Artur González / Heraldo Cubano.- Sin que ningún adivinador de los que predicen el futuro hubiese alertado, el secretario de Estado, Marco Rubio, acaba de firmar la cancelación del dinero que hasta la fecha Estados Unidos destinaba al sostenimiento de los grupos contrarrevolucionarios en Cuba, fabricados para ejecutar acciones contra el orden interno, con el fin de hacerle creer al mundo que era una “oposición autentica” al gobierno revolucionario.
Quién podría imaginar que el mismísimo Marco Rubio lo hiciera, cuando le debe su carrera política a los que conforman la comunidad cubana, cuyo núcleo inicial estaba compuesto por los esbirros y asesinos a las órdenes del dictador Fulgencio Batista, que buscaron refugio en el sur de Florida desde el 1ro de enero de 1959.
Esta decisión ha sido una puñalada directa al corazón de todos aquellos que viven del cuento de la “oposición”, que durante 67 años se enriquecieron con sus planes para derrocar al gobierno de Fidel Castro, sin éxito.
La decisión también afecta a la oposición de Nicaragua y Venezuela, porque tampoco han logrado derrocar a los gobiernos de izquierda, ni restado el apoyo popular, a pesar de la guerra económica y acciones terroristas sufragadas por el régimen imperial yanqui.
Donald Trump, como hombre de negocios acostumbrado a no botar el dinero, se percató que esos gastos millonarios no resuelven nada y, por tanto, nombró a Elon Musk para limpiar esos proyectos que no tienen resultados y solo han engordado a empleados federales durante 60 años, sin poder alcanzar el objetivo de eliminar los gobiernos de izquierda que tanto molestan a Estados Unidos.
Ahora el pueblo estadounidense y otros del mundo occidental, se van a enterar que con ese dinero la USAID organizó en el 2009, un programa secreto denominado “Apoyo a la sociedad civil cubana” y fabricó algunas ONG que sirven de pantalla a la CIA, como Creative Associates.
La NED (International la National Endowment for Democracy); el Instituto Republicano Internacional y la CIA, construyeron campañas cargadas de mentiras sobre la supuesta existencia de presos políticos en Cuba, los grupos religiosos opuestos a Daniel Ortega en Nicaragua y los activistas en Venezuela que no aceptan al gobierno de Nicolás Maduro, porque la realidad demuestra que fueron construidos por equipos de trabajo del Departamento de Estado, bajo el principio de la manipulación mediática, el grupo Operativo de Internet para la subversión en Cuba, creado el 23 de enero del 2018 para subvertir el orden interno en Cuba y el grupo de Acción Política (GAP) del Centro de actividades especiales de la CIA, entre otros.
La decisión de cancelar dichos programas se basó en que, después de la revisión, los mismos “no están en línea con las prioridades de las agencias y no son de interés nacional de los Estados Unidos”.
Ante el despilfarro continuado de miles de millones de dólares, la Corte Suprema ordenó el miércoles 5 de marzo 2025, que el gobierno debe desembolsar una parte de los fondos adeudados, por el trabajo ya realizado por algunas de estas organizaciones y los contratistas que manejan programas de ayuda exterior.
Los medios creados para subvertir el orden interno en Cuba, como son los llamados diarios “independientes,” entre ellos Cubanet, Diario de Cuba, Cubita Now, El Toque, Periódico Cubano, El Estornudo, Cubanos por el Mundo y decenas de otros más, han disfrutado de miles de dólares mintiendo sobre una realidad inexistente.
Ante la suspensión de los fondos el pánico ha cundido en Miami, pues es allí donde se queda la mayoría del dinero aprobado y por eso la preocupación del terrorista Orlando Gutiérrez Boronat, director ejecutivo del Directorio Democrático Cubano, quien fue denunciado recientemente por el también terrorista Armando Valladares, al mostrar detalladamente el despilfarro de dinero de Boronat en sus viajes al exterior, pagos de hoteles de lujo, salarios y otros acápites registrados en sus impuestos reportados al fisco.
Boronat confirmó que los fondos anuales que recibe su organización de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), fueron congelados, como resultado de la revisión de los programas de ayuda internacional llevada a cabo por el secretario de Estado, Marco Rubio. Esta situación despertó el interés de algunos medios de prensa de Florida, al indagar por el empleo concreto de los 650,000 dólares que el Directorio Democrático Cubano recibe anualmente del gobierno estadounidense, sin obtener resultados para cambiar el sistema político en Cuba, prueba de que esos elementos contrarrevolucionarios han vivido durante años sin ser sometidos a una revisión fiscal de sus gastos y del alcance de los objetivos que sustentan ese dinero.
Es público que el Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) despilfarraron no menos de 230 millones de dólares en supuestos proyectos subversivos contra Cuba, sin logro alguno.
En marzo del año 2019 la NED difundió la información del gasto de cuatro millones 643 mil 525 dólares, incurrido en el 2018 para financiar acciones subversivas contra Cuba, lo que representó un aumento del 22 por ciento en comparación con los más de tres millones 814 mil reportados en 2017 y en julio del 2019 planificó gastar más de un millón de dólares para capacitar a lo que denominó “una nueva generación de líderes independientes” en Cuba, al estilo del fabricado personaje venezolano Juan Guaidó.
En sus sueños de ver destruida a la Revolución cubana, Estados Unidos malgastó miles de millones de dólares a espalda de los contribuyentes. Un ejemplo fehaciente fueron los 35 millones 390 mil 635 dólares asignados por el régimen dictatorial yanqui para el año fiscal 2022, para la subversión en Cuba, prueba de su injerencia histórica en los asuntos internos de la Isla.
Ese presupuesto fue distribuido de la forma siguiente:
20 millones de dólares para el Departamento de Estado; 8 millones 669 mil para los programas de la USAID y 6 millones 721 mil 635 para los programas de la NED. El Instituto Republicano Internacional recibió 1 millón 873,311. La Fundación de Desarrollo Panamericana 1 millón 740,784 dólares y la Evangelical Christian Humanitarian Outreach for Cuba, presidida por Teo Babun, recibió la suma de 1 millón 003, 674.
Para el trabajo contra Cuba no hay reparos para asignar dinero, sin el más mínimo control y por eso el enriquecimiento de muchos en Florida.
A lo largo de 22 años el denominado “Programa Cuba” de la USAID, fue uno de los puntales principales para la subversión anticubana y resultó el principal ente que financió a la contrarrevolución interna, calificada por ellos como “la oposición”, para lo cual asignaron más de 300 millones de dólares.
La USAID diseñó en el 2012 un software especialmente para Cuba, denominado Zunzuneo, conformado por un Twitter para enviar mensajes a los jóvenes a través de las redes sociales y exhortarlos a movilizarse contra el Gobierno, a un costo de casi 3 millones de dólares. Igualmente, financió el envío a Cuba de jóvenes latinoamericanos como turistas, con la finalidad de identificar y preparar a cubanos como futuros líderes comunitarios y activistas políticos, e incentivar expresiones públicas contra el gobierno que posibilitaran revueltas populares para alcanzar cambios políticos en la Isla, al estilo del Oriente Medio.
¿Alguien se imagina cómo reaccionaría el imperio yanqui si algún país del planeta hiciera lo mismo contra ellos?
Razón tiene José Martí al exponer:
“Sobre serpientes ¿quién levanta pueblos?
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