Por Hedelberto López Blanch*/Foto Virgilio Ponce.- Contrario al objetivo que espera Occidente, que es el de destruir la economía rusa y debilitar a su gobierno mediante las cientos de “sanciones” que le ha impuesto, hoy el gigante euroasiático las ha ido esquivando y muestra índices de recuperación.
Estados Unidos y
Tras Moscú lanzar la operación militar especial el 24 de febrero de 2022 con el objetivo de desmilitarizar y desnazificar al régimen de Kiev, Occidente intensificó, en grado sumo, esas extorsiones.
Las medidas fueron dirigidas a perjudicar a las industrias petroleras y de defensa; eliminarla de los sistemas internacionales bancarios, prohibir a los ciudadanos y empresas de
Hoy, a pesar de los daños iniciales ocasionados al país, la dirigencia rusa ha ido dando pasos para continuar estabilizando la economía.
En un reciente informe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró las previsiones hechas en octubre pasado sobre la economía rusa, las cuales fijaban un descenso del 2,3 % en 2023 y ahora señala que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 0,3 % en este año. Para 2024 pronostica un aumento del 2,1 %.
Por su parte, el diario estadounidense The New York Times asegura que “los intentos de las naciones occidentales de utilizar las sanciones y otras medidas para paralizar la economía rusa han tenido efectos limitados, en un escenario cuyos elementos demuestran qué tan profundamente integrada está Moscú con la economía mundial, permitiéndole obtener enormes sumas de dinero”.
Seguidamente el TNYT reconoce que existe un “rediseño de los flujos del comercio mundial a medida que los lazos de Rusia con Europa se aflojan y se forman nuevas alianzas”.
Los datos confirman esas declaraciones pues si se compara el promedio mensual del comercio de
Moscú también mantiene buenas relaciones en las regiones Asia-Pacífico, Medio Oriente, África y América Latina. Asimismo, con organizaciones creadas por los países emergentes:
Estados Unidos y sus dóciles aliados no calcularon el potencial interno con que cuenta Rusia, entre ellos, su desarrollo energético, la metalurgia, la producción de materiales de construcción, enormes centros industriales, la ingeniería mecánica y el complejo industrial militar, los que todos a la par impulsan la economía.
Ahora está sucediendo otro fenómeno inverso de las medidas contra el petróleo y el gas rusos, impuestas por los ricos funcionarios estadounidenses y europeos que dirigen las políticas económicas y sociales de esas naciones sin tener en cuenta los intereses de muchas compañías y de la población en general.
En ese caso se halla Europa, que ha realizado compras récord de gas natural licuado (GNL) ruso a pesar del llamado de Bruselas a eliminarlos.
Según
Los portales de navegación Vesselfinder y Marinetraffic muestran que los suministradores de gas entregaron en enero 2 300 millones de metros cúbicos de GNL ruso a Europa, de los cuales 1 900 millones se quedaron en la región. El volumen es superior al equivalente a la media mensual de las exportaciones rusas de GNL a
Bélgica, Francia y España representaron el 80 % de estas importaciones y el valor total de los abastecimientos rusos de GNL se estima en 1 300 millones de dólares.
Otro país que siguió el mismo curso es Japón que importó en enero 747 706 barriles de petróleo desde el gigante euroasiático, de acuerdo al informe del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Tokio.
Estados Unidos y
*Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional.
Martianos-Hermes-Cubainformación
La Columna es un espacio libre de opinión personal de autoras y autores amigos de Cuba, que no representa necesariamente la línea editorial de Cubainformación.