Raúl García Sánchez* - Vocesenlucha.- Mecanismos de opresión de distinto signo se ciernen sobre nuestras conciencias como espadas de Damocles 4.0. Todo un reto esquivar el ataque de semejante despliegue. Difícil salir indemne. En ocasiones aciertan de lleno, en otras dejan heridas profundas o rasguños de confusión y desconcierto. El resultado buscado, sembrar un caos neurológico permanente. La fragmentación de las conciencias. Lo que se traduce en fragmentación del tejido social. Lo que a su vez se traduce en pasividad, desesperanza, depresión.


Los tentáculos de este monstruo de mil cabezas son tantos como recursos e ingenio. Y cuentan con todos los recursos y grandes dosis de ingenio, cabezas pensantes a golpe de talonario. Imperialismo material, de carácter económico o militar, que deja su rastro en la geografía física de territorios y cuerpos. E imperialismo cultural, una ingente industria que estampa su huella en la geografía espiritual de quienes habitan esos territorios y cuerpos.

Alcanzan un grado de diversificación, especialización y localización sorprendente. Han afinado tanto su maquinaria que ya no necesitan pagar salarios a gran parte de su personal. Ningún contrato media entre el monstruo y el grueso de su plantilla de trabajadores a destajo. Han logrado ponernos a trabajar para ellos con una aparente sensación de bienestar. Disfrutada o anhelada, es lo mismo para los objetivos de la máquina que lubrica el capital. ¿Cómo lo han hecho? Fácil y complejo. Alimentando cuidadosamente a ese animalito que habita en la conciencia colectiva llamado sentido común. Son unos maestros en la producción consensos. Ante esta panorámica, otra gran pregunta nos acecha. Para dar la batalla contra ese monstruo, ¿debemos emular sus formas? ¿Adoptar sus “armas melladas”? Tremendo debate. De nuevo, ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario.

Tras unos días de llegados al país, ya en el Estado Lara y a puntito de seguir caminando los estimulantes plurales interiores de la diversa Venezuela, pareciera que jamás nos marchamos de este contradictorio caos tan real y palpable como la cotidianidad misma. Cinco visitas al país, las tres últimas consecutivas, y la convivencia de 8 meses del pasado año, pese a las rupturas y distancias, generan una especie de hilo de continuidad con este esplendoroso mundo de contrastes y coherencias.

En esta segunda temporada de la Escuela de Comunicación Popular Siembra Venezuela con las niñas, niños y adolescentes trabajadores (NATs) de la CORENATs, daremos más importancia a la formación de colaboradoras y colaboradores, así como de delegadas y delegados. El primero, colaborador, es el rol que asumen los y las educadoras populares adultas, muchas de las cuales fueron NATs organizadas, que acompañan a los diferentes grupos de base del movimiento en los distintos territorios. El segundo, el de delegado, es el rol que asumen los NATs que han sido elegidos colectivamente para representar a cada grupo de base en la Escuela. Ellas y ellos forman el Equipo Nacional de Comunicación de la CORENATs. Para comenzar con esa necesaria formación de formadores, garantía de continuidad y autonomía del proceso, realizamos un primer encuentro con colaboradoras del Estado Lara para conversar sobre el estado de los grupos, el avance del movimiento y de la Escuela, tareas realizadas, dificultades, avances y retrocesos. Analizamos y discutimos las propuestas de trabajo y realizamos algunas dinámicas y ejercicios.

Uno de esos ejercicios tiene que ver con la noticia, y consiste en analizar una misma noticia desde enfoques y relatos diferentes. Hacemos dos grupos y repartimos a cada uno su texto, sin desvelar el medio de donde proviene. La consigna es que ellos son trabajadores de ese medio y, tras el análisis, deben realizar algunas tareas en sintonía con la línea que defiende su noticia. En uno de los grupos hay una compañera descreída y crítica con el proceso bolivariano, por decirlo de forma sutil. En su grupo, están dos militantes chavistas como Dinoskar y Deninson, exNATs y cuadros activos de diferentes estructuras del poder popular organizado. Con toda intención y una pequeña dosis de malicia, repartimos a este grupo la noticia de un medio de la extrema derecha brasileña ligado a Bolsonaro. Desde la distancia, observamos divertidos cómo Deninson y Dinoskar echan humo ante la lectura colectiva del texto, que contiene afirmaciones como “… el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro”. Se desata una acalorada y divertidísima discusión entre ellos, retrato cabal del carácter alegre y “echador de broma” del venezolano, que facilita el diálogo y la convivencia. Nos consultan una duda existencial para salir del atolladero. Deninson, con una especie de resistencia inconsciente, ha entendido que deben rehacer la noticia desde un enfoque más equilibrado de la cuestión. Cuando le expreso que las compañeras tienen razón, se queda pensativo y asume resignado la tarea.

