Wilkie Delgado Correa* - Cubainformación.- Retrógrado: Dicho de una persona partidaria de instituciones políticas o sociales propias de tiempos pasados.
Ante tal pregunta quizás puedan responder miles o millones de personas con la intuición natural del género humano. Muchos quizás recurran a internet para verificar la verdad de su respuesta. Por supuesto se podrá recurrir a tratados de política que aborden las distintas tendencias filosóficas y sociales, ya que desde Aristóteles hasta acá las precisiones sobre los regímenes sociales han aumentado a consecuencia del curso normal del desarrollo y de los conocimientos sobre las organizaciones e instituciones políticas de los pueblos.
Pero ante fenómenos inesperados, aparecidos cual fantasmas de la noche a la mañana, y que involucran a millones de habitantes que han debido luchar contra dictadores despiadados, y al final han vencido después de pagar muy caras sus heroicas resistencias, tal vez sea válido recurrir simplemente al Diccionario de la Academia Española de la Lengua para encontrar la pista sintética del asunto.
Así que, estimado lector, vea que el vocablo RETRÓGRADO sirve muy bien para representar a Milei, el actual presidente de Argentina y permite afirmar concluyentemente: ¡He ahí el personaje!
Se señala en el Diccionario esta definición: Dicho de una persona partidaria de instituciones políticas o sociales propias de tiempos pasados, o contraria a innovaciones o cambios. También como cosas propias de una persona retrógrada, tal como ideas retrógradas. Y además la acción de retrogradar implica IR hacia atrás, retroceder.
Si la clase política argentina de todas las tendencias, y si el pueblo argentino representado por todas sus clases sociales, permiten que Milei retrograde al país al siglo XIX tal como proclama, si permiten que todas sus riquezas sean enajenadas y traspasadas a manos privadas cómplices en apenas cuatro años, si permiten que nuevos endeudamientos de rescate acumulen muchas más deudas impagables que las ya heredadas desde los tiempos de Macri, tendrán que vivir “tragedias que no merecen”.
A todos Milei, desde su púlpito de RETROGRADACIÓN, los ha tratado como seres inferiores y ha lanzado sobre ellos epítetos degradantes, desde el PAPA argentino, hasta los diputados, senadores y gobernadores. Y especialmente su tratamiento a los sectores del pueblo, despojados por un edicto imperial de sus derechos humanos y de sus riquezas adquiridas durante más de un siglo. El emperador exige obediencia absoluta y pronta y para ello ya moviliza su fuerza represora.
Esperemos que la lucha del pueblo argentino con su rebeldía natural, capaz de derrotar a dictadores e incluso encarcelarlos en juicios ejemplarizantes, pueda lidiar con éxito y mejor suerte en estos tiempos procelosos.
*Doctor en Ciencias y Doctor Honoris Causa. Profesor Titular y Consultante. Profesor Emérito de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Premio Nacional del MINSAP al Merito Científico por la obra de toda la vida.
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