Se trata, como ella misma dice, de una guajirita de la comunidad rural Las Veinte, en el avileño municipio de Baraguá.
Yudelmis comenzó el proceso para piloto, solo por la satisfacción que le ocasiona la altura. Recuerda que cuando era niña siempre montaba la estrella en el parque de su localidad.
En el Instituto Técnico Militar José Martí, Órdenes Antonio Maceo y Carlos J. Finlay, se graduó de piloto de helicóptero. Hoy lleva grados de Teniente y con una sonrisa rememora su primer vuelo.
Como "un desastre" calificó su primera experiencia, en conversación con Radio Rebelde. "Teníamos la idea de que era una cosa tosca, que había que hacer mucha fuerza y realmente no es así. El helicóptero se puede pilotear con un dedo", confesó.
Asimismo, agradeció la paciencia que tuvieron sus profesores y recuerda el orgullo de ellos cuando le hicieron el examen y vieron que "las mujeres si podían pilotear un helicóptero".
La búsqueda, salvamento y rescate de personas, la evacuación de enfermos y la extinción de incendios, son algunas de las misiones que cumplen los helicópteros, pero ella se preparó para "piloto de combate".
Por sus conocimientos y habilidades la teniente López Díaz es hoy Jefa de Nave, función que aceptó un poco nerviosa, pero lo logró.
Expresó que esa tarea requiere una mayor responsabilidad, pues tiene bajo su mando un copiloto y un técnico y debe dar órdenes.
Con sus 52 kilogramos de peso y 1,61 metros de estatura, esta simpática piloto de helicóptero ha alcanzado su realización personal en la Brigada de Aviación de la Guardia Playa Girón, fuerza fundada hace 55 años por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.