La temática es el reciente encuentro entre los presidentes de Brasil y Venezuela, Lula da Silva y Nicolás Maduro, previa a la cumbre de jefes de Estado de países sudamericanos celebrada en Brasilia. Las noticias que seleccionamos para el análisis son de dos medios muy diferentes: Folha de S.Paulo, el diario más influyente de Brasil, perteneciente al Grupo Folha, con estrechos vínculos con el gran capital y la extrema derecha, y Telesur, un proyecto de comunicación alternativa creado por el presidente Hugo Chávez en 2005 con el apoyo de varios países de la región, desde la idea de integración latinoamericana. El titular del primero dice: “Lula exalta su encuentro con el dictador Nicolás Maduro”. El segundo resalta: “Presidente Lula da Silva favorece la entrada de Venezuela al grupo Brics”. Tras presentar las tareas colectivamente, llegamos a la conclusión de que si los compañeros del primer grupo realmente fueran trabajadores del medio de la derecha, seguro acabarían de perder su trabajo. Llegamos así a otras conclusiones relacionadas con los intereses que se esconden detrás las líneas editoriales de determinados medios. Dejando a un lado nuestras simpatías políticas, nos preguntamos si sería positivo para el país la entrada en los BRICS. El consenso afirmativo en la respuesta nos lleva a otras preguntas. ¿Por qué el medio brasileño omite hablar de esa posible entrada de Venezuela al grupo de economías emergentes? ¿Cuáles son los intereses que se esconden detrás de afirmaciones como “el dictador Maduro”? ¿Ambas noticias utilizan el mismo estilo descalificativo? Al finalizar el ejercicio, incluso quienes tienen poca simpatía hacia el gobierno comparten la diferencia de estilo, profesionalidad y ética periodística entre ambos medios. Se muestran de acuerdo con la torticera intención del diario de la derecha -ejemplo que podríamos extender a otros muchos medios internacionales-, con lo descabellado de hablar de dictadura en Venezuela, o con la intencionalidad de invisibilizar la extraordinaria apertura comercial que significaría la entrada de Venezuela en los BRICS tras años de medidas coercitivas unilaterales y bloqueo criminal.

Trabajando desde el viernes en los talleres, la tarde del domingo es de compartir relajado. Conversa espontánea, tejuelado de los 73 libros aportados solidariamente a la biblioteca de la Escuela y otras tareas. La iglesia evangélica que linda con la casa nos tortura, más que con sus sermones, con el volumen y el carácter de la música, sin reparos en incorporar las últimas modas y tendencias. Dinoskar, como queriendo expiar su culpa tras el malévolo ejercicio periodístico, se afana escribiendo una carta destinada a su querido Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, a quien pudo conocer y abrazar en Paraguay a raíz del diálogo de la CORENATs con el Comandante en dos Aló Presidente en 2008, cuando les invitó a la toma de posesión de Lugo y facilitó un encuentro de los NATs de Venezuela y Paraguay en Asunción. En aquel inédito evento de las infancias rebeldes, la joven Dinoskar, micrófono en mano, dio la bienvenida a Chávez y mientras éste subía al escenario, gritó: “Bendito sea el vientre de su madre que lo engendró, lo llevó durante 9 meses y lo llenó de amor“. Hoy, a 10 años de su partida física, le escribe estas palabras:

Si tuviera la oportunidad de hablar contigo nuevamente, Comandante Chávez, te contaría que hemos pasado años muy duros y difíciles después de tu partida, y que en tu ausencia, algunos pensaron que tu idea moriría y que el pueblo se entregaría sin pensarlo a las pretensiones de un imperio.

Hemos resistido, hemos luchado, hemos llorado y hemos sufrido pérdidas importantes pero también nos hemos convencido más.

Cuánto me gustaría ir al Balcón del Pueblo y verte ahí de pie, sonriente y saludando con tu brazo y tu puño en alto. Mi comandante eterno, hoy en día ya no puedo verte pero puedo sentirte en espíritu, tu tránsito amoroso en nuestras vidas, y nos alegramos por haber construido junto a ti parte de un sueño.

Nos falta mucho por hacer pero sé que contigo en el corazón siempre seguiremos adelante y nada nos detendrá,

10 años de su partida adondequiera que vayan las mujeres y hombres buenos, los libertadores de cadenas que atenazan y someten. 10 años de recrudecimiento del asedio contra el pueblo venezolano, y Chávez sigue sembrado en millones de corazones como el de Dinoskar, no solo en Venezuela. Porque su proyecto político nacional-popular traspasaba fronteras y abrazaba la Patria Grande, la Mayúscula América.

El monstruo sin embargo sigue, tenaz, acechando en veredas y caminos de cuerpos, territorios y conciencias. Imperialismo material e imperialismo cultural. Dos caras de una misma bestia. Frente al primero, se ensayan diferentes mecanismos. No siempre acertados. No siempre aceptados por el universo popular venezolano. Toca seguir recurriendo a la dialéctica, ensayando respuestas de tipo económico y productivo; con la mirada, esperamos, puesta en aquel universo atrapador de sueños. Frente al imperialismo cultural, se despliegan otras respuestas e iniciativas. Espontáneas y planeadas. Rebeldes y anticoloniales. Materiales y culturales. Dos caras de una misma estrategia, dos patas de un mismo ser-horizonte. Frente a la fragmentación de cerebros, tejidos y sentires, unidad totalizante de miradas y mundos. Conocimiento emancipador organizado. Articulación de fragmentos. Memoria en sintonía. Viejas ideas. Nuevos sentidos. Otros relatos. Teoría crítica y práctica consecuente. Relaciones prefigurativas. Producción soberana de cosas, ideas y sentires. Alegría pandémica. Redes comunales en comunión. Conexiones sinápticas de planetas y estrellas, galaxias y cometas. Trabajo de base. Desde abajo y desde arriba. Acá en la tierra y allá en el cielo. Por los siglos de los siglos, Venceremos.

Raúl García es maestro, antropólogo y comunicador de Vocesenlucha

 

 

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