolución, se demostró en el acto que se dio aquí. Camagüey no es de las provincias que tienen más habitantes [...], sin embargo, el acto público que se dio en Camagüey fue un acto gigantesco [...]”.
La entrada triunfal de Fidel a Camagüey este primero de Diciembre, estuvo bautizada por la lluvia que en son de agradecimiento nos hacía recordar la alegría de Madre Natura por lo tanto que él luchó por ella; al tiempo que miles de camagüeyanos/as escoltaban su paso desde el arribo a la cuna de Ignacio Agramonte y Loynaz hasta la Plaza de la Revolución que lleva el nombre del propio Mayor General del Ejército Mambí, paradigma del terruño.
Al calor de tanto derroche de Fervor revolucionario y Fe inquebrantable en la obra de nuestro Máximo Líder, a mi mente llegan sus palabras pronunciadas el 4to. día de 1959 en predios agramontinos. En la ocasión, dijo:
“[...] La libertad no es todo. La libertad es la primera parte, la libertad para empezar a tener el derecho a luchar [...]”./ “Patria no solo quiere decir un lugar donde uno pueda hablar y caminar sin que lo maten. Patria es el lugar donde se puede trabajar y ganar el sustento honradamente [...]. Patria es el lugar donde no se explotan a los ciudadanos, porque si se explota al ciudadano, si se le quitan lo que le pertenece, si se roban lo que tiene, no es Patria [...]”.
¡Cuánta premonición exhibe tales palabras! Con ellas, Fidel nos dejó la indicación —sea al pueblo camagüeyano, sea a compatriotas— de asumir los ulteriores cambios de la sociedad como el inicio de la coronación de la lucha comenzada el 10 de Octubre de 1868, cuya evidencia tenía que transitar inexorablemente por convertir en sinónimo los conceptos de Libertad, de Patria y de No explotación al ser humano. ¡Y cuánto hemos luchado por hacer realidad tangible tales palabras!
Precisamente al cumplirse este 2 de Diciembre seis décadas del Desembarco del Granma con su extraordinaria carga de simbolismo al reencarnar el impulso que nos catapultó a la conquista de la construcción de la Libertad, Independencia, Justicia y Dignidad de cubanas y cubanos, la continuidad de esta Caravana encabezada por nuestro Líder Histórico se convierte en clarinada para seguir la lucha en pro de la definitiva conquista del Cielo.
Es secreto a voces que por estos días, de la inmensa mayoría de cubanas y cubanos —pudiéramos decir de muchísimos latinoamericanos/as, de una infinitud de Mujeres y Hombres de la Tierra— se apoderó el martirio al enrolarnos en la partida física de Fidel Alejandro Castro Ruz, al margen del regocijo que nos arropa por saber que él ¡Vivirá y nos Alumbrará Siempre!
Y no obstante, también es verdad indiscutible que su reposo transitorio junto a El Mayor Ignacio Agramonte en la noche-madrugada de este 1-2 de Diciembre deviene inyección descomunal de Patriotismo, de Revolución, de Socialismo para la inmensa mayoría de camagüeyanas y camagüeyanos. ¡Es así como el Eterno Fidel enriquece/enriquecerá por Siempre a Camagüey!
