Fue la primera artista estadounidense en presentarse en Cuba después del triunfo de la Revolución. Foto: Instituto de la Música.

Cubadebate

En el día de ayer, 20 de octubre, a la edad de 97 años falleció en la ciudad de Oakland, California, Estados Unidos de América, la destacada cantante estadounidense Bárbara Dane.

Nacida el 12 de mayo de 1927, en Detroit Michigan, Estados Unidos, fue reconocida como cantante de blues y jazz y compartió escenario con figuras como Louis Armstrong, Dizzy Gillespie y Pete Seeger.

Fue la primera artista estadounidense en presentarse en Cuba después del triunfo de la Revolución.

En 1947, con apenas 20 años, viajó al Primer Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, con sede en Praga y esta experiencia le cambió la vida, le hizo ver el mundo de otra manera. Ahí conoció a jóvenes de diferentes países que defendían sus respectivas culturas y sus ideas.

Bárbara, al tiempo que se relacionaba con las estrellas de la canción norteamericana, desarrollaba un intenso rechazo a toda manifestación de discriminación.

Durante los meses de agosto y septiembre de 1966, que fue denominado en Cuba el Año de la Solidaridad, visitó por vez primera la isla. Sostuvo un encuentro con el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien conocedor de los problemas que pudiera enfrentar a su regreso, le preguntó si podía hacer algo por ella. Fue entonces cuando la artista pensó que su hijo mayor, Pablo Menéndez, podría estudiar en Cuba. Este sueño se concretó al punto de que Pablo se quedó a vivir en Cuba, donde fundó su familia y ha desarrollado una destacada carrera artística.

Aquella estancia de Bárbara resultó memorable y la convirtió en la primera artista norteamericana que, pasando por alto las restricciones impuestas por el Departamento de Estado, decidió cantar para los cubanos.

En 1967 participó en Cuba en el Primer Encuentro de la Canción Protesta, junto a Alfredo Zitarrosa, Peggy Seeger y Daniel Viglietti.

En 1997, a 30 años de aquel suceso, se presentó nuevamente en Casa de las Américas y lo hizo, por primera vez, junto a su hijo y su nieto. Dos años después, en 1999, participó en un multitudinario concierto junto a Silvio Rodríguez, Carlos Varela, Sara González, Luis Eduardo Aute y Ángel e Isabel Parra.

Tras una larga carrera y sin renunciar jamás a su relación con Cuba, la reconocida cantante estadounidense recibió, en mayo de año 2022, la Medalla de la Amistad, por su acompañamiento a la Revolución y su defensa a las causas más justas.

Lamentamos su deceso y enviamos a sus familiares y amigos nuestras más sinceras condolencias.

(Nota del Instituto Cubano de la Música